Dejando de lado discusiones doctrinarias, para una mejor comprensión de lo que luego expondré, un ejemplo de derecho sería el “derecho a la vida”; un ejemplo de garantía, para tal derecho, sería que todo medicamento esencial para mantener la vida de alguien, sea entregado gratuitamente a dicha persona o costeado por alternativas acordes al contexto económico del paciente y que bajo ningún concepto se le negara dicha medicación o tratamiento médico que guarnecen su vida.

¿Han intentado movilizarse en un auto sin motor? Es un auto, parece un auto, tiene 4 ruedas, manubrio y todos los artefactos propios de un automóvil, sin embargo, sin su motor no podrás conducirlo de un lugar a otro lugar; quizás podrás utilizarlo, para otros fines, por ejemplo, como adorno o como un juguete para que los niños y niñas jueguen a que están manejando, etc.

Algo similar ocurre con un derecho sin garantías, es un derecho, parece un derecho, tiene los elementos propios de todo derecho, sin embargo, si no existen garantías que lo amparen, no podrás ejercerlo de manera empírica y concreta, podrás utilizar el derecho para otros fines, como por ejemplo, estamparlo en una polera e ir a un concierto; podrías también utilizarlos como una ilusión, una declaración que adorna un código o constituciones, para hacer creer al resto, de que son titulares activos de esos derechos, etc.

Es fácil rellenar hojas en blanco con muchos derechos, la tarea profunda y responsable es unir esos derechos a garantías, de manera tal, que no puedan separarse, (alerta de spoiler) como la película de Robin Williams “Más allá de los sueños” donde ni el mismo infierno los logró separar; lamentablemente, ni el derecho a la vida se sustenta a sí misma , deben existir garantías que protejan a todo derecho, estableciendo mecanismos, para poder ejercerlos de manera expedita, libremente(en lo posible), existiendo también, órganos fiscalizadores con atribuciones suficientes, para amparar esos derechos y  que, por ende, se cumpla la premisa “los derechos de uno terminan donde inician los de otro”, no como el SERNAC, cuya función, de defender los derechos del consumidor, ha sido reducida a mandar correos electrónicos a la empresa infractora y cruzar los dedos, para que el destinatario responda con probidad y transparencia o al menos responda.

En una sociedad íntegra, esencialmente educada en principios, valores, espiritualidad (sí, escribí espiritualidad), empatía y otras cosas relegadas a un cementerio, como la difunta educación cívica; es posible pensar en la obsolescencia de las garantías, ya que, todas y todos los ciudadanos y ciudadanas de la región, país o planeta que sea, no necesitarían mecanismos jurídicos coercitivos para poder ejercer sus derechos ni fiscalización que las y los obliguen a respetar el derecho del resto. (Santiago, 26 diciembre 2020)