Artículos de Opinión

Las vacunas en Chile: la lucha contra el covid-19 y sus variantes.

Con todo, bien sea una variante nueva o antigua, las medidas de protección que se deben tomar para mantenerse a salvo del COVID-19 siguen siendo las mismas: practicar el distanciamiento social, evitar las reuniones sociales y familiares, especialmente los grupos grandes y los eventos que se llevan a cabo en interiores, usar cubre bocas cuando se esté en espacios públicos y quedarse en casa, si se siente mal. Medidas tan repetidas que de antiguas son las más eficaces

“Le digo a la gente que más tonta es sino se vacuna.  La vacuna es una cosa muy buena”.
(Frase viral de señora de 82 años tras ponerse la segunda dosis de la vacuna de Pfizer)

En el presente estudio me abocaré a revisar la que es, hoy en día, la vacuna más comentada: la vacuna contra el virus que produce la enfermedad del Covid 19. Y lo digo en sentido genérico aunque bien sabemos que existen varias opciones según el laboratorio que la produzca. Pero, lamentablemente, también hoy en día tenemos nuevas “variantes” del virus y no todas las inoculaciones han resultado ser eficaces a ellas. ¿Será que aún tenemos Covid para rato?

 

1. ANTECEDENTES

Desde que el 31 de diciembre de 2019 se notificó el primer caso de Covid-19 en la ciudad de Wuhan, China, el virus se ha esparcido con rapidez por toda la Tierra, superando los 75.433.000 casos y más de 1.670.000 fallecidos. En Chile, esta nueva cepa de coronavirus arribó el pasado 3 de marzo. Como ya sucedió en otros países, la propagación comenzó lentamente y al cabo de unos días se aceleró. A esa velocidad súbita se le conoce como la “expansión exponencial de la enfermedad”, pues se va multiplicando sobre las cifras previas[1].

El coronavirus SARS-CoV-2 que provoca la enfermedad COVID-19, continúa extendiéndose por el planeta. Informaciones recientes (a 30 de junio de 2021) indican el país más con más casos en términos absolutos sigue siendo Estados Unidos, con más de 33,6 millones de contagios y más de 604.000 fallecimientos, seguido de la India, que se ha convertido en el segundo país con más infectados con más de 30,3 millones de diagnósticos y casi 400.000 muertos, y de Brasil, que supera los 18,5 millones de infecciones y los 515.000 de decesos. Después de dos semanas de descenso, el ritmo de contagios en el mundo aumentó la semana pasada respecto a la anterior, según el último informe epidemiológico semanal de la Organización Mundial de la Salud, del 21 al 27 de junio. Se registraron 2,6 millones de casos, un 2 % más. Los fallecidos, sin embargo, siguen su tendencia descendente con 57.600 muertes en siete días, un 10 % menos. En Estados Unidos, la llegada a la Casa Blanca del demócrata Joe Biden ha supuesto un cambio de rumbo en la gestión de la pandemia. Por otro lado, China, el país epicentro del brote, ha contenido durante meses el avance de la pandemia. Ahora en Asia el país más afectado es India, el segundo más poblado del mundo, que no ha podido evitar la expansión del SARS-CoV-2. En África, el ritmo de contagios se ha acelerado desde noviembre y supera ya los 5 millones de casos y más de 140.000 muertos bajo la amenaza de las nuevas variantes del virus y la escasez de vacunas. Y en Latinoamérica, la rápida propagación del virus en Chile, Perú, Colombia, Panamá y Bolivia está desbordando los sistemas sanitarios del continente. En Oceanía, la tónica han sido las restricciones severas. Australia, que ha registrado más de 30.000 contagios y  900 muertes, se vio obligada a imponer restricciones en verano tras controlar durante varios meses la expansión del coronavirus. Nueva Zelanda, que impuso un confinamiento muy estricto, declaró el país libre de coronavirus el verano pasado y lo volvió a conseguir en diciembre tras controlar sus brotes activos.

En cuanto a las muertes, América y Europa suman casi el 78 % de las que se han producido en el mundo, mientras que Asia, el continente donde surgió la pandemia, reporta más del 18 % de fallecidos. El siguiente gráfico recoge las muertes diarias por cada 100.000 habitantes en cada país. En lugares como España se observan dos grandes episodios de mortalidad por coronavirus: el primero, entre marzo y abril; y el segundo, entre noviembre y diciembre. A principios de junio, Perú llevó a cabo una revisión de sus datos que supuso la incorporación de más de 115.000 fallecidos por coronavirus a su estadística oficial. Con más de 180.000 muertes registradas, el país sudamericano se ha convertido así en el de mayor tasa de mortalidad del mundo. Con todo, el recuento oficial de muertes por COVID-19 es sin duda inferior al exceso de muertes reales. La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que las cifras reales de muertes por coronavirus son dos o tres veces mayores que el recuento oficial, debido en buena parte al colapso vivido en el sistema sanitario de muchos países que ha impedido un seguimiento fiel del impacto de la enfermedad.

En Chile, según cifras oficiales entregadas por el Ministerio de Salud a la fecha existen 23.242 casos activos, un total de 1.498.792 casos recuperados dando un total de 1.555. 902 en nuestro país[2] 2.148 casos de contagio. Lo anterior significa una importante baja de casos contagiados, , muy por debajo de la cifra del mes de abril donde casi se alcanzan los diez mil casos. Lo anterior fue el principal motivo por el que muchas comunas retrocedieron a la llamada fase 1 o cuarentena[3].

