El Gral. José Miguel Carrera Verdugo, le escribe a su hermano Juan José, desde New York, el 19 de mayo de 1816:

«Escribo para hablarte de un tema que me preocupa, y que creo que es importante para nuestro futuro como país. Me refiero a la Libertad de conciencia. Como sabes, yo no creo en la religión católica. Creo que es una institución que ha sido utilizada para oprimir a las personas, y que ha contribuido a la desigualdad y la injusticia en el mundo. Sin embargo, creo que cada persona tiene derecho a creer lo que le parezca.  Creo que la libertad de conciencia es un derecho fundamental, que debe ser protegido por el Estado. Sé que tú eres un hombre religioso, y crees en la importancia de la fe. Yo respeto tu creencia, nunca intentaría obligarte a cambiarla. Sin embargo, espero que entiendas que yo no puedo creer en algo que no creo. Creo que la libertad de conciencia es fundamental para la construcción de una sociedad justa e igualitaria. Una sociedad en la que todas las personas sean libres de creer lo que quieran, sin temor a la discriminación o la persecución. Por eso, te pido que apoyes la libertad de conciencia. Es un derecho que nos pertenece a todos. independientemente de nuestras creencias religiosas».

Estos conceptos de Carrera, expresados hace 207 años, son una clara visión de DD.HH. para la sociedad, guiado por los principios de Libertad, Igualdad, Fraternidad y Tolerancia, que deben cimentarse en la ciudadanía de nuestra amada Patria por todos nosotros.

Octavio Campusano Tapia

Historiógrafo