Entrevista

Proceso Constitucional

Decano de la Universidad Central, Rafael Pastor: «Yo cerraría el proceso constituyente, pero sí creo que es clave que reformemos la Constitución actual».

El decano dio a conocer que, a pesar de votar a favor y considerar que «no es una mala propuesta, tiene muchos aspectos positivos», el texto «tiene problemas».

3 de diciembre de 2023

Por Rodrigo Valdés Roa

Queda menos de un mes para el plebiscito del 17 de diciembre donde Chile decidirá si esta a favor o en contra de la propuesta de nueva Constitución.

El ambiente cada vez se tensa más. A pesar del desapego ciudadano con el proceso constitucional, la mayoría de encuestas dan por ganador a la opción «en contra». Sin embargo, la verdad absoluta se evidenciará en diciembre.

Para abordar ciertos aspectos de la propuesta de nueva Constitución, Diario Constitucional conversó con el abogado y decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Central, Rafael Pastor, quien dio a conocer que, a pesar de votar a favor y considerar que «no es una mala propuesta, tiene muchos aspectos positivos», el texto «tiene problemas».

1) ¿Qué apreciación le merece el proceso constitucional? ¿Considera que la Comisión de Expertos y el Consejo Constitucional hicieron un buen trabajo? ¿Qué críticas formularía?

Si uno compara el proceso que hemos vivido ahora con el anterior, uno puede señalar que en general, especialmente en lo que dice relación con las formas, la manera en que se llevó a cabo el proceso, creo que este se encauza de forma mucho más clara en lo que ha sido la tradición republicana y constitucional que ha tenido Chile, que ha sustentado siempre. En ese sentido, ha sido un proceso bastante ejemplar, porque se mantuvo dentro de los bordes que fijó la ruta constitucional. Eso creo que es relevante, tuvimos un comité que trajo a la mesa una propuesta bastante consensuada. Después, tenemos el trabajo del Consejo, donde había con claridad una mayoría, que llegó y se hizo notar y planteó una serie de enmiendas que generaron un debate intenso. En general, lo que esta Constitución hace es de una forma, es seguir en la lógica de una tradición constitucional chilena, pero hace innovaciones que son relevantes y hay cosas que a mí no me gustan. Yo hubiese querido una constitución un poco más corta, creo que hay, no es que esté extraordinariamente marcado, pero creo que hay ciertos sesgos. Pero es muy difícil que una Constitución no tenga un cierto grado de sesgo. Todas las constituciones tienen una carga política. Además, las constituciones por lo general también tienen contradicciones. No hay ninguna constitución que sea completamente neutra. Creo que eso es algo imposible.

2) ¿Qué normas del texto constitucional que se someterá a plebiscito destacaría como un avance para la institucionalidad del país?

Creo que es muy importante que se haya mantenido el principio de servicialidad del Estado, es decir, que el Estado este al servicio de la persona, el reconocimiento de la familia. Se mantiene esta tradición. Se declara, también, que Chile es un Estado Social y Democrático de Derecho, vinculando esto con la responsabilidad fiscal que es muy relevante. A su vez, declarando que en la provisión de los bienes que el Estado entrega vinculado con algunos derechos fundamentales o derechos de segunda generación –como algunos lo llaman–, se permite la concurrencia de privados. Yo creo que eso es algo positivo, porque se enmarca dentro de la tradición chilena. 

3) En relación a la Constitución de 1980, ¿en qué materias o instituciones considera que el texto aprobado por el Consejo Constitucional representa un retroceso?

A mí no me gusta que se vincule el derecho a la vivienda con este beneficio de la eximición a las contribuciones. Sé que es popular y yo creo que hay un cálculo político. Me parece muy poco adecuado que se establezcan materias de ley en la Constitución. Otro tema que no me gusta es lo de establecer en la Constitución la expulsión de inmigrantes, porque creo que también es materia de ley. No me gusta esa regulación, que se incorpore y se regule de forma muy detallada la posibilidad de expulsar a las personas que transitan desde el extranjero e ingresan a Chile. Creo que el tema político, se establece el umbral del 5%, si bien hay un avance, creo que es importante que se regule la política, porque actualmente el sistema político no da más, está super fragmentado. Entonces lo que necesitamos es fortalecer los partidos políticos y evitar los partidos políticos chicos que son liderados por caudillos y que en definitiva no permiten la gobernanza. Si bien hay un avance en eso, tal vez se cambió y se aguó lo que habían planteado los expertos, que ellos estaban más en línea con eso. Es un avance, pero tal vez el umbral se hubiese podido poner un poco más bajo.

El desafío que ha tenido esta Constitución, los dos procesos, es que se lleva a cabo el proceso con un Congreso paralelo. Entonces es muy difícil evitar las presiones, porque tienes incumbente, que ven riesgos en las decisiones que toma el Consejo Constitucional.

4) ¿Cuáles son las principales críticas que formularía al texto que se plebiscitará el 17 de diciembre próximo?

Algo que me pareció innecesario, fue esto de variar el texto de la Constitución del 80 y que estaba en la propuesta, que es lo que dice relación con el derecho del que está por nacer. Acá hay un tema de que evidentemente hay una sensibilidad en la izquierda progresista de que exista actualmente un aborto en Chile, que además que no es un tema que estaba en la constitución, o sea es un tema de ley –aborto en tres causales–. Hay una aspiración a que eso no se vea afectado. En el proceso constituyente, la mayoría de republicanos inicialmente se manifestó que no se iba a meter en este tema y cambiaron ese deber del Estado, digamos de proteger la vida del que está por nacer y se le cambió por el quién está por nacer y ya el solo hecho que lo cambien genera una discusión. Eso genera toda una discusión que, en vez de unir, separa.