En el caso específico de la Región Metropolitana, desde el año pasado ha pasado entre la fase 1 y 2, con menos casos en la fase 3. Luego de un holgado tiempo fuera de cuarentena, las autoridades se vieron obligadas a comienzos de este mes de junio[4] a decretar nuevamente el encierro que duró un par de semanas. Ayer martes 29 casi la totalidad de las comunas gozaban nuevamente de libertad[5].

 

2. LAS PRIMERAS VACUNAS

En una retrospectiva global[6], los científicos probaron la eficacia de más de 50 candidatos vacunales en ensayos clínicos. A la mayoría de las candidatas a vacunas en la fase preclínica, se sometieron apruebas de eficacia, por ejemplo, en experimentos con animales[7]. Algunas empresas como BioNTech y Pfizer, o Sinovac, probaron sus candidatos a vacunas en varios estudios al mismo tiempo: por ejemplo, en diferentes grupos de edad o con diferentes dosis y patrones de aplicación. Una vez que las fases clínicas se completaron con éxito, una empresa podía solicitar formalmente la aprobación de su vacuna. Tres autoridades de aprobación se consideraron particularmente cruciales: la FDA, de Estados Unidos; la Agencia Europea de Medicina (EMA); y la Agencia de Dispositivos Médicos y Farmacéuticos, de Japón. Con todo, si se aprobaba una vacuna, no significaba que todos podían vacunarse de inmediato. Primero, la vacuna debía producirse a gran escala. Luego, la industria logística tenía que garantizar la distribución pero también tenía que responder preguntas éticas, sobre quién debía tener prioridad, por ejemplo. Por último, pero no menos importante, cada quien debía decidir: una encuesta global, aplicada a más de 13.000 personas en los 35 países más afectados por COVID-19, encontró que la mayoría de las personas elegirían vacunarse si estuviera disponible una vacuna segura y efectiva.

Han estado siguiendo al menos 12 enfoques diferentes para desarrollar una vacuna contra el COVID-19. La mayoría de los desarrollos han apostado por una subunidad basada en proteínas: en lugar de utilizar el virus patógeno completo para la vacuna, se basan solo en componentes del virus, en este caso, una proteína que se encuentra en la envoltura del virus. Esta proteína se administra a pacientes en dosis altas, con el objetivo de provocar una respuesta rápida y fuerte del sistema inmunológico, con la esperanza de que este «recuerde» la proteína en el futuro y comience una defensa igualmente buena cuando entre en contacto con el virus. Las vacunas contra la hepatitis B o el virus del papiloma humano VPH, por ejemplo, funcionan de acuerdo con este principio. Otros tres enfoques han conseguido, hasta ahora, probarse a gran escala, en la fase clínica 3: las que emplean vectores virales no replicativos, virus inactivados y el enfoque de Ácido Ribonucleico (ARN) mensajero[8].

En América Latina[9], el ensayo clínico de la vacuna experimental BNT162b1 de BioNTech, involucró en la segunda fase a hasta 30.000 pacientes. Las pruebas, siempre que obtuvieran la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), podían avanzar. Su implementación estuvo a cargo de la Fundación Infant, que investiga enfermedades respiratorias y está dirigida por el infectólogo Fernando Polack, formado en la prestigiosa Johns Hopkins School of Medicine estadounidense. La aspiración de las farmacéuticas, en ese entonces, era distribuir centenares de millones de dosis antes de fin de año. Pero esta era sólo una de las 23 candidatas a vacunas en evaluación clínica (con seres humanos) y 140 en evaluación preclínica (con cultivos de tejidos o de células, y pruebas en animales) registradas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Un tercio del primer grupo se llevó a cabo en China, donde brotó el SARS-CoV2 y ya se investigaban vacunas contra coronavirus anteriores. Las más avanzadas y que comenzaron a ser comercializadas una es británica (Universidad de Oxford y AstraZeneca) y la otra china (Sinovac). Ambas fueron probadas en Brasil, en cooperación con el Centro de Referencia Inmunobiológico de la Universidad Federal de Sao Paulo y el instituto brasileño de investigación Butantan, respectivamente. Entre los estudios preclínicos, destacaron otros proyectos brasileños, uno de la Universidad de Sao Paulo y otro de la Fundación Oswaldo Cruz y el Instituto Butantan. Además de ellas, se avizoraba una candidata argentina, la del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de la Universidad de San Martín y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Lo mismo sucedió con una candidata que se desarrolló en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que de acuerdo con la revista National Geografic se hallaba en primera fase de evaluación en modelo animal. Se basaba en avances que los expertos habían desarrollado enfocados en otros virus[10].

