El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, emitió una orden ejecutiva contra el bufete de abogados Jenner & Block, estableciendo nuevas disposiciones en materia de acceso a recursos federales por parte de firmas legales que han participado en litigios contra el gobierno. La orden señala que ciertas prácticas llevadas a cabo por la firma podrían generar conflictos de interés, motivo por el cual se estimó necesaria la adopción de las presentes medidas.
En el texto se alega que Jenner & Block ha realizado actividades que podrían afectar “intereses gubernamentales esenciales”. Asimismo, se hace referencia a la estrategia pro bono del bufete, indicando que en determinados casos ha resultado en la interposición de acciones legales contrarias a las políticas del Ejecutivo. También se menciona la contratación de profesionales con antecedentes de litigios previos contra la administración, así como prácticas de reclutamiento que, según la orden, podrían ser objeto de revisión bajo el marco normativo aplicable.
Diversas organizaciones han reaccionado a la publicación de la orden. La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) emitió un comunicado en el que manifestó su posición respecto a la medida, resaltando su posible impacto en el ejercicio de la abogacía y la representación legal.
La orden ejecutiva se enmarca dentro de una serie de disposiciones previas que han afectado a otras firmas jurídicas, incluyendo Perkins Coie y Paul Weiss, cuyos abogados enfrentaron restricciones en el acceso a información clasificada y contratos gubernamentales. En casos anteriores, se han adoptado medidas similares contra despachos que han participado en litigios relacionados con normativas federales, políticas de seguridad y regulaciones en materia de igualdad.
“Jenner & Block LLP (Jenner) es otro bufete de abogados que ha abandonado los más altos ideales de la profesión, ha tolerado la guerra legal partidista y ha abusado de su práctica pro bono para participar en actividades que socavan la justicia y los intereses de Estados Unidos. Por ejemplo, Jenner realiza evidentes representaciones partidistas para lograr fines políticos, apoya ataques contra mujeres y niños basándose en la negativa a aceptar la realidad biológica del sexo y respalda la obstrucción de los esfuerzos para prevenir que inmigrantes indocumentados cometan crímenes atroces y trafiquen drogas letales dentro de nuestras fronteras”, señala la orden.
“Además, Jenner estaba «encantada» de volver a contratar al inmoral Andrew Weissmann tras su participación en procesos partidistas como parte de la investigación totalmente injustificada de Robert Mueller. La carrera de Andrew Weissmann se ha basado en el uso de armas del gobierno y el abuso de poder, incluyendo la devastación de decenas de miles de familias estadounidenses que trabajaron para la ahora extinta Arthur Andersen LLP, solo para que la Corte Suprema anulara su procesamiento ilegalmente agresivo”, agrega el texto.