La moción, patrocinada por las Diputadas Carmen Hertz, Erika Olivera, Maite Orsini, Andrea Parra, Marcela Sandoval, Gael Yeomans, y el Diputado Diego Ibáñez, crea un sistema único de identificación de tallas de vestuario.
El proyecto indica que en nuestro país no existe un sistema uniforme de tallas para la ropa, por lo que la sociedad está expuesta a lo que se llama vanity sizing o «la inflación de las tallas», que busca adecuarse al tamaño de la población que no se mantiene estable en el tiempo, pero también apunta a que las personas se sientan más delgadas y felices con su apariencia, por lo que se van modificando los números de las tallas para mejorar la autoestima, por lo que si en un comienzo el número de talla era 42, después esa misma prenda con las mismas medidas puede ser número 38 o 40.
Señala que, para lograr estandarizar las tallas, resulta necesario contar con un estudio antropométrico a nivel nacional, que permita identificar las medidas promedio de los cuerpos en población de Chile. Con esos parámetros se facilitaría el fijar un tallaje más homogéneo que responda a las características particulares de nuestra población, además de aportar un gran número de datos relevantes a otros ámbitos, tales como la salud, a través de la caracterización de fenotipos, con múltiples aplicaciones. No obstante, en Chile no se ha realizado un estudio de tales características y se requiere iniciar a una política pública que lo incluya.
Sostiene que avanzar en una ley de tallas, junto con medidas como un estudio antropométrico, traerá beneficios para la salud de las personas, en materia de consumo existirán clientes con mayor información para tomar decisión, en contexto sanitario de restricciones por la pandemia, permitirá más fácilmente la compra vía web y, por último, puede reducir a nivel de las tiendas, las devoluciones o cambios de indumentarias, por los problemas con las tallas.
Por lo expuesto, propone crear un sistema único de identificación de tallas de indumentaria, consistente en un reglamento conjunto, dictado por el Ministerio de Economía y el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, que contendrá los números de tallas de la indumentaria con las medidas exactas para la población diferenciada para hombres y mujeres; debiendo la totalidad de la indumentaria dirigida a personas mayores de los 12 años ser fabricada, confeccionada, comercializada e importada de conformidad con dicho sistema, identificándose la talla en el pictograma correspondiente en una etiqueta adherida a la prenda, de manera cierta, clara y detallada.
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Para la elaboración del reglamento, autoriza encargar la realización de un estudio antropométrico, con la colaboración de universidades y centros de estudios, con una muestra representativa del total de la población chilena, con criterios de edad y sexo de las personas, en el plazo de 1 año desde la aprobación de la ley.
A su vez, prevé que las tallas de indumentaria que se usen actualmente cuyas sus medidas no calcen con alguna de las medidas del nuevo sistema, deberán convertirse a la talla más próxima.
Finalmente, establece que las empresas que se dediquen a la fabricación, confección, y comercialización e importación de indumentaria de vestimenta, cuyos ingresos por ventas y servicios sean inferiores a 25.000 UF en el año, tendrán 1 año contados desde la dictación del mentado reglamento para adecuar sus productos al sistema único de tallas. Por su parte, aquellas empresas con ingresos superiores a 25.000 UF en el año, tendrán 6 meses para tales efectos.
Vea Boletín N°14812-03 y siga su tramitación aquí.