Chile[11], por su parte, suscribió acuerdos con Pfizer/BioNTech para dotarse de 10 millones de dosis de vacunas. El gobierno aprobó la vacuna de Pfizer/BioNTech y recibió a fines de diciembre del año 2020[12] un primer cargamento con 20.000 dosis para iniciar el proceso de inoculación. También cerró otro acuerdo con la biofarmacéutica china Sinovac para obtener otras 10 millones de vacunas, según informó el Ministro de Salud, quien agregó que el país tiene un presupuesto de 200 millones de dólares para adquirir vacunas y que se aprestaba a iniciar conversaciones con el laboratorio chino CanSino para que también le suministre inmunizantes[13]. Con ello, Chile esperaba iniciar a comienzos del año 2021 la campaña de vacunación contra el coronavirus, que comenzará con los trabajadores de la salud. El plan contemplaba inocular en el primer trimestre del 2021 a 5 millones de personas de la población de mayor riesgo: enfermos crónicos, adultos mayores y trabajadores de la salud. Para el primer semestre del 2021, se espera haber inoculado a 15 de los más de 18 millones de habitantes del país. Para la inoculación hubo ciertos criterios, de modo que no todos los habitantes la recibieron a la vez. Algunos criterios estipulados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en EE.UU., dieron algunas ideas sobre qué tomar en cuenta a la hora de definir qué grupos van primero y cuáles después en la lista de espera para una dosis. De acuerdo a Lorena Tapia, del Instituto de Ciencias Biomédicas ICBM de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile e integrante del Comité Asesor de Vacunas, los sistemas de jerarquización sobre quiénes se vacunaban al comienzo estaban definidos desde la OMS y eso orientó los primeros lineamientos del Ministerio de Salud (Minsal). En ese mismo sentido, los primeros inoculados del país fueron los integrantes del personal de salud que atienden a pacientes Covid-19 y luego todo el grupo de personal crítico, es decir, “aquellos claves para que el país funcione y luego los pacientes con antecedentes de riesgo”. La planificación dependió del número de dosis. Un tema no menor fue que todos los grupos prioritarios son extensos (solamente los adultos mayores de 65 somos alrededor de 5 millones de personas en Chile) y si se habla de la vacuna de Pfizer-BioNTech había que considerar entonces 10 millones de vacunas porque en relación a ella hay que aplicar 2 dosis. Con todo, hubo bastante consenso en que los trabajadores de la salud en atención directa debían ser los primeros en vacunarse por el mayor riesgo de contagio que enfrentan. Fue así como dentro del grupo estuvieron las y los trabajadores de la salud que participaban en la entrega de inmunización y el personal necesario para la producción de vacunas y de laboratorios de alto riesgo[14].

Antes de seguir avanzando, hay un tema que resulta interesante revisar: al comienzo de la pandemia los científicos advirtieron que se necesitarían años para desarrollar una vacuna[15], pero ocurrió que después de sólo 10 meses las primeras inoculaciones habían comenzado a aplicarse de la mano de laboratorios internacionales de nombres que ya nos resultan familiares. Por otro lado, los analistas de inversiones pronosticaban que al menos dos de ellos, la empresa estadounidense de biotecnología Moderna y la alemana BioNTech (con su socio el gigante estadounidense Pfizer), podrían ganar miles de millones de dólares el año 2021 gracias a la vacuna contra el Covid-19[16]. Frente a la rapidez con la que se elaboró la primera vacuna, los especialistas dieron una explicación: debido a la urgente necesidad, gobiernos y donantes invirtieron miles de millones en proyectos para crearlos y probarlos. En total, los gobiernos habrían proporcionado 6.500 millones de libras (US 8.970.000), según la empresa de análisis de datos científicos Airfinity. Las organizaciones sin fines de lucro, por su parte, casi 1.500 millones de libras esterlinas (US 2.070.000). El dilema radica en el hecho de que, al comienzo de la pandemia, las grandes compañías farmacéuticas mostraron poco interés en la carrera por una vacuna contra el Covid-19. Para los laboratorios, la creación de vacunas, especialmente en caso de una emergencia sanitaria aguda, nunca ha demostrado ser un negocio muy rentable en el pasado. El proceso de descubrimiento lleva tiempo y está lejos de ser seguro y las naciones más pobres y si bien necesitan grandes suministros, no pueden permitirse precios altos. A eso se agrega que las vacunas, generalmente, deben administrarse sólo una o dos veces. Por otra parte, las empresas que comenzaron a trabajar en vacunas para otras enfermedades como el Zika y el SAR no tuvieron éxito. Con todo, cuando el mercado de inyecciones contra la gripe, que tiene un valor de varios miles de millones de dólares al año, sugirió que si el Covid-19 (como la gripe), llegó para quedarse y requería inyecciones de refuerzo anuales, entonces podría ser rentable para las empresas desarrollar su vacuna. Ello, sumado al financiamiento de los gobiernos y las agencias, dio el vamos a los laboratorios (privados) para que se pusieran a trabajar en su elaboración[17]. Rentabilidad privada de la mano de la inversión pública.

Sin embargo, desde que salieron a la luz los datos anteriores, algunas de las farmacéuticas privadas han buscado destacar la financiación adicional que han puesto en el desarrollo de vacunas, como los £448 millones de Johnson & Johnson, £1.5 mil millones de Pfizer y £4.5 mil millones de AstraZeneca. Esto porque no quieren que se vea que se están beneficiando de la crisis global, especialmente después de recibir tanta financiación externa. En cuanto al precio de venta al público, la gran farmacéutica estadounidense Johnson & Johnson y la británica AstraZeneca (que trabaja con una empresa de biotecnología con sede en la Universidad de Oxford), se comprometieron a vender la vacuna a un precio que sólo cubriría sus costos. Actualmente, AstraZeneca parecería ser el más barato a $ USD 4 (£3) por dosis. Moderna, una pequeña empresa de biotecnología, que ha estado trabajando en la tecnología detrás de su innovadora vacuna de ARN durante años, está poniendo un precio mucho más alto, hasta $ USD 37 por dosis. Su objetivo es obtener algún beneficio para los accionistas de las empresas (aunque parte del precio más alto también cubrirá los costes de transporte de esas vacunas a temperaturas muy bajas). Sin embargo, lo anterior no significaría que esos precios sean fijos. Por lo general, las compañías farmacéuticas cobran diferentes cantidades en diferentes países, de acuerdo con lo que los gobiernos pueden pagar. Por lo pronto, AstraZeneca anunció que la promesa de mantener los precios bajos se extendería sólo durante la «duración de la pandemia». Luego, podría comenzar a cobrar precios más altos a partir del 2021, dependiendo de la trayectoria de la enfermedad[18].

