La gobernadora del Estado de Nueva Gales del Sur (Australia) indultó a una mujer que pasó 20 años tras las rejas por el presunto asesinato de sus cuatro hijos, debido a una nueva investigación que plantea “dudas razonables” sobre su efectiva responsabilidad. Sin embargo, la decisión de la autoridad administrativa deberá ser ratificada por el Tribunal Penal de Apelaciones.
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En 2003, Kathleen Folbigg fue condenada a 40 años de cárcel por la muerte de sus cuatro hijos entre 1989 y 1999, aparentemente por muerte súbita, pues en ninguno de los casos se encontraron indicios de violencia física. No obstante, tras la última muerte las autoridades iniciaron una investigación debido a las sospechas que pesaban en su contra, las cuales se acrecentaron debido a sus antecedentes familiares. Ello pues su progenitor asesinó a su madre cuando ella era una bebé. Para el juez de la causa existían razones suficientes para creer que asfixió a los menores.
A lo largo de los años Folbigg siempre defendió su inocencia, hasta que en 2020 un equipo de científicos de la Universidad Nacional de Australia comenzó a investigar su ADN. Los resultados, publicados recientemente, dan cuenta que la muerte de los menores se debió a causas naturales, puesto que el estudio concluyó que la mujer es portadora de una rara mutación genética (CALM2-G114R9) que habría transmitido a sus hijos. Si bien es una condición extremadamente rara, las personas que la padecen tienen una alta probabilidad de morir súbitamente.
«Es imposible comprender el daño que se ha inflingido sobre Kathleen Folbigg… el dolor de perder a sus hijos y luego casi dos décadas encerrada en cárceles de máxima seguridad por crímenes que la ciencia ha demostrado que nunca ocurrieron», señaló ante la prensa la abogada de la indultada.