El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó la decisión de los talibanes de prohibir a las mujeres afganas trabajar en sus organismos. El gobierno afgano ya notificó la medida y anunció que se extenderá a todo el país, a pesar de que en un primer momento solo sería aplicable a una región en particular.
Según Guterres, la prohibición contraviene la normativa internacional en materia de derechos humanos, y en especial el principio de no discriminación, que es uno de los pilares de la Carta de Naciones Unidas. Por ello, hizo un llamado a los talibanes para que reviertan su decisión y para que permitan a las funcionarias afganas retomar sus labores en las distintas ONG y organismos ligados a la ONU.
Noticia Relacionada
“El personal femenino es esencial para las operaciones de las Naciones Unidas, incluida la prestación de asistencia vital. La aplicación de esta decisión perjudicará al pueblo afgano, millones de personas que necesitan esta asistencia”, señaló el portavoz del secretario general, Stéphane Dujarric.
La prohibición ha afectado sustancialmente la eficacia de las operaciones humanitarias que la ONU lleva a cabo en Afganistán, pues muchos de sus funcionarios son mujeres cuya labor es, principalmente, realizar encuestas y coordinar las entregas de ayuda humanitaria en todo el país.
«En un momento en que el país necesita todo su capital humano para recuperarse de décadas de guerra, la mitad de sus potenciales médicos, científicos, periodistas y políticos están encerrados en sus casas, sus sueños aplastados y sus talentos confiscados», lamentó una representante especial de la ONU.
A raíz de esta situación, la Misión de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA, por sus siglas en inglés), comunicó que la ONU en estos momentos está evaluando su continuidad en el país, por lo que eventualmente podría cerrar todas sus oficinas en territorio afgano, en un futuro próximo. Además, atribuye la decisión del gobierno talibán a un intento por forzar su salida.