Como parte de las normas operativas que la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) debe establecer en virtud de la Ley 21.521, que promueve la competencia e inclusión financiera mediante la innovación y tecnología en la prestación de servicios financieros (conocida como Ley Fintec), esta institución ha convocado a una serie de mesas consultivas. En estas mesas la CMF recibe opiniones de interesados y expertos para avanzar en un proceso de desarrollo normativo de carácter público, participativo y transparente.

Una de las mesas centralizó el tema de las obligaciones de información al público a las que deben sujetarse las empresas fintech, es decir, qué información deben divulgar y mantener disponible para consulta pública.

La CMF propuso una serie de lineamientos generales basados en la premisa de que la información revelada debe ser entendible, oportuna y estandarizada. A partir de esto, el organismo siguió la clasificación establecida por la Ley Fintec de los diversos actores de este mercado, considerando tanto la naturaleza de los servicios de cada uno de ellos como la categoría de sus clientes (ya sean retail, calificados o institucionales).

Durante la mesa técnica, una de las principales cuestiones planteadas, especialmente para los asesores de crédito o inversión, fue la necesidad de informar al público sobre los métodos utilizados para perfilar a los clientes, evaluar riesgos y realizar recomendaciones. Estas empresas se basan en la construcción de sólidos modelos estadísticos que permiten, entre otras cosas, analizar el apetito por el riesgo de los clientes, su perfil de inversionista y su patrimonio, con el fin de ofrecerles los productos financieros más adecuados a su situación.

Dado que los servicios de estas empresas serán casi totalmente automatizados y proporcionados a través de algoritmos y robot advisors, surgieron dudas sobre la profundidad de la información obligatoria a publicar, considerando el valor de la propiedad intelectual asociada a dichos modelos o algoritmos.

Las herramientas utilizadas por las empresas fintech son obras intelectuales protegidas por los derechos de autor reconocidos en la Ley 17.336 sobre propiedad intelectual. Asimismo, los aspectos relacionados con la configuración operativa de estas obras pueden constituir secretos empresariales protegidos por la Ley 19.039 sobre propiedad industrial.

En consecuencia, la CMF debe tener en cuenta que los métodos utilizados para la prestación de servicios están amparados por la ley para fomentar la innovación y estimular la competencia basada en el conocimiento. La información que los actores de este nuevo mercado financiero tecnológico publiquen debe limitarse a aquella que sea estrictamente necesaria para que los clientes tomen decisiones informadas sobre los resultados esperados de los servicios contratados. Esto servirá para salvaguardar los activos de información de estas empresas, al tiempo que se impulsa el desarrollo tecnológico en el mercado financiero y se protege a los clientes en su rol de consumidores de este tipo de productos.