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A Short History of Western Legal Theory – J.M Kelly

Ensayo jurídico que analiza la teoría del derecho abarcando desde el período grecorromano hasta finales del siglo XX.

Por Felipe Sepúlveda Celis, Universidad de Chile

Se ha dicho que la historia del pensamiento no es más que una serie de notas a pie de página de las obras de Platón y Aristóteles. Esta oración pareciera tener sentido también en la historia del derecho.

El libro se divide en etapas diacrónicas que abarcan desde el período de la Antigüedad Clásica, pasando por las etapas históricas de la Edad Media, el Renacimiento, luego la Ilustración y finalmente poniendo énfasis en el siglo XX y la investigación legal que en este tiempo se produjo. Discusiones sobre el bien y el mal, el cumplimiento de normas abstractas, y el castigo, tienen orígenes mucho más remotos que el período introductorio del libro, sin embargo, es en este último donde se desarrollan teóricamente y por escrito reflexiones generales sobre la ley, que fueron recogidas y trabajadas por los juristas de los próximos siglos.

En cada uno de estos capítulos el autor abarca diversos tópicos relacionados a la idea del derecho que con el tiempo han ido evolucionando hasta conformar parte de nuestra cultura jurídica actual. Dentro de aquellos son discusiones de antaño la relación entre el derecho y la justicia, los propósitos del castigo como sanción por el incumplimiento de una norma, o el alcance de la propiedad individual como mecanismo que fomente el bien común, entre otros.

Así, en los tiempos grecorromanos germinan ideas que resultan familiares para quien estudia el derecho de hoy. En la relación entre derecho y justicia se configura la primera distinción entre las normas establecidas por un poder soberano y aquellas que corresponden a una fuerza mayor cuya contrariedad trae como consecuencia la nulidad de las primeras. En la Edad Media este brote adopta la distinción entre el derecho de nuestro mundo y el derecho natural como designio divino que rige a todas las personas, que luego con la Ilustración pasa a justificarse como manifiesto por medio de la razón de los hombres, proceso que se transforma en una revolución codificadora. Finalmente, con los eventos del siglo XX, retoma poder aquel elemento superior como condicionante del derecho positivo a través del establecimiento de los derechos humanos y los tratados internacionales.

Lo mismo puede decirse sobre la pena como consecuencia de una violación de la ley, cuyos objetivos desde sus inicios han sido disuadir la reiteración del delito por el resto de la sociedad, reformar al delincuente a través del castigo, y por último retribuir el daño que la persona violentada soportó. Con el devenir de los siglos la discusión ha priorizado cada uno de estos fines más que los otros alternadamente, sin embargo, hasta hoy podemos decir que siguen siendo los puntos de encuentro en que diversas ciencias modernas se entrecruzan con el derecho, tales como la criminología, la sicología y la filosofía.

De la misma manera, la propiedad como derecho fundamental que damos por sentado hoy es objeto de un tortuoso camino a través de la historia occidental que mutó a través de los diversos poderes e imperios, adquiriendo la protección se le da actualmente sólo en los últimos siglos, producto de la Revolución Industrial y el crecimiento de la clase propietaria burguesa.

Estas reflexiones siguen en la palestra pública de nuestros tiempos. La protección de los derechos de las personas choca directamente con el malestar público creciente respecto de la criminalidad, la cual también adquiere formas nuevas tales como crímenes económicos a gran escala o los nuevos poderes del crimen organizado, abriendo las puertas a la pregunta de qué hacer. Tampoco se queda atrás la reflexión sobre los alcances de la propiedad y sus elementos accesorios como la libertad de adquirir toda clase de bienes o el libre emprendimiento en diversos rubros, en contraste con los efectos globales del cambio climático que en los últimos años se han disparado.

Es innegable la importancia que tiene el elemento histórico en todo esto, pues nos permite comprender cómo se han forjado los conceptos clave que se debaten hoy en día, y poder dar nuestra propia opinión fundada en el contexto de la historia. Todos conocemos el adagio que justifica su relevancia, la historia se repite.

El libro es editado por la Clarendon Press y escrito en inglés, y aunque no posee una traducción oficial, está redactado de manera sencilla para que no sólo los estudiantes, o profesionales legales puedan entenderlo. Consta de poco menos de quinientas páginas que, para exponer la tradición de más de dos milenios se queda corto, mas como el título nos adelanta, es sólo una breve historia y quien desee ahondar en más profundidad podrá encontrar en este una buena guía de inicio.

 

John Maurice Kelly (1931-1991), nacido en Irlanda, fue un político y jurista de renombre. Ostentó varios cargos tales como ministro de Asuntos Exteriores, Fiscal general, y miembro del Congreso irlandés.

En su faceta académica fue profesor de derecho constitucional, derecho romano y filosofía del derecho en las universidades de Oxford y Dublín.

El libro en comento es la última obra en la que el autor trabajó y publicada de manera póstuma en 1992. Enriquecida por una vida de formación legal y política, pudo formar un relato coherente sobre la teoría legal que se desvincula de su usual estudio que sigue el método convencional de las “escuelas de derecho” y la sitúa en el contexto general de la historia.