A juicio de Ellen ‘t Hoen, directora del grupo de investigación Ley y Política de Medicamentos, la entrega de dinero por parte de los gobiernos sin mediar condiciones fue una decisión imprudente, ya que estas innovaciones pasan a ser propiedad privada de las organizaciones comerciales que las desarrollaron y a tener el control sobre quién tiene acceso a la innovación y al conocimiento de su desarrollo. A su juicio, debiera haberse impuesto una condición para recibir financiación pública, como, por ejemplo, no tener derechos exclusivos para beneficiarse de los resultados. Incluso se habría pedido que se combinen los conocimientos técnicos detrás de las nuevas vacunas, de modo que otras empresas en India y Sudáfrica, por ejemplo, puedan fabricar dosis para sus propios mercados. Opinión contraria la tiene Rasmus Bech Hansen, director ejecutivo de Airfinity para quien no sería lógico esperar que las empresas privadas, especialmente las más pequeñas que no tienen otros productos para vender, fabriquen vacunas sin buscar ganancias, ya que estas empresas habrían asumido un riesgo significativo, se movieron muy rápido y las inversiones en investigación y desarrollo han sido significativas. Entonces, si se desea que las pequeñas empresas sigan logrando avances en el futuro sería un deber recompensarlas. Pero algunos argumentan que la magnitud de la crisis humanitaria y el financiamiento público significaba que no era el momento para hacer negocios como de costumbre. Con todo, según Emily Field, directora de investigación farmacéutica europea en Barclays, la competencia podría hacer bajar los precios, de modo que la ventana para obtener ganancias sería «muy temporal». Incluso si los pioneros no comparten su propiedad intelectual, ya hay más de 50 vacunas en ensayos clínicos en todo el mundo y en dos años, podría haber 20 vacunas en el mercado de modo que va a ser difícil cobrar un precio superior. De acuerdo a la última referencia, la OMS ha reconocido 162 proyectos que han encontrado un candidato a vacuna y se encuentran en fase preclínica. Además, hay otros 52 que la han superado y han alcanzado la etapa clínica, con pruebas en humanos. De ellos, trece están en la fase 3, previa a la comercialización[19].

Otro hecho que es necesario revisar tiene que ver con la negociación que hizo Chile para adquirir las primeras provisiones de la vacuna. En el proceso (que habría estado encabezado por el mismo Jefe de Estado) se agilizaron los acuerdos con los laboratorios a finales de abril y principios de mayo del año 2020, lo que colocó a Chile entre los países con más vacunas reservadas contra Covid-19 (con respecto al porcentaje de la población), sólo superado por Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Unión Europea y Australia[20]. Para cerrar el acuerdo, la farmacéutica habría puesto una serie de cláusulas en su contrato, entre las que destaca una que exonera de responsabilidad en caso de que un inoculado con su vacuna desarrolle efectos adversos[21]. Además, la compañía impuso a Chile adquirir 10.100.000 dosis con un calendario de entregas que considera todo el año 2021, aunque los primeros envíos serán de 50.000. También, eximía al laboratorio de realizar controles de calidad local al “producto terminado” y de su “reacondicionamiento”, debiendo las autoridades nacionales asumir “completamente la responsabilidad de por la calidad de los lotes importados y los controles de transporte y almacenamiento” de la vacuna, en las cantidades autorizadas, entre otros aspectos. Por su parte, las autoridades sanitarias tendrían el deber de vigilar a cada vacunado, compromiso asumido por el Ministerio de Salud, para intentar prevenir los posibles efectos secundarios. La situación expuesta contrasta con la ocurrida en Argentina, donde las negociaciones con la misma farmacéutica no prosperaron. El propio el ministro de Salud trasandino, admitió complicaciones en los acuerdos y hasta habría acusado a la empresa de poner “condiciones inaceptables”, ajenas al orden técnico o sanitario, como que el contrato estuviese firmado por el Presidente y no por la autoridad sanitaria y que se dictara una ley para tener alguna seguridad en el acuerdo[22].

 

III. ALARMA MUNDIAL: NUEVAS CEPAS, VARIANTES Y MUTACIONES

La pandemia de la COVID-19 ha dejado un gran número de palabras nuevas en nuestro vocabulario, siendo mutación, variante, linaje o cepa, algunas de las que más se han mencionado en las últimas semanas. Aunque, en ocasiones, se estén usando indistintamente no significan lo mismo. Cuando se habla de mutaciones, se refiere a los cambios que se producen a nivel genético de los virus, originadas cuando se replican tanto dentro de un paciente como cuando pasan a otro. Las variantes, en cambio, hacen referencia a la agrupación de dichas mutaciones y estas, a su vez, se clasifican en linajes o ramas. A veces algunas desarrollan alguna ventaja de manera aleatoria, que las hace superar a las demás. Este es el caso de las variantes Alfa, Beta y Gamma. Por último, el concepto de cepa, implica diferentes cúmulos de variantes que se consolidan y «ofrecen una característica biológica diferente» al virus. No obstante, aún no se ha detectado cepas que deriven del SARS-CoV-2[23].

