Es preocupante la estrategia elegida para actualizar la ley que regula la protección de datos en Chile. Considerando las falencias de la normativa que se desea replicar, se corre el riesgo de promulgar una ley obsoleta, que no considera realmente el estado de la economía digital y que es ineficaz para proteger la experiencia digital de quienes residen en Chile.

El actual proyecto de ley es un esfuerzo para acercar la legislación chilena a la Regulación General de Protección de Datos Europea (RGPD). Dicho camino ha sido celebrado por miembros del Congreso, profesionales y académicos nacionales, haciendo eco de antiguos reportes que llamaron dicha norma el estándar dorado para la protección de datos. Sin embargo, luego de 6 años desde su entrada en vigencia, son evidentes las falencias sistémicas de la ley Europea. Sumado a la gran cantidad de filtración de datos, cuya tasa de resolución es menor al 0,5%, en Bruselas preocupa por sobre todo la incapacidad de la RGPD para proteger los intereses de sus habitantes.

Esta incapacidad se ve reflejada en la creciente sensación de desprotección digital que existe en Europa. Para legislar a largo plazo es imprescindible que el proyecto de ley evite estas falencias y eleve el estándar para la protección digital en Chile.

Vicente Arias González

The Global Initiative for Digital Empowerment