Mientras más detalles tenga una constitución, más problemas va a generar, mientras más amplia quede y de espacio para que haya contradicción, eso es mejor porque esas diferencias de interpretación se zanjan dentro del sistema constitucional. 

5) ¿Participa de la crítica de que el texto aprobado por el Consejo Constitucional incursiona en regulaciones que exceden el marco de una Constitución, si se considera que tiene 216 artículos y 62 disposiciones transitorias?

Yo creo que en algunos aspectos excede. Yo creo que hay temas que son claramente materia de ley y que no deberían estar acá. Ahora, yo voy a votar apruebo, porque creo que no es una mala propuesta, tiene muchos aspectos positivos, tiene problemas. Yo creo que estamos con tal nivel de fatiga, llevamos tanto tiempo en esta discusión, que perder esta oportunidad sería muy malo para el país, porque vamos a quedar con esta incertidumbre, con esta discusión pendiente. 

6) ¿Cómo evalúa el reconocimiento que el proyecto de nueva Constitución hace de los Derechos Económicos y Sociales?

Eso está muy vinculado con la declaración de Chile como un Estado Social y Democrático de Derecho. Hubiese sido con contrasentido que no estuviera. Ahora, evidentemente, creo que es un reconocimiento de derechos efectuado de forma racional, no es un catálogo tan largo, pero a mí me parece bien que avancemos en eso y evidentemente siempre vinculado con la progresividad y la responsabilidad fiscal. No se puede pretender que de un día para otro se establezcan todos estos derechos porque va a ser complejo.

7) ¿Estima que los términos en que se regula el Estado social y democrático de derecho en el proyecto de nueva Constitución es compatible con el principio de subsidiariedad?

Yo creo que el principio de subsidiariedad ha sido muy mal interpretado. En Chile se le ha puesto énfasis en su fase negativa y se fija la discusión exclusivamente en ámbitos económicos, pero el principio trasciende el aspecto económico. El principio, básicamente lo que dice, es que el Estado debe promover que las personas, individual o asociados con otros, puedan desarrollar libremente y lograr los objetivos que ellos mismos se tracen sin intervenir. Yo creo que como ha sido establecido acá que se dice que se permite la intervención de privados, como es la tradición chilena, no lo veo incompatible, para mí el principio de subsidiariedad es compatible con el Estado Social y Democrático de Derecho. 

8) Uno de los objetivos transversales perseguidos por el proceso constituyente es la “modernización del Estado”, ¿considera que la normativa propuesta avanza resueltamente en esa dirección? ¿O es aún insuficiente?

Yo creo que es un avance. Este es un tema que no está regulado, se habla de la administración pública, se garantiza la carrera funcionaria, los principios de carácter técnicos y profesionales, pero acá lo esencial es que se establece que la administración del Estado está al servicio de la persona y de la sociedad que tiene que promover el bien común. 

9) El descrédito de las instituciones, entre ellas el Congreso Nacional, es uno de los grandes problemas del sistema político, ¿cree que con la normativa que se propone el Congreso está en mejor posición para recobrar la legitimidad democrática que se merece?

Yo creo que los incentivos que establece la Constitución son mejores. Acá lo que se establece con la barrera del 5%, sin duda implica un avance y que va de alguna forma a aminorar la creación de excesivos números de partidos. Yo creo que eso es un avance. Lo que ocurre es que van a ver barreras de entradas mayores y eso exige mayor seriedad en el proyecto. 

10) En relación al Poder Judicial, el texto a plebiscitar separa las funciones de Gobierno Judicial de lo jurisdiccional, ¿estima adecuada la solución que da la propuesta de nueva Constitución?

Uno de los defectos que tiene actualmente el sistema es que los ministros de la Corte de Apelaciones y de la Suprema, que revisan, modifican o confirman los fallos, son los que deciden el futuro de la carrera judicial de los jueces. Entonces acá tienes en un solo bloque un Poder Judicial que tiene una carrera, pero que está sometida a la evaluación que hacen los jueces en instancias superiores. Entonces eso de alguna forma puede afectar la independencia del juez. Lo que acá se busca es que haya, por un lado, el desarrollo efectivo de la carrera y que haya una entidad separada que analiza la carrera.

11) En la eventualidad de que la propuesta de nueva Constitución aprobada por el Consejo Constitucional sea rechazada por la ciudadanía en el plebiscito del 17 de diciembre próximo, ¿Estima que debiera cerrarse, al menos temporalmente, la discusión constitucional? ¿O el Congreso Nacional avocarse a la reforma de la Constitución de 1980 teniendo como base el texto propuesto por la Comisión Experta o el aprobado por el Consejo Constitucional?

Yo cerraría el proceso constituyente, pero lo que sí creo que es clave es que reformemos la Constitución actual. Hay que reformar la composición y funcionamiento del Tribunal Constitucional y hay que reformar, sin lugar a dudas, el sistema político. Ahora, eso es muy difícil que ocurra con el nivel de fraccionamiento político que tenemos ahora. El equilibrio que tenemos a los únicos que favorece es a los incumbentes y ellos no tiene ningún incentivo para cambiar, por eso es que no les gusta lo que se está proponiendo. Actualmente, hay un equilibrio que no se va a mover porque no hay capacidad de conversar, no hay gobernanza, no hay liderazgos suficientes, hay fragmentación política, el costo transaccional de ir al Congreso y buscar impulsar una reforma constitucional es muy alta.

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