A fines del año 2020, conforme avanzaban las inoculaciones, se detectaron las dos primeras variantes del coronavirus: una detectada en el Reino Unido[24] y otra en Sudáfrica. En el primer caso, una cepa del virus que presentó numerosas mutaciones genéticas respecto a las cepas que circulaban anteriormente[25]. El equipo científico que lo identificó propuso, como hipótesis, que esto pudo ocurrir en un paciente inmunodeprimido. La segunda cepa, habría sido una nueva variante del coronavirus y fue la que acusó un repunte de la enfermedad en Sudáfrica incluyendo casos, hospitalizaciones y decesos, informaron las autoridades locales. Llamada 501.V2, la variante se detectó en los últimos meses por primera vez en el Cabo Oriental y, desde entonces, se ha extendido a otras provincias sudafricanas[26].

Desde entonces se han detectado miles de variantes de COVID-19 circulando por todo el mundo. La primera mutación importante de COVID-19, que pareció aumentar el contagio, se detectó al principio de la pandemia: la variante D614G. Ésta rápidamente se convirtió en la mutación definitoria de las variantes predominantes que causan infecciones por COVID-19 en los Estados Unidos, durante los últimos ocho meses. Desde entonces, las cepas que llevan D614G han acumulado nuevas mutaciones y se han dividido en tres grupos variantes principales. Recientemente, han surgido más variantes, que incluyen la Cepa B.1.1.7 que fue detectada por primera vez en el Reino Unido en septiembre de 2020 y la Cepa B.1.351 que fue detectada por primera vez en Sudáfrica en octubre de 2020. Los centros para el control y la prevención de enfermedades (CDC) también informan que una nueva variante del COVID-19 está circulando actualmente en Nigeria. Cada una de estas nuevas variantes difiere genéticamente, pero hasta ahora casi todas tienen una o más mutaciones en la proteína de pico del virus, que juega un papel en la forma en que el virus invade las células humanas[27].

En los últimos días, se anunció la llegada de la llamada variante delta a nuestro país. Pero lo preocupante es que, en realidad, son cuatro variantes del coronavirus las que ha hecho saltar nuevamente las alarmas en la comunidad internacional ante el temor de que puedan complicar la gestión de la pandemia, que ya ha dejado más de 3,9 millones de fallecidos y más de 181 millones personas infectadas. Se trata de las variantes del SARS-CoV-2 Alfa, Beta, Gamma y Delta, detectadas originariamente en Reino Unido, Sudáfrica, Brasil e India, respectivamente. Se caracterizan por una mayor facilidad para transmitirse con respecto a la de Wuhan, según los estudios realizados hasta la fecha. De hecho, se están expandiendo por todo el mundo con celeridad: Alfa ya ha sido reportada en más de 164 países, Beta está presente en más de 115 territorios, Gamma se extiende en 68 estados y Delta, en 80. Estudios han confirmado que la variante Alfa es más transmisible y es «probable» que así lo sea en el caso de Beta, Gamma y Delta. Asimismo, se ha observado un «posible incremento» de la gravedad y la letalidad en Alfa y Delta[28]:

La variante Alfa o británica, prevalente en España, VOC 202012/01, perteneciente al linaje B.1.1. es, desde hace varios meses, dominante en la mayor parte de los países europeos y otros estados como Israel. Se identificó por primera vez en el condado británico de Kent el pasado 20 de septiembre. No sería, sin embargo, hasta el 14 de diciembre cuando Reino Unido dio la voz de alarma al detectar un aumento de la incidencia del virus en el este y sureste de Inglaterra y el área metropolitana de Londres asociada a esta nueva variante. De acuerdo con los datos del Servicio de Salud Pública inglés, los casos con la variante se habrían incrementado desde el 46% a principios de diciembre de 2020 a rozar el 90% en la segunda quincena de enero de 2021. Según apuntan, la variante sería un 50% más contagiosa. Además, es «probablemente más letal», según el Ministerio de Sanidad español, «aunque no parece que escape a la inmunidad». Hasta 164 países han notificado algún caso de la variante Alfa, según recoge la OMS.

La variante beta o sudafricana fue anunció el 18 de diciembre de 2020 (B.1.351). La OMS considera que es probablemente más transmisible y que escapa a la inmunidad adquirida por las vacunas o por haber pasado antes la enfermedad, porque se han registrado reinfecciones. A mediados de junio, la variante Beta se ha detectado en 115 países, según la Organización Mundial de la Salud. La mayoría de los casos se encontraron en los países del sur de África, pero su presencia se ha extendido, con un porcentaje pequeño de casos, por países de todos los continentes, incluida Europa y nuestro país. De acuerdo con la OMS, existen indicios de que esta variante reduce la respuesta neutralizante de las vacunas de Moderna y Pfizer/BioNTech, aunque todavía faltan datos para saber si también escapa a la protección frente a la enfermedad grave de COVID-19. En el caso del antígeno de AstraZeneca, sí se ha constatado que la protección frente la infección se reduce «sustancialmente». Por ello, desde la farmacéutica ya han anunciado que están trabajando en un suero efectivo contra esta mutación. La vacuna de Janssen, por su parte, ha mostrado una mayor protección frente a la variante Beta o sudafricana. El aumento de casos relacionados con esta versión del virus provocó la restricción de vuelos con varias naciones africanas por parte de varios países como España, Países Bajos, Irlanda, Dinamarca, Alemania, Reino Unido, Brasil o Vietnam, entre otros. Nuestro país, además, ha impuesto una cuarentena obligatoria de entre 7 y 10 días a los pasajeros que lleguen de las zonas de riesgo.

