El comisionado general de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, instó a permitir el ingreso de la prensa internacional a la Franja de Gaza, un acceso vetado por Israel desde el comienzo de la guerra hace un año y medio.
“La ausencia de información independiente alimenta la propaganda, la desinformación y la deshumanización”, declaró Lazzarini, subrayando que los periodistas palestinos continúan con su labor en condiciones extremas. En una publicación en su cuenta oficial de X (ex Twitter), denunció que 170 periodistas palestinos han sido asesinados hasta la fecha, mientras intentaban documentar la crisis humanitaria y los ataques en Gaza.
“Es hora de que los medios de comunicación internacionales entren en Gaza”, recalcó el titular de UNRWA, al tiempo que destacó que el libre flujo de información es esencial para la rendición de cuentas en contextos de conflicto.
Por su parte, Ajith Sunghay, jefe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en los Territorios Palestinos Ocupados, se sumó a las denuncias de abusos contra periodistas. “Han sido víctimas de asesinatos, censura y detenciones. Desde el 7 de octubre de 2023 hasta el 11 de abril de este año, se han registrado 209 periodistas y trabajadores de medios palestinos asesinados en Gaza, al menos 27 de ellos mujeres”, detalló.
Además, denunció que las oficinas de los medios locales han sido destruidas y que hay numerosos reportes de detenciones arbitrarias, malos tratos, tortura y violencia sexual, tanto en Gaza como en Cisjordania. Incluso, señaló que también se han registrado casos de represión por parte de la Autoridad Nacional Palestina contra periodistas en Cisjordania.
“El asesinato de periodistas es un crimen de guerra. Son civiles protegidos por el derecho internacional humanitario, salvo que participen directamente en las hostilidades”, recordó Sunghay.
Mientras tanto, la situación humanitaria sigue deteriorándose. Las agencias de Naciones Unidas informaron que, tras siete semanas de cierre fronterizo impuesto por Israel, los suministros esenciales apenas ingresan a Gaza. La falta de alimentos, medicamentos y combustible ha provocado el cierre de panaderías y pone en riesgo la operación de hospitales.
Desde la reanudación de los bombardeos el pasado 18 de marzo, más de 500.000 personas han sido desplazadas nuevamente. El ejército israelí ha establecido zonas de seguridad que abarcan cerca del 30% del territorio gazatí, donde se impide la permanencia de civiles palestinos.
Pese a las hostilidades, el personal de UNRWA continúa su labor. Recientemente logró la reapertura de un centro de salud en Maan, en el sur de Gaza, y reparó un pozo de agua en Jabalia que abastece a 20.000 personas desplazadas. También mantiene en marcha una campaña de donación de sangre y la recolección de residuos sólidos, que actualmente cubre apenas el 40% de las necesidades del enclave.
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), el conflicto ha dejado hasta ahora más de 51.000 palestinos muertos y más de 116.000 heridos.