Reportaje

Imagen: La Vanguardia

Música urbana ¿Ritmos que motivan o fenómeno que incita a la violencia?

Definitivamente en el contexto sociocultural en el cual nos encontramos como país, pareciese ser necesario crear mayor conciencia respecto de lo que consumimos y representamos tanto visual como musicalmente. Entregar un mensaje positivo, sin dejar de lado la esencia de estos ritmos podría ser un avance importante tanto para los artistas como para el público que los escucha y disfruta de esta música.

30 de julio de 2022

Por Ricardo Palma Santibáñez, USS.

Durante estas semanas se ha producido un debate respecto a un proyecto de ley presentado por las diputadas Ximena Ossandón, Marcia Raphel, Sara Concha, Sofía Cid y los diputados René Alinco, José Miguel Castro, Andrés Celis y Tomás Lagomarsino, el cual versa sobre “prohibir en todos los establecimientos educacionales la reproducción de elementos audiovisuales, cualquiera sea su formato, que en su contenido haga mención expresa al consumo de drogas o al uso y/o porte de armas, ambas de cualquier tipo” (Boletín n°15158-04).

Fundamentos de esta iniciativa

Con el advenimiento de la pandemia Covid-19 y una serie de cambios que han ocurrido en estos últimos años, nos encontramos con un fenómeno explosivo que tuvo su auge y de hecho aún lo mantiene que es el crecimiento de la industria musical chilena. Más en específico ritmos como el mambo, el reggaetón o el trap, se colmaron de popularidad y éxito en las diversas plataformas digitales como Spotify, Tik Tok y YouTube. Convirtiéndose el género urbano, hoy, en la música más popular y escuchada en nuestro país.

¿A qué se debe tanto éxito? De seguro sus melodías pegajosas y bailables han sido el tónico que lograron conquistar los rankings de los más escuchados, incluso a nivel mundial. Pero si bien el reggaetón lleva años siendo líder en estas listas, lo que llama la atención es precisamente el crecimiento exponencial de artistas nacionales que se han convertido en verdaderos referentes para los niños, los jóvenes y los no tan jóvenes, quienes consumen a diario sus canciones, volviéndolo todo un fenómeno cultural y un espacio nunca antes visto, al menos en estos ritmos, en la escena musical chilena.

¿Pero podría esto ser un problema? Según la mirada de algunos parlamentarios, sí, pues consideran que ciertas letras de esta música son un factor tremendamente influyente en la conducta de los jóvenes, acercándolos e incitándolos a la violencia en los establecimientos educacionales. Por tanto la intención de esta propuesta es distanciar lo más posible estas líricas negativas de los oídos de los estudiantes, esperando reducir los problemas de convivencia que se han evidenciado este último tiempo en diversos colegios de nuestro país.

En palabras de los mismos diputados, este proyecto encuentra su razón en que los niños deben educarse en entornos seguros con foco en mensajes educativos y saludables. La idea es proteger a ese niño que esté en desarrollo para que sea lo más libre en todas sus expresiones y que no se le esté cargando, como sociedad, con cantos que lo van a estar condicionando a ciertas conductas.

En definitiva, lo que se busca es poder quitar algo que se ha ido introduciendo en los niños y la juventud. Que es la normalización de las armas y las canciones que tienen incluido el consumo de drogas.

Orígenes y evolución de la música urbana.

La música urbana es sin duda, hoy, uno de los géneros más escuchados y con mayor influencia a nivel nacional e internacional. Pero ¿qué entendemos realmente por este concepto? La verdad es que esta denominación proviene de aquella música que nació aproximadamente en la década de los 80, particularmente en los barrios más pobres o marginales de Estados Unidos. Por esos años la comunidad afroamericana empezaba a alzar un nuevo movimiento que se centraba en exponer las vivencias de la calle, la discriminación y la desigualdad a través de melodías y canciones al ritmo del rap o del hip hop. Esto, sin duda, sembró las bases para una nueva forma de expresión. Y si bien comenzó como una crítica a la sociedad de esa época, este estilo fue evolucionando hasta encontrarse con una fuerte influencia latinoamericana, la cual tendría un rol fundamental para entender lo que en la actualidad denominamos como estilo urbano.

Cabe destacar que la música urbana es un título que engloba diversos subgéneros que nacieron a raíz de esta unión de influencias y culturas. De esta manera dentro de ella podemos encontrar ritmos como el rap, el trap, el mambo chileno, o el más destacado y más concurrido en la actualidad: El reggaetón.

