Por Esperanza Mardones, Universidad de Chile

En la película podemos apreciar la osadía de los fiscales Julio Strassera y Luis Moreno Ocampo, quienes se atrevieron a investigar y perseguir en el año 1985 a los responsables de los crímenes de lesa humanidad y violaciones de derechos humanos cometidos en la dictadura militar argentina. Pese a lo peligroso que era ya que, si bien recién se había instaurado nuevamente un gobierno democrático en el país, éste era frágil y tenían a los militares respirándoles en la nuca, pero a pesar del miedo y la inseguridad que sentía el fiscal Julio Strassera al momento en que se le asignó el caso, su vocación y su sentido de la responsabilidad con el país y el derecho siempre fue mayor.

El fiscal Julio Strassera con el fiscal Luis Moreno reunieron a un equipo jurídico formado por jóvenes valientes embarcándose en esta difícil investigación, pese al poco tiempo que tenían para recaudar evidencia de los crímenes cometidos y bajo a una constante amenaza por parte de la milicia argentina hacia ellos y sus familias.

En suma, debieron aguantar la crítica de la sociedad argentina que no creía en los crímenes atroces cometidos en la dictadura militar de Rafael Videla. También en la película se puede ver la gran dedicación de todo el equipo jurídico al preparar el caso y el nulo arrepentimiento por parte de todos los imputados. Esto porque debieron buscar una serie de testigos que quisieran dar su testimonio frente a sus victimarios y siendo atormentados para que no lo dieran.

En conclusión, es una película entretenida y llena de suspenso que logra recrear cómo es que día a día va aumentando la tensión en el equipo jurídico, ya que estaba en juego el futuro de su país.