La variante Gamma o brasileña fue detectada a principios de enero de 2021, Japón identificó también una nueva variante del SARS-CoV-2 en cuatro personas procedentes de la Amazonía brasileña. Como Alfa y Beta, la nueva variante, Gamma o P.1. (B.1.1.28.1) presenta una mutación relacionada con una mayor transmisibilidad. Además, los técnicos de Sanidad indican un «posible» escape de la respuesta inmune. Brasil informó de la presencia de esta nueva variante en la región de Manaos (en la Amazonía), en muestras recogidas en la segunda mitad de diciembre del 2020, por lo que se asume que el origen estaría en este país. Desde entonces, la variante Gamma se ha extendido en la región amazónica del país y ha sido detectada en 68 países. Entre ellos, destaca la alta prevalencia en la región italiana de Umbría.

Por último, la variante Delta. La OMS sigue con interés también la evolución de una variante detectada en la India a finales de 2020, y que podría estar relacionada con el incremento de casos en el país, aunque todavía no existen evidencias. Se conocen dos sublinajes diferentes: Delta (B.1.617.2) y Kappa (B.1.617.1). Fuera del país asiático, el Reino Unido es el que ha reportado el mayor número de casos secuenciados de Delta, que se extiende ya por 80 países. Una evaluación del riesgo en la India realizada por el organismo sanitario de Naciones Unidas ha determinado que la aceleración de la pandemia en el país asiático está relacionado con diversos factores, entre ellos, una variante potencialmente más transmisible, como puede ser Delta, pero también la celebración de varios eventos religiosos y políticos masivos, y el poco seguimiento de las medidas de salud pública, seguridad y prevención. La influencia exacta de cada uno de estos factores en el aumento de la transmisión en la India no se conoce bien, han reconocido.

Mientras aún continúa la secuenciación del virus, el mundo entero se pregunta si las vacunas que se entregan serían eficaces frente a las nuevas variantes. En cuanto a las repercusiones en la eficacia de las vacunas, los primeros datos son alentadores: algunos estudios preliminares, no revisados aún por pares, indicarían que se reduce solo de forma moderada la neutralización por anticuerpos. No obstante, esto podría no ser así con la recién identificada Delta Plus, que sí cuenta con la mutación que le podría permitir escapar. La Organización Mundial de la Salud ha confirmado que todas las vacunas aprobadas disponibles son eficaces contra las variantes detectadas hasta el momento. No obstante, también es cierto que su eficacia podría verse reducida contra la variante Beta.  En cambio, el riesgo de reinfección es «escaso» con Alfa y «moderado» para Gamma. Finalmente, las vacunas siguen siendo bastante eficaces contra la variante Delta, aunque se sea más vulnerable cuando no se ha recibido la pauta completa todavía[29].

Con todo, bien sea una variante nueva o antigua, las medidas de protección que debes tomar para mantenerte a salvo del COVID-19 siguen siendo las mismas: practicar el distanciamiento social, evitar las reuniones sociales y familiares, especialmente los grupos grandes y los eventos que se llevan a cabo en interiores, usar cubre bocas cuando estés en espacios públicos y quédate en casa, si te sientes mal. Medidas tan repetidas que de antiguas son las más eficaces[30]. (Santiago, 13 julio 2021)

 

[1] Pauta.cl Las cifras indispensables de la expansión del coronavirus. 18 de diciembre de 2020. En: https://www.pauta.cl/ciencia-y-tecnologia/las-cifras-del-covid-19-chile-comparacion-con-paises-misma-cantidad-dias

[2] Gob.cl. Cifras Oficiales COVID-19. 30 de julio 2021. En: https://www.gob.cl/coronavirus/cifrasoficiales/

[3] La republica.co. Chile anota récord de casos positivos de covid-19, superando la barrera de los 9.000. En: https://www.larepublica.co/globoeconomia/chile-anota-record-de-casos-positivos-de-covid-19-superando-la-barrera-de-los-9000-3151182

[4] Minsal.cl. COVID-19: Región Metropolitana retrocede a Cuarentena. Fecha: 10 de junio de 2021. En: https://www.minsal.cl/covid-19-region-metropolitana-retrocede-a-cuarentena/

[5] As.com. Coronavirus en Chile y comunas en cuarentena | Última hora de hoy, miércoles 30 de junio. En: https://chile.as.com/chile/2021/06/30/actualidad/1625054876_785334.html

[6] RTVE.es Coronavirus Coronavirus y la carrera para encontrar una vacuna. 16 de diciembre de 2020. En: https://www.rtve.es/noticias/20201216/se-sabe-vacuna-contra-coronavirus/2013431.shtml

[7] Las siguientes fases clínicas se diferencian entre sí, entre otras cosas, por el tamaño de sus muestras:

  • En la fase 1, se prueba una vacuna en pequeños grupos de pacientes.
  • En la fase 2, se prueba en grupos más grandes, de al menos 100 personas, prestando especial atención a enfermedades previas o características demográficas como la edad.
  • En la fase 3, se prueba en al menos 1.000 pacientes, para determinar su eficacia y seguridad.