Si queremos hablar de los orígenes del reggaetón, es necesario remontarnos a finales de los años 80, cuando en Panamá se producía un fenómeno llamado: Dance hall o reggae en español, que era influencia de los jamaiquinos. Allí los exponentes musicales estaban generando un gran revuelo con este nuevo estilo musical que poseía un ritmo y letras llamativas, que hacían bailar a toda la gente. Uno de los mayores exponentes de esa época y que resaltó entre la multitud fue Edgardo Armando Franco, también apodado “El General” a quien se le atribuye ser uno de los pioneros de este nuevo ritmo y que más adelante sentaría las bases para lo que hoy se conoce como Reggaetón.

Por su parte, en Puerto Rico estaba ocurriendo otro fenómeno pero con la música underground, denominada así por su contenido más calle, con alusión a las armas, al sexo y a las drogas. Sin perjuicio de ello hubo un exponente que resaltó en esta época y que trascendió con su talento, nos referimos a Luis Armando Lozada Cruz, más conocido por su nombre artístico “Vico C”. Sin duda él fue uno de los pioneros en lo que respecta al rap en español.

Llegando a principios de los años 90, cuando estos dos géneros musicales comienzan a unirse, sucede lo inesperado. Surge un artista que en conjunto con un Dj apodado “Dj Playero” lanzan un mixtape denominado “Playero 34” donde aseguran que es la primera vez que se escucha decir la palabra “Reggaetón”. Ese artista es Ramón Luis Ayala Rodríguez, apodado “Daddy Yankee”, quien más adelante, a inicios de los años 2000 sacaría al mercado el que es considerado el álbum más exitoso del reggaetón “Barrio fino” donde se encuentran canciones como Gasolina, Lo que Pasó Pasó, entre otros temas que trascendieron e hicieron de este nuevo género musical un movimiento tremendamente exitoso y que perdura hasta el día de hoy, inclusive llegando a fusionarse con otros géneros musicales como el pop, la salsa, la bachata y otras variaciones.

Música urbana nacional

Al puro estilo del underground en sus inicios, aquí en Chile también creció un movimiento que si bien en sus comienzos era más escuchado y producido en los barrios de estratos bajos o marginales de nuestra sociedad, ha tenido un cambio rotundo respecto de los últimos años. Nos referimos al fenómeno del mambo chileno y de la industria del trap y reggaetón nacional.

Por su parte el mambo chileno es un género musical particular. Si bien sus ritmos contienen una influencia internacional, sus líricas de basan en las vivencias de la población, balaceras en los barrios, amigos y familiares presos, “panas” que han muerto, entre otras situaciones que les ha tocado vivir. Definitivamente en cada mambo se cuenta una historia que identifica a miles de personas que viven sumergidas en la pobreza y la marginación de la sociedad, donde abundan las calles estrechas, los hacinamientos y los basurales improvisados. Donde ser “flaite” ya no es solamente ser traficante, o ser delincuente, sino que es la expresión de un contexto que no todos entienden y que estos artistas quieren hacerlo notar a través de sus obras musicales.

El reggaetón, en tanto y el trap nacional, han sido otro fenómeno musical que durante los últimos años han conquistado las diversas plataformas digitales. Es más, según la plataforma de streaming Spotify, Chile ha liderado las reproducciones de reggaetón en los años 2018, 2019, 2020 y 2021, convirtiéndose Santiago, no solo en la capital de nuestro país, sino que en la “capital mundial del reggaetón”. Y lo que llama profundamente la atención es el aumento significativo de artistas nacionales que lideran estas reproducciones. Según la misma plataforma, casi el 40% del Top 50 de Chile está siendo ocupado por ellos.

Un reflejo de lo anterior fue la cantidad de reproducciones de la playlist Reggaetón Chileno que durante 2021 creció más de 2.600% y además en el mismo año, el artista más escuchado en esta plataforma a nivel nacional fue Matías Muñoz o “Marcianeke” por su apodo musical, el autor de “Dímelo Má” lideró los puestos, superando los 4 millones de oyentes mensuales y sumó millones de reproducciones en sus vídeos de YouTube.

A su vez otros artistas como Pailita, Polimá WestCoast, Cris Mj, Pablo Chill-E y El Jordan 23 han tenido un gran crecimiento en el mundo de la música, llegando incluso a oídos internacionales y en su mayoría han logrado colaborar con otros cantantes del género urbano ya consolidados.

Ejemplo de ello es Pablo Chill-E, quien colaboraría con Duki y Bad Bunny en la canción “Hablamos mañana” que cuenta con más de 70 millones de reproducciones en YouTube y cerca de 150 millones de reproducciones en Spotify. También uno de los últimos temas que ha entusiasmado a la fanaticada y ha tenido una gran aceptación es “Ultra Solo” de Polimá WestCoast con Pailita que en tan solo 5 meses ha logrado más de 50 millones de reproducciones en YouTube y 150 millones en Spotify. Y su remix que fue lanzado hace aproximadamente 1 mes cuenta con la colaboración de Paloma Mami y artistas internacionales tales como Feid y De La Ghetto, sumando ya a la fecha 40 millones de reproducciones en YouTube y 50 millones en Spotify.

