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Publican «Abogados y despachos de todo el mundo apuestan por la Gestión de Proyectos para reducir costes».

El Legal Project Management es la aplicación de principios y prácticas de gestión de proyectos para mejorar la prestación de servicios legales. Incluye habilitación de tecnología, mejora de procesos y habilidades fundamentales en project management como la dirección de equipo, la negociación y la resolución de conflictos.

10 de abril de 2018

En una reciente publicación española del medio electrónico Confilegal se sostiene que el Legal Project Management (LPM) ya es una realidad para las firmas legales. Junto a su desarrollo cumple ahora un año el Instituto Internacional de Legal Project Management (IILPM), con sede en Australia, que cuenta con el respaldo de una red de Proveedores de Capacitación Acreditados en los Estados Unidos, el Reino Unido, España, Italia y Australia.
A continuación se explica que el Legal Project Management es la aplicación de principios y prácticas de gestión de proyectos para mejorar la prestación de servicios legales. Incluye habilitación de tecnología, mejora de procesos y habilidades fundamentales en project management como la dirección de equipo, la negociación y la resolución de conflictos.
El documento cita a Anna Marra, “counsellor” del Global Advisory Council del IILPM, quien dice que “el mercado legal se está moviendo muy rápidamente. Los despachos buscan Legal Project Managers capaces de diseñar e implementar herramientas de gestión de los asuntos legales más globales y sofisticadas”.
Agrega que  “el LPM se articula en tres direcciones: estratégica, organizativa y relacional. Pretende ayudar a definir una propuesta de valor del despacho y alinear toda la gestión a lo que es la cultura, la visión y los objetivos de negocio de la organización”.
A juicio de esta experta “por otro lado, se enfoca en la eficiencia y la productividad de la estructura: esto significa poner mano a procesos (re-ingeniería de procesos) y personas (formación y certificación: en otras palabras, capacitación). Las primeras aplicaciones medible del LPM nos demuestran una reducción importante (hasta el 50) de los gastos generales o de las horas no facturables, además de los tiempos, de la tasa de errores o duplicaciones de tareas, y de los riesgos”.
También destaca que “el LPM funciona a nivel comercial como herramienta de venta. Al cliente que pide un servicio se presenta un plan detallado de cómo se gestionará el asunto jurídico, con lo cual se genera comprensión, concienciación y confianza. En caso de licitaciones, que se abran por parte de los departamentos in house de asesoría jurídicas o de compras, el LPM permite competir en precio y coste. Una vez que el servicio se haya contratado, hemos podido comprobar como la satisfacción del cliente con respecto a la delivery de todo el servicio crece y se transforma en fidelización”.
Marra sostiene que “el mercado ha comenzado a buscar LPManagers por la necesidad de satisfacer demandas más sofisticadas y complejas, sin que realmente se hubiese definido cuál tenían que ser las competencias de este profesional. El IILPM ha llenado este vacío, impulsando una colaboración internacional con la industria legal y realizando un survey que ha permitido llegar a elaborar el “Legal Project Management Competency Framework™ (LPMCF)” y las dos Certificaciones que a este marco se adaptan”.

Certificarse para ser eficiente

Por su parte, el presidente del IILPM, Todd Hutchison, recuerda que “hasta ahora no ha habido estándares o competencias mundiales que guíen la educación de LPM. Los bufetes de abogados no han podido evaluar adecuadamente a los proveedores de capacitación ni validar las habilidades de los abogados según un estándar mundial reconocido. Las universidades están empezando a reconocer la necesidad de integrar la capacitación en gestión de proyectos y necesitan orientación sobre los contenidos que son necesarios para formar con el perfil de Legal Project Manager. El IILPM proporciona información, educación y certificación global para garantizar prácticas de legal Project management que cumplan con los requerimientos de alta calidad “.
El texto expone que tras haber elaborado un “Marco de Competencias” que definiera la necesidades de formación para este perfil profesional, el IILPM ha lanzado dos certificaciones que tienen reconocimiento y validez a nivel internacional: la certificación LPA (Legal Project Associate) dirigidas a los profesionales que participan en asuntos legales como equipo de proyecto, y la certificación LPP (Legal Project Practitioner) que pretende certificar el conocimiento de las principales técnicas y herramientas necesarias para liderar proyectos jurídicos e implantar el LPM en un despacho a nivel operativo y estratégico.
Por último se detalla que a nivel de relaciones institucionales, esta entidad cuenta con la colaboración de Escuelas de Derecho excelentes en varios Países, como: La Vanderbilt University, en Estado Unidos, que desde 2013 imparte cursos de formación en LPM;La Leeds Trinity University, in UK;El Business Education Institute, que ha diseñado una oferta específica en LPM;   IE Law School, en España, que imparte un Programa de formación presencial y uno online en Legal Project Management desde 2012 y La Pontificia Universidad Católica de Val Paraíso de Chile, que ha lanzado este año en colaboración con Thomson Reuters LATAM la Primera Edición del Diplomado de Legal Management LATAM. Fuente: www.confilegal.com

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