La Unión Europea aprobó la revisión de la “Recomendación sobre entornos libres de humo”, con el objetivo de ampliar las disposiciones existentes para reducir la exposición de la población al humo ambiental de tabaco y a los aerosoles generados por productos emergentes. Esta medida establece nuevos lineamientos para los Estados miembros en materia de regulación de espacios públicos y protección de la salud.
En virtud de la Recomendación revisada, se solicita a los Estados miembros la implementación de medidas que extiendan las zonas libres de humo a determinados espacios al aire libre. Estas zonas incluyen, entre otras, los parques infantiles públicos, las áreas exteriores de instalaciones educativas y sanitarias, las inmediaciones de edificios públicos y las paradas de transporte. Asimismo, se establece que las políticas existentes de prohibición de fumar deben aplicarse a productos emergentes como los cigarrillos electrónicos y el tabaco.
El texto enfatiza la necesidad de proteger especialmente a los menores de edad y jóvenes de los efectos de la exposición al humo ambiental del tabaco y productos como los vapeadores. La inclusión de estos últimos en las restricciones responde a su creciente popularidad entre sectores jóvenes de la población y al potencial impacto en su salud.
La Recomendación revisada se alinea con el marco legal y las iniciativas ya implementadas por ciertos Estados miembros, promoviendo una armonización de las políticas nacionales en este ámbito. Estas disposiciones encuentran respaldo en las declaraciones de la Organización Mundial de la Salud, que ha señalado la ausencia de niveles seguros de exposición al humo ambiental de tabaco y la posible conexión de los aerosoles de productos emergentes con problemas de salud respiratoria y cardiovascular.
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Corresponde a los Estados miembros evaluar y aplicar esta Recomendación conforme a sus respectivos contextos jurídicos y sociales. Para apoyar estas acciones, la Comisión Europea proporcionará financiación a través del programa UEproSalud, con el fin de facilitar la implementación de estas medidas en las legislaciones nacionales.
Este marco normativo también busca contribuir al cumplimiento de las metas establecidas en el Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer, que establece como objetivo la reducción significativa del uso de productos derivados del tabaco en la población de la Unión Europea antes de 2040.
“De debe proporcionar una protección eficaz contra el humo de tabaco ajeno y los aerosoles en las zonas al aire libre asociadas a los locales que imparten educación y formación a niños y jóvenes. Entre esas instalaciones deberían figurar las guarderías infantiles, las escuelas primarias y secundarias, las instituciones de educación y formación profesional, las universidades, los centros juveniles y otras instalaciones similares”, señala el texto
“Es importante la inclusión de otras zonas al aire libre en las que es probable que se congreguen miembros del público, incluidos niños, menores o personas vulnerables, como acciones complementarias para prevenir el consumo y la adicción al tabaco y la nicotina y contribuir a la creación de entornos totalmente libres de humo y aerosoles. Entre esos espacios podrían figurar, entre otros, las zonas al aire libre en las que se organizan eventos, los auditorios y las zonas de espectadores en eventos públicos y los espacios asociados a edificios abiertos al público que es probable que tengan un tráfico peatonal intenso (por ejemplo, las entradas a centros comerciales, los patios de edificios abiertos al público)”, indica en sus recomendaciones.