Un juzgado del Estado de Idaho (Estados Unidos) condenó a cadena perpetua a Lori Vallow, más conocida como la “mamá del juicio final” (Doomsday mom), por el asesinato de sus dos hijos y por su participación en la muerte de la excónyuge de su marido. Si bien el juez del caso ponderó su irrepochable conducta anterior al momento de dictar su fallo, se le negó la posibilidad de solicitar la libertad condicional debido a la gravedad de sus crímenes.
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La mujer era miembro de una secta religiosa que tenía creencias apocalípticas y que clasificaba a las personas en virtud de su “luz” u “oscuridad”. Así, Vallow creía firmemente que era una diosa destinada a preparar a la humanidad para la segunda venida de Cristo. Fueron estos dogmas religiosos los que la impulsaron a asesinar a sus hijos, crímenes en los que también participó su marido, que oficiaba de líder religioso en la secta. En 2020, los cuerpos fueron descubiertos en la propiedad de este hombre.
Según declaró posteriormente, causó la muerte a los menores porque creyó que era “zombis”, es decir, espíritus malignos cuyo propósito era acechar a la humanidad. Sin embargo, a juicio del fiscal los crímenes tuvieron un móvil económico, pues la mujer quería «eliminarlos como obstáculos y beneficiarse económicamente, transitando el camino más malvado y destructivo posible»
A pesar de las abrumadoras pruebas presentadas en su contra, mantuvo su inocencia en todo el juicio. Al día de hoy está siendo investigada por su presunta participación en otros asesinatos, los cuales aún no han sido resueltos. Sin ir más lejos, varias personas de su círculo cercano, y de su marido, fallecieron en circunstancias extrañas. El caso generó tal revuelo, que Neftlix lanzó una serie documental titulada “Los pecados de nuestra madre”, en la cual se narra esta historia.