La Corte Suprema de Irak resolvió que ninguna región del país puede independizarse, ya que ningún artículo de la Constitución permite la separación de alguna parte del territorio iraquí, incluso el artículo 109 compromete al gobierno federal a conservar la unidad del país, en una nueva muestra de presión para que el Kurdistán anule el referéndum del 25 de septiembre.
La decisión de la corte sostiene que la "interpretación de la Constitución afirma la unidad de Irak” y obliga a "las autoridades federales a mantener la unidad del país”.
El fallo es la respuesta a una solicitud realizada por el gobierno central de Bagdad para aclarar y poner fin a cualquier "interpretación errónea” de la Constitución.
Tras conocerse la decisión, el primer ministro iraquí llamó a las autoridades kurdas a tener en cuenta lo señalado por la Corte Suprema, que puso punto final al intento kurdo “de romper Irak”.
El pronunciamiento llega seis semanas después del referéndum independentista en el Kurdsistán, en el que el 92 por ciento de los votantes apoyaron la opción de separarse de Irak.
Como respuesta al plebiscito, las autoridades iraquíes lanzaron una ofensiva militar sobre territorios controlados por los kurdos, entre ellos la provincia petrolera de Kirkuk, además exigieron la entrega de puestos fronterizos y el control de los aeropuertos ubicados dentro del territorio kurdo.