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imagen: dw.com
Golpe de Estado.

Ex mandataria de Myanmar es condenada a 7 años de prisión por delitos de corrupción.

Las condenas en su contra suman más de 33 años. Desde su derrocamiento ocurrido en 2021, tras el alzamiento de la Junta Militar birmana, se han llevado a cabo numerosos procesos judiciales en su contra en los que ha sido condenada por diversos ilícitos. No obstante, se cuestiona la validez de estos juicios realizados por tribunales castrenses.

11 de febrero de 2023

Un tribunal militar de Myanmar condenó a 7 años de cárcel a la ex gobernante del país y premio nobel de la paz, Aung San Suu Kyi, por su presunta participación en cinco delitos de corrupción. La condena es una más de las muchas que ha debido afrontar la ex mandataria, las cuales ya suman un total de 33 años. En este caso, se le acusó de adquirir terrenos y alquilar helicópteros de manera ilícita.

En 2021, Aung San fue derrocada por un golpe militar y desde entonces ha estado privada de libertad. Es considerada una figura clave en la historia de su país por apoyar los movimientos democráticos de principios de los años noventa. Ello le valió ser detenida por la Junta Miliar que gobernaba Myanmar, hasta que en 2010, tras una fuerte presión internacional, fue liberada. En 2016 asumió el cargo de Consejera de Estado de Birmania, equivalente al de Primer Ministro, hasta que fue destituida.

En la actualidad, la ex mandataria se encuentra recluida en una cárcel de Naipyidó, la capital del Myanmar. Anteriormente había sido condenada por los cargos de malversación de fondos, violación de secretos de Estado y compraventas ilícitas.

Tras el Golpe de Estado de 2021, el país se sumió en una grave crisis social, política y económica que ha provocado numerosas víctimas. La aparición de milicias armadas y los enfrentamientos callejeros han recrudecido los conflictos que Myanmar lleva padeciendo durante décadas.

“Desde el principio hasta el final, los casos falsos contra Aung San Suu Kyi han tenido motivaciones políticas, han sido injustos y han carecido por completo de algo parecido a la transparencia. Lo mismo ocurre con los cargos contra los miles de personas que languidecen tras las rejas en las notorias prisiones y centros de interrogatorio de Myanmar en todo el país”, señaló Amnistía Internacional en un comunicado.

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