Incurrió en una innecesaria y reprochable ausencia de estilo que no se puede soslayar. Ello es así porque esas expresiones desmesuradas son notablemente lesivas del respeto debido al señor juez de primera instancia y exceden sin justificación el ejercicio del derecho de defensa. Pudo recusar al magistrado si consideraba que concurrían razones para hacerlo, y no lo hizo.
27 de febrero de 2023