El Parlamento de Escocia aprobó la primera fase de tramitación del proyecto de ley sobre muerte asistida para adultos con enfermedades terminales. La iniciativa legislativa, impulsada por el diputado Liam McArthur, obtuvo 70 votos a favor y 56 en contra, y se enmarca en el contexto normativo escocés como un posible nuevo desarrollo en materia de derechos sanitarios y regulación del final de la vida.
El proyecto de ley fue presentado por el grupo parlamentario de los demócratas liberales escoceses en el año 2024. Su objetivo consiste en establecer un marco legal que permita a personas adultas con enfermedades terminales solicitar asistencia médica para provocar su propia muerte, bajo determinadas condiciones.
Los requisitos estipulados por el texto legislativo incluyen: tener al menos 16 años de edad, haber residido en Escocia durante un período mínimo de 12 meses previos a la solicitud, estar inscrito en un centro de atención primaria o bajo la supervisión de un médico general en Escocia, y demostrar plena capacidad para comprender y consentir el procedimiento. Adicionalmente, debe verificarse la existencia de una enfermedad terminal, conforme a la definición legal establecida en el propio proyecto.
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La normativa contempla, asimismo, la intervención de dos profesionales médicos que deberán evaluar de forma independiente si el solicitante cumple con los criterios de elegibilidad y confirmar que la decisión ha sido adoptada de manera voluntaria, sin coacción ni influencia indebida.
A raíz de la aprobación en primera fase, la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos presentó observaciones respecto al contenido del texto. Entre ellas, propuso elevar la edad mínima para acceder al procedimiento de 16 a 18 años y subrayó la necesidad de establecer salvaguardias adicionales relativas a la definición de enfermedad terminal y su posible intersección con la discapacidad, de conformidad con lo dispuesto en la Ley de Igualdad de 2010, concretamente en su sección 6.
Algunos miembros del Parlamento expresaron preocupaciones relacionadas con el riesgo potencial que podría derivarse para las personas con discapacidad. Estas observaciones fueron incorporadas al debate parlamentario como elementos relevantes para el análisis en futuras etapas legislativas.
El proyecto de ley deberá superar dos fases adicionales de revisión parlamentaria antes de una eventual aprobación final. En paralelo, se está considerando en el ámbito del Reino Unido un proyecto de ley similar, denominado “Proyecto de Ley para Adultos con Enfermedades Terminales (Fin de la Vida)”.