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imagen: atresmedia.com
España.

Mujer es condenada a 18 meses de cárcel por dejar morir de hambre a su perro.

Tener un animal encerrado en espacio reducido y con el bozal puesto a diario causa un estrés tremendo. Se acreditó que fue la falta de atención y el hecho de tener al animal todo el día con el bozal lo que le impedía comer y beber causándole la muerte.

21 de octubre de 2022

El Juzgado de lo Penal Nº1 de Lugo (España), condenó a una mujer por la muerte de su perro, al acreditarse que la causa de ello fue la falta de cuidado y un actuar negligente.

La condenada era dueña de un perro labrador de dos años de edad, que mantuvo encerrado por un tiempo indeterminado con el bozal puesto y sin poder comer ni beber agua. Fue llevado a una clínica veterinaria “(…) en estado de shock y con una situación de desnutrición severa, hipotermia, deshidratación, con los belfos del hocico inflamados y sin responder prácticamente a estímulos”.

En su análisis de fondo, el Juzgado comprueba que una vecina “(…) declaró que la imputada tenía un perro y que ella lo vio un día en la terraza, en condiciones paupérrimas, con el bozal puesto lleno de papeles y sin agua ni comida. También aseguró que aunque ella sólo vio al animal encerrado en la terraza ese día, lo oía ladrar a diario. Constan asimismo fotografías efectuadas por la testigo en las que se puede ver al animal en una terraza de tamaño mínimo, con el bozal puesto y lleno de papeles”.

Observa que el informe veterinario, adjunto al expediente, señala que “(…) la impresión clínica es que el animal llevaba mucho tiempo (semanas o meses) en las peores condiciones, lo que se deduce del estado de su piel y de su extrema delgadez, sin sintomatología clínica que justifique ambos estados”.

El informe agrega que “(…) el animal tenía una marca alrededor del hocico, consecuencia de tener el bozal permanentemente puesto y con papeles metidos dentro, lo que provocó una intensa presión. Con un adecuado uso del bozal no se habría producido daño. Sin duda alguna, la causa de la muerte fue la falta de cuidados adecuados”.

En definitiva, el Juzgado concluye que “(…) hay que tener en cuenta, según manifiesta la veterinaria que examinó al perro, que el tener a un animal encerrado en un espacio de tales características y con el bozal puesto a diario causa un estrés tremendo. Asimismo, consta acreditado que fue la falta de atención adecuada, y el hecho de tener al animal todo el día con el bozal puesto, lo que le impedía comer y beber, lo que causó el fallecimiento del animal”.

Al tenor de lo expuesto, el Juzgado condenó a la mujer a 18 meses de prisión y a la inhabilitación, por el lapso de 4 años, para la tenencia de animales, por la comisión del delito de maltrato animal.

 

Vea sentencia Juzgado de lo Penal Nº1 de Lugo 00502/2022.

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