De seguro con todo lo anterior, queda más que evidenciado que este movimiento llegó para quedarse y como afirmó la misma empresa Spotify “Con la combinación de fanáticos generando una gran cantidad de transmisiones y una afluencia de talento local, el futuro es brillante para el reggaetón en Chile”.

Influencia del Reggaetón en los jóvenes

Si bien se han realizado diversos estudios respecto de la influencia que tiene esta música en la juventud, en varios concuerdan que las letras de algunas canciones no son recomendadas para todo público. Para algunos, como la psicóloga infantil mexicana Daniela Muñoz estas canciones no son recomendadas para menores de 12 años, ya que se encuentran en una etapa de asimilación de valores y patrones sociales. Con lo cual el alto contenido sexual o violento que poseen algunas letras, puede afectar de forma negativa a su desarrollo cognitivo, desencadenando una serie de consecuencias como angustia, confusión en su escala de valores, hipersexualización, problemas de autoestima y desarrollo precoz. Así lo afirmaba en una entrevista para la agencia EFE. Sin embargo, enfatizó, que “generalizar al reggaetón sería injusto” puesto que no todos tienen el mismo enfoque.

Para otros, es en la adolescencia la etapa más crítica, cuando estas líricas suelen ser violentas o con ciertas alusiones condicionantes. Ya que es en este proceso de la vida, cuando los jóvenes están en busca de una identidad y por tanto, recurren a la música como un elemento selectivo respecto de su grupo o de sus pares, con quienes encuentran mayor afinidad. “En muchas ocasiones su personalidad se basa en elementos como la forma de vestir, de hablar, sus gustos musicales y la posesión de objetos materiales que coinciden con los de sus amigos. De esta manera forman grupos que tienen los mismos gustos y, a partir de esto, va a depender su conducta, valores e identidad”. Desarrolla en su blog la psicóloga Amparo Calandín.

El rol que cumplan los padres en este proceso, también es fundamental. El poder hablar con sus hijos y los valores que se enseñen en el hogar de seguro tendrán un impacto en el comportamiento y como realmente influyan estas letras y la música en el desarrollo de la personalidad de los niños y los jóvenes.

No es la música, son las letras

En conclusión, tratar de censurar este estilo de música por sus letras pareciese ser en principio una buena medida, pero la verdad es que es todo lo contrario.

Muchos intentos no sólo a nivel nacional se han hecho por tratar de suprimir esta música. Ya ocurría a principios de los 2000 en Puerto Rico, donde recordemos fue uno de los países pioneros del reggaetón. En Colombia, Guatemala, Honduras, y últimamente en México, se han presentado proyectos de ley, también en relación con la prohibición de reproducir música que haga alusión a las armas, a las drogas, por considerarse un incentivo para cometer ilícitos o derechamente la culpable de los aumentos de violencia.

Pero ¿es el reggaetón? Como recordaremos, en los orígenes de esta música se trató de vivenciar las injusticias y lo que aquellas personas de estratos más bajos sufrían a diario. A día de hoy si las canciones que más pegan en los top, suelen hacer alusión a las drogas o las armas, puede ser porque también dichas cosas han ido en aumento y aquello suele pasar porque faltan mayores políticas públicas que traten con mayor dureza la delincuencia y por supuesto un lucha férrea en contra de las drogas y de las armas.

Cabe destacar que en estos intentos de suprimir la música urbana, siempre han chocado con el principio fundamental de la Libertad de expresión, por lo tanto, de igual forma si nos ponemos a pensar si realmente es adecuada esta medida, pareciese ser que no. Primero porque el fiscalizar la reproducción de este contenido en los establecimientos, es difícil. Segundo, con todas las plataformas digitales que existen al día de hoy y considerando que la mayoría de los jóvenes cuentan con un teléfono móvil donde pueden reproducir de igual forma esta música, no tiene sentido censurarla solo en un espacio o momento determinado.

A su vez, lo que parecería más razonable sería justamente una mayor fuerza respecto de proyectos de ley en contra de la delincuencia, de las drogas, de las armas. Una mayor preocupación por la desigualdad que existe en nuestro país. Y por supuesto, apelar a la ética de los productores y los artistas nacionales que comiencen a generar música con letras un poco más limpias, como ocurrió de igual forma en los inicios del reggaetón comercial. Y es que fue en ese momento cuando la música despegó a niveles internacionales y se conformó el género como lo conocemos hasta el día de hoy. Entregar un mensaje positivo, sin dejar de lado la esencia de estos ritmos  podría ser un avance importante tanto para los artistas como para el público que los escucha y disfruta de esta música.

 

 

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