El Primer Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago acogió la demanda de despido indirecto deducida por tres mensajeros motoristas subcontratados, fundada en las causales previstas en los artículos 160 N°1 y N°7 del Código del Trabajo.
La sentencia señala que los actores fundaron su pretensión señalando que prestaban servicios para la demandada principal, desempeñando funciones de mensajero motorista, lo que consistía en el traslado y entrega de medicamentos, pertenecientes a la mandante, al domicilio de sus clientes. Agregaron que, en noviembre 2019, se dieron cuenta, al igual que muchos compañeros de trabajo, que sus cotizaciones previsionales se encontraban impagas, por lo que decidieron concurrir ante el representante legal de la demandada principal, quien les señaló que se regularizaría la situación, lo que no ocurrió, sino que comenzaron rumores que la demandada principal no tendría dinero siquiera para pagar las remuneraciones.
Así, prosigue el fallo, los actores decidieron autodespedirse con fecha 27 de enero de 2020, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 171 del Código del Trabajo en relación con el artículo 160 N°1 y N°7 del mismo texto legal, en razón del no pago de cotizaciones previsionales y de remuneraciones en los meses que indican.
Seguidamente, expone que, la empresa mandante contestó la demanda, reconociendo la vinculación contractual con la demanda principal y con la cual los actores arribaron a conciliación en la audiencia preparatoria.
Por el contrario, la demandada principal no contestó la demanda ni compareció a las audiencias previstas en la ley y, en consecuencia, no pudo ejercer una defensa ni ofrecer probanzas, razón por la cual el sentenciador señala hacer uso de la facultad legal y tiene por tácitamente admitidos y derechamente por establecidos los incumplimientos alegados en el libelo pretensor.
Adicionalmente, tiene por acreditado el cumplimiento todos de las formalidades establecidas en el artículo 162 del Código del Trabajo, esto es, el envío de la carta al domicilio de la demandada principal y la comunicación a la Dirección del Trabajo, precisando que se hizo el mismo día que está datada la carta de autodespido, pues así consta de los documentos incorporados al juicio.
En cuanto a la gravedad de los incumplimientos acreditados, señala que tales impiden a los actores acceder a beneficios sociales que proporciona el pago oportuno e íntegro de los dineros descontados, y los priva del ingreso familiar necesario para la subsistencia, pues dicha contraprestación tiene un esencial carácter alimenticio, colocando al trabajador en una difícil situación en todo ámbito, siendo suficientemente graves para quebrar la relación laboral.
Además, estima configurada la causal de falta de probidad, pues el no pago de cotizaciones previsionales descontadas de las remuneraciones de los actores, configura el tipo penal descrito y sancionado en el artículo 19 del D.L N°3.500 con relación al artículo 467 del Código Penal y los artículos 12 y 14 de la Ley N°17.322, lo que efectivamente permite reconducir a la causal invocada, por cuanto la actitud de la empleadora no fue honesta al no cumplir con la obligación que tiene con esos dineros.
En definitiva, acogió la demanda de despido indirecto y nulidad del despido, y condenó a la demandada principal al pago de las prestaciones e indemnizaciones que indica.
Vea texto íntegro de la sentencia Primer Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago RIT O-847-2020.
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