Cartas al Director

La -política- de la burocracia chilena.

Ítalo Conelli Oyarzo - Oscar Muñoz Moya

5 de febrero de 2024


Los altos índices de delincuencia vistos en Chile en los últimos meses han producido distintas reacciones por parte de la ciudadanía, lo que por consecuencia ha suscitado acciones por parte del Gobierno. El día 01 de Febrero del 2024, el Presidente Gabriel Boric convocó al Consejo de Seguridad Nacional (COSENA) con la finalidad de tratar uno de los principales problemas que aqueja a la población. Según la última medición de la encuesta CADEM; 2024, 70% de los chilenos cree que el Gobierno del presidente Boric debería dedicar los mayores esfuerzos a enfrentar la crisis de delincuencia, orden público y narcotráfico, al mismo tiempo; 83% cree que durante los últimos 3 meses la delincuencia ha aumentado en Chile.

La negativa del Partido Comunista hacia el presidente, por el hecho de convocar al COSENA, decisión sorpresiva, en donde los más optimistas creen que se trata de un genuino cambio de actitud del presidente de cara a la ciudadanía; y, en donde, los más pesimistas, piensan que sólo se trata de otra medida paliativa para capear lo caliente de la coyuntura, en un contexto de extrema inseguridad pública en el país, en el cual la ciudadanía clama por medidas fuertes y eficaces.

Lo anterior, da paso a cuestionarse la influencia de la ideología en la toma de decisiones que actualmente existe a nivel de gobierno central y de los partidos políticos. Ante la convocatoria del presidente, el Partido Comunista tuvo críticas que generaron un debate al interior del oficialismo. «Instancia heredada de la dictadura», según señaló la diputada Lorena Pizarro (PC) o en las palabras del diputado Matías Ramírez (PC), “Creo que constituye efectivamente un error porque sigue dicha senda (…) a través de la militarización”. Dicho lo anterior, el PC naturalmente se opone al retorno de un organismo (COSENA) que se fundó y solía emplearse en la época donde fueron víctimas durante la dictadura cívico-militar, mostrándose reticente a la hora de alinearse con el oficialismo ante el ascenso de la inmigración descontrolada en Chile -problema en constante crecimiento desde las administraciones de Bachelet y Piñera-, y que ahora ha alcanzado su pico.

En momentos, en que la ciudadanía clama a gritos por seguridad, el PC se ciñe a sus bases y se apega a su ideología. Lo anterior es una característica de los partidos políticos que poca trascendencia parece tener en la ciudadanía, puesto que la única respuesta que espera Chile, son políticas, acciones y soluciones concretas para la crisis de delincuencia, orden público y narcotráfico.

El rol del Presidente Boric ha ido adquiriendo un rol conciliador que conversa con los distintos sectores, una señal que es percibida, pero que en varias ocasiones ha dividido al ala de izquierda que ha salido a quitarle respaldo en ciertas oportunidades.

Es momento de reflexionar en torno a las ideologías de hoy como el mayor problema burocrático en la búsqueda de soluciones, solo para aterrizar a datos empíricos. Según la Encuesta Criteria, el Partido Republicano presentó su mayor disminución en los últimos meses, logrando un 18% de imagen positiva, seguido por ChileVamos con un 14%, más tras se posiciona el Partido Comunista con 8%, y finalmente el Frente Amplio con un 8% de imágen positiva. De lo anterior, se concluye someramente que los partidos políticos con su decreciente legitimidad y desaprobación no forman parte de la representatividad política. Su único mandato se lo confiere la ciudadanía con la finalidad de trabajar como colectivo en aras del bien común y del desarrollo de Chile.

 

Ítalo Conelli Oyarzo

Oscar Muñoz Moya

 

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