Un juez de distrito estadounidense bloqueó preliminarmente la aplicación de una ley de Florida que había prohibido a un maestro transgénero de una escuela pública presentarse a los estudiantes con sus pronombres personales.
La ley, que entró en vigor en 2023, prohíbe a los empleados y contratistas de las escuelas públicas proporcionar a los estudiantes un “título o pronombres personales preferidos si dichos títulos o pronombres personales no corresponden a su sexo”. La ley fue impugnada por dos profesores transgéneros que se negaron a acatar la prohibición, en virtud de la Primera y Decimocuarta Enmienda. Los administradores de la escuela les habían dicho que ya no podían presentarse a los estudiantes usando sus pronombres personales y resolvieron su despido.
En sus presentaciones, los profesores solicitaron medidas cautelares preliminares contra la ley para poder seguir utilizando sus pronombres en las presentaciones. El tribunal concedió una orden judicial preliminar a favor de una, pero determinó que la otra accionante carecía de legitimación activa para impugnar la ley debido a su despido.
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La orden judicial se limitó al primer caso con el argumento de que no se trataba de un desafío aparente a la ley. Pero la accionante tuvo duras palabras para la ley de Florida, incluso citó “Song of Myself” del poeta estadounidense Walt Whitman mientras elogiaba su identidad de género.
El juez del caso estimó que la accionante demostró claramente que sus reclamos estaban justificados al tenor de la Primera Enmienda, por lo que accedió preliminarmente a su pretensión.
Si bien la ley sigue vigente en toda Florida, la orden judicial preliminar se extenderá hasta que se dicte una sentencia de fondo a finales de este año. La orden se produce después de un acuerdo en un caso de derechos civiles sobre leyes similares de “no decir gay” en el Estado de Florida y de medidas adoptadas por otros Estados en este mismo sentido.
“Al compartir su título y pronombres preferidos, la accionante se celebra y canta a sí misma, no de una manera perturbadora o coercitiva, sino de una manera que reivindica sutilmente su identidad, su dignidad y su humanidad. La ley impugnada la ha silenciado y, al silenciarla, la ha obligado a habitar una identidad que no es la suya. El Estado de Florida no ha justificado esta grave restricción, por lo que la Constitución de los Estados Unidos no la tolera. La nuestra es una Unión de individuos, que nos celebramos y cantamos y somos nosotros mismos sin pedir disculpas”, señaló el juez del caso.