El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunció que pondrá fin oficialmente a la emergencia nacional y la emergencia de salud pública declaradas a causa del Covid-19. Las medidas decretadas en el marco de la pandemia que aún siguen vigentes se extenderán hasta el próximo 11 de mayo, fecha en que quedarán derogadas.
La materialización del anuncio implicará que el virus será considerado una amenaza endémica en el territorio nacional y, por ende, podrá ser abordado por las agencias federales corrientes. La Casa Blanca dio a conocer la noticia después de que los legisladores pusieran fin a las medidas de emergencia que impusieron restricciones a la vida cotidiana de millones de estadounidenses, entre ellas el confinamiento.
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El fin de la emergencia también impactará en los fondos federales reservados para la emergencia, por lo que el Estado dejará de adquirir vacunas para inocular gratuitamente. Por ello se prevé un aumento en el valor de las vacunas. Por ejemplo, Pfizer declaró que cobraría hasta $130 dólares por dosis.
El Congreso había presionado al gobierno para que declarara el fin de la emergencia, mitigando sus alcances e incluso negándose a seguir autorizando fondos para financiar el programa de vacunación gratuita.
“El país ha vuelto en gran medida a la normalidad. Los estadounidenses comunes han regresado al trabajo y la escuela sin restricciones en sus actividades. Es hora de que el gobierno reconozca esta realidad: la pandemia ha terminado”, señaló un legislador republicano.
El gobierno defendió su decisión de extender la emergencia hasta el 11 mayo, aduciendo que el cambio debe ser gradual para aminorar las consecuencias no deseadas.
“Un final abrupto de las declaraciones de emergencia crearía un gran caos e incertidumbre en todo el sistema de atención médica: para los estados, hospitales y consultorios médicos y, lo que es más importante, para decenas de millones de estadounidenses”, manifestó la Oficina de Administración y Presupuesto.