RTVE.es Coronavirus Coronavirus y la carrera para encontrar una vacuna. 16 de diciembre de 2020. En: https://www.rtve.es/noticias/20201216/se-sabe-vacuna-contra-coronavirus/2013431.shtml

[8] 1) Las que usan vectores virales no replicativos son un tipo de las llamadas vacunas recombinantes: los investigadores cambian la información genética del virus activando o desactivando determinadas funciones, o cambiándolas. De esta forma pueden, por ejemplo, reducir la infecciosidad de un virus. Sin embargo, tales cambios genéticos requieren que la ciencia ya tenga una imagen precisa de qué partes del genoma del virus son responsables de qué, para poder manipularlo de manera muy específica.  «No replicativo» significa que el virus de la vacuna afecta a las células de los seres humanos, pero ya no puede replicarse de forma independiente allí.

2) Las vacunas conocidas como inactivadas usan una versión «muerta» del patógeno que causa la enfermedad en cuestión. Por lo general, no garantizan una inmunidad tan efectiva como las vacunas vivas, por lo que algunas vacunas de esta clase deben tomarse varias veces para mejorar la inmunidad conseguida. Ejemplos de vacunas del tipo inactivado son las vacunas contra la influenza o la hepatitis A.

3) Las vacunas que utilizan el método de ARN siguen una estrategia diferente. Sin utilizar un componente «real» del virus, los investigadores usan un truco: consiguen que el cuerpo humano produzca de forma independiente un determinado componente del virus. Dado que solo se construye este componente especial, no se puede formar un virus completo a partir de él. Sin embargo, el sistema inmunológico aprende a reconocer los componentes que son atípicos para los humanos y a desencadenar una reacción de defensa contra ellos.

Las vacunas basadas en componentes del virus utilizan un enfoque adicional, que solo emplea la envoltura vírica vacía, que ya no contiene ninguna información genética para entrenar al sistema inmunológico. Más de 100 equipos de investigación están trabajando actualmente en el desarrollo de una vacuna contra el COVID-19 en todo el mundo. Hasta ahora, 15 equipos han entrado en la tercera fase de desarrollo clínico con su candidato a vacuna. Cinco equipos destacan porque están realizando actualmente las pruebas clínicas más extensas:

– La empresa belga Jannsen Pharmaceutical Companies está probando la eficacia de su candidato vacunal, que se basa en un vector viral no replicativo, en alrededor de 90.000 personas en Estados Unidos, Argentina, Brasil, Colombia y Bélgica.

– El candidato a vacuna de la asociación del sector público-privado de la Universidad de Oxford y la empresa británica AstraZenca, que actualmente están probando su ingrediente activo en unas 64.000 personas en EE.UU., Chile, Perú y Gran Bretaña, se basa en el mismo principio.

– La empresa china Sinopharm trabaja en varias constelaciones con el Instituto de Pekín y el Instituto de Wuhan: en todas sus series de pruebas juntas, testean su vacuna “inactivada” en alrededor de 55.000 personas en Bahréin, Jordania, Egipto, Marruecos, Argentina y Perú.

– El equipo liderado por la empresa alemana BioNTech está siguiendo un enfoque diferente: confían en una vacuna basada en ARN y actualmente están probando su efectividad en alrededor de 44.000 personas en Estados Unidos, Argentina y Brasil, entre otros países.

– El equipo de la empresa china CanSino está probando su candidato en unas 41.000 personas en Pakistán.

– La empresa rusa Gamayela está realizando por su parte ensayos clínicos de fase 3 con 40.000 pacientes en Rusia.

RTVE.es Coronavirus Coronavirus y la carrera para encontrar una vacuna. 16 de diciembre de 2020. En: https://www.rtve.es/noticias/20201216/se-sabe-vacuna-contra-coronavirus/2013431.shtml

[9] DW.com ¿Qué vacunas contra el COVID-19 evalúa América Latina? 18 de diciembre de 2020. En: https://www.dw.com/es/c%C3%B3mo-avanza-la-b%C3%BAsqueda-de-una-vacuna-contra-el-covid-19/a-55651210

[10] Ibíd.

[11] La Tercera.cl ¿Quién recibirá la vacuna para el Covid-19 primero? 20 de diciembre de 2020. En: https://www.latercera.com/que-pasa/noticia/quien-recibira-la-vacuna-para-el-covid-19-primero/32ZRLLHKZJGSXCTPKW4SYQZGUE/

[12] Minsal.cl. Presidente Piñera recibe primer cargamento de vacunas contra el COVID-19: “Son una luz de esperanza”. En: https://www.minsal.cl/presidente-pinera-recibe-primer-cargamento-de-vacunas-contra-el-covid-19-son-una-luz-de-esperanza/

[13] T13. Vacunación contra el COVID-19 comenzaría la próxima semana, dice el Presidente Piñera. 20 de diciembre de 2020. En: https://www.t13.cl/noticia/nacional/vacuna-covid-19-chile-pinera-20-12-2020

