Lamento el hecho sucedido en la Región de la Araucanía donde un joven Eugenio Naín Caniumil, hijo, hermano, esposo, servidor público y padre, perdió la vida ante violentistas cobardes que buscan a través de la fuerza y la violencia imponer su visión.
A pesar de ver un rechazo categórico automático contra la violencia desde el PC a la UDI, podemos decir que eso no basta. Todos pueden decir palabras y declaraciones, pero los cambios se demuestran con hechos, hechos que no vemos en el Congreso y la lentitud de los parlamentarios de ponerse de acuerdo y aprobar leyes que están pidiendo a gritos ser ejecutadas para combatir este tipo de actos con mayor rapidez, inteligencia y preparación.
Lamentablemente quienes son perjudicados por falta de empatía son los ciudadanos de la zona cero y que se ven día a día pasados a llevar por quienes votaron pensando que generarían cambios. No podemos seguir esperando, queremos cambios ahora y la clase política tiene que estar a la altura.
Eduardo Andrés Zuchel Muñoz.
Estudiante de Administración Pública
Universidad Austral de Chile.