Un ex empleado de Google, Linwei Ding, ha sido formalmente acusado por un gran jurado federal por presuntamente robar información confidencial del gigante tecnológico, en colaboración con dos compañías chinas. Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, Ding, quien se desempeñaba como ingeniero de software en Google desde 2019, habría transferido datos sensibles a su cuenta personal en Google Cloud entre mayo de 2022 y mayo de 2023, abarcando más de 500 archivos relacionados con inteligencia artificial (IA) y otros secretos comerciales.
Ding se asoció con una nueva empresa tecnológica en China, donde ocupó el cargo de director de tecnología, y posteriormente fundó su propia empresa de IA en 2023. Los documentos relacionados con su empresa sugieren un intento de replicar y adaptar tecnología de Google para su aplicación en el mercado chino, lo que plantea serias preocupaciones sobre el posible robo de propiedad intelectual y su impacto en la seguridad nacional.
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El Fiscal General de los Estados Unidos, Merrick Garland, ha enfatizado la seriedad con la que se aborda este caso, declarando que el Departamento de Justicia no tolerará la apropiación indebida de tecnologías avanzadas, especialmente aquellas que podrían comprometer la seguridad del país. El director del FBI, Christopher Wray, ha respaldado esta postura, destacando la importancia de proteger la propiedad intelectual y salvaguardar los intereses de la seguridad nacional.
En caso de ser declarado culpable, Linwei Ding enfrentaría hasta 10 años de prisión y una multa significativa por cada cargo de robo de secretos comerciales. Tanto el FBI como el Departamento de Comercio continúan investigando activamente el caso para determinar el alcance total del presunto delito y sus implicaciones.
“Google recopiló información de acceso físico y a la red, incluidos horarios y ubicaciones de acceso a las credenciales, direcciones de protocolo de Internet (IP) para los inicios de sesión de los empleados y registros de autenticación de dos factores, y recopiló esta información en una base de datos para analizar riesgos potenciales. Estos datos fueron evaluados periódicamente tanto por herramientas automatizadas como por analistas humanos para detectar posibles actividades maliciosas”, señala la demanda.
“Por ejemplo, si se utilizara un empleado de Google para acceder a la red a través de una dirección IP registrada en una ubicación diferente a la de una puerta, se generaría una tarjeta de acceso para el mismo empleado y se notificaría al equipo. Los empleados de Google recibieron instrucciones de informar sobre el trabajo remoto desde ubicaciones extranjeras, y Google limitó automáticamente el acceso a la red de los empleados que viajaban a ciertos países, como China, Corea del Norte e Irán”, agrega el libelo.