Salón de Piedras Talladas

La condena de Jesús se produjo en lo que se puede describir como «una tormenta perfecta», por Luis Batlló Buxó-Dulce.

Aun sin estar convencido de la culpabilidad de Jesús, Pilatos se lavó las manos, en un sentido literal (ante las hordas de judíos que pedían la muerte del Nazareno) y también metafórico, pues pretendió –con dicha actuación- no ser el último responsable de la condena, cuestión hartamente debatida, pues lo que sí hizo es condenar a Jesús también a la tortura mediante la flagelación, pena que no estaba prevista ni siquiera por el Sanedrín, en su sentencia.

12 de noviembre de 2023