[14] Luego, quienes trabajan en la industria de alimentos, manufacturas, educación, transportes, entre muchos otros que proporcionan los bienes y servicios básicos que necesitamos para sobrevivir, también están considerados por la OMS como relevantes. La mayoría no puede trabajar desde casa y muchos trabajos requieren interactuar con público. Si se protegen contra el Covid-19, eso tendría un importante efecto en todo el país y al mismo tiempo reduciría las interrupciones críticas del servicio. Junto a ellos los grupos de alto riesgo son también los pacientes con enfermedades severas, personas mayores de 80 años y menores con patologías crónicas asociadas. Por eso se considera a residentes en hogares de ancianos y sus cuidadores, por ejemplo. Tapia añade que los niños, niñas y adolescentes en Sename son poblaciones que podrían entrar dentro de los grupos prioritarios. También están considerados como grupo preferentes los pacientes con diabetes, hipertensión y obesidad. A continuación de los grupos descritos, los especialistas coinciden en que la lista avanzara a sujetos más jóvenes y sanos. Otro punto importante, indica Torres, es la vacunación de las y los profesores y todos quienes son relevantes en comunidades educativas. En el caso de los niños no hay datos para incluirlos, explica Torres, porque en general presentan infecciones leves o asintomáticas por Covid-19. Algo similar ocurre con las mujeres embarazadas. La evidencia indica que tienen un riesgo elevado de enfermedad, aún más si tienen comorbilidades preexistentes. Sin embargo, dice Torres, “no está claro cuándo vacunar a mujeres embarazadas y niños porque no hay datos disponibles, pero es importante ver en qué momento se incluyen cuando haya datos de seguridad”. La OMS recomienda además considerar como relevantes a personas encarceladas por el elevado riesgo de infección asociado con el encarcelamiento. Lo mismo en el caso de población en extrema pobreza y personas sin hogar. T13. Vacunación contra el COVID-19 comenzaría la próxima semana, dice el Presidente Piñera. 20 de diciembre de 2020. En: https://www.t13.cl/noticia/nacional/vacuna-covid-19-chile-pinera-20-12-2020

[15] En mayo del año 2020, Bill Gates estimaba que lo más auspicioso era 18 meses y lo más lejano eran 3 años en tiempo para desarrollar la vacuna efectiva. Antena 3. Bill Gates pone fecha a la vacuna del coronavirus. 11 de mayo de 2020.  https://www.antena3.com/noticias/mundo/bill-gates-pone-fecha-vacuna-coronavirus_202005115eb9313d4f7187000164b8d9.html

[16] BBC News. Vacunas Covid: ¿Las compañías farmacéuticas obtendrán grandes beneficios? Por Lucy Hooker y Daniele Palumbo. 16 de diciembre de 2020. En: https://www.bbc.com/news/business-55170756

[17] Ibíd.

[18] Ibíd.

[19] RTVE.es. Coronavirus y la carrera para encontrar una vacuna. 6.12.2020 Por SAMUEL A. PILAR. En: https://www.rtve.es/noticias/20201216/se-sabe-vacuna-contra-coronavirus/2013431.shtml

[20] ABC.es  Estos son los países que más vacunas de coronavirus han comprado. 15 de diciembre de 2020. En: https://www.abc.es/sociedad/abci-que-paises-compran-mas-vacunas-coronavirus-nsv-202012141636_noticia.html

[21] Sin embargo, la vacuna de Pfizer demuestra un 95% de efectividad en todos los grupos de edad analizados, incluyendo adultos mayores. Se trataría de una situación excepcional, dada la emergencia ocasionada por la pandemia, que obligó a muchas naciones a evaluar la mejor alternativa. Jamás ninguna vacuna fue desarrollada en un tiempo tan corto. En esta carrera Pfizer destacó por ser la primera en aprobarse en varios países, entre ellos Inglaterra, Canadá, Estados Unidos y ahora Chile.

[22] Ibíd

[23] Rtve. es. La variante Alfa desciende en once comunidades pero sigue suponiendo más del 80 % de los casos en siete. En: https://www.rtve.es/noticias/20210628/variantes-del-coronavirus-mas-preocupan-cuantas-hay-donde-se-encuentran/2070949.shtml

[24] BBC.com Coronavirus-nueva variante: países europeos cierran vuelos a Reino Unido por la aparición de una nueva cepa del virus. 20 diciembre 2020. En: https://www.bbc.com/mundo/noticias-55383920 y en: La Vanguardia.com.

Lo que sabemos hasta ahora de la nueva cepa del coronavirus. 21 de diciembre de 2020. En: https://www.lavanguardia.com/comer/opinion/20201108/4038764/tormenta-perfecta-cierre-restaurantes-restricciones-covid19-virus.html

[25] La mayoría de estas mutaciones se concentran en la proteína S, que el virus utiliza para unirse a las células del cuerpo humano e infectarlas. Algunas de estas mutaciones tienen el potencial para aumentar la contagiosidad del virus. Varias de ellas se habían identificado anteriormente en otras cepas del virus. Nunca se habían encontrado juntas en una misma cepa. Las primeras muestras de la cepa B.1.1.7 del coronavirus se identificaron el 20 de septiembre en el condado de Kent, en el sureste de Inglaterra, y el 21 de septiembre en el área metropolitana de Londres. El hecho de que se encontrara en dos pacientes de manera independiente sugiere que la nueva variante del virus había surgido unas semanas antes. La cepa evolucionó en el cuerpo de un paciente que estuvo infectado durante semanas. El hecho de que un alto número de mutaciones coincidan en una misma cepa sugiere que evolucionó en el cuerpo de un paciente que estuvo infectado durante semanas, lo que dio al virus tiempo suficiente para adaptarse y acumular cambios genéticos. Ibíd.

[26] Infobae.com Surge nueva variante del coronavirus en Sudáfrica. 21 de Diciembre de 2020. En: https://www.infobae.com/america/agencias/2020/12/21/surge-nueva-variante-del-coronavirus-en-sudafrica/

[27] Ibíd.

[28] Rtve.es. La variante Alfa desciende en once comunidades pero sigue suponiendo más del 80 % de los casos en siete. En: https://www.rtve.es/noticias/20210628/variantes-del-coronavirus-mas-preocupan-cuantas-hay-donde-se-encuentran/2070949.shtml

[29] Ibíd.

[30] Ibíd.

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