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Primera chilena en jurar como abogado.

La batalla de Matilde Throup: a 147 años del Decreto Amunátegui.

El 6 de febrero de 1877 se dictó uno de los cambios administrativos más importantes en educación que abrió grandes transformaciones sociales y culturales, con la incorporación de la mujer al ámbito profesional.

6 de febrero de 2024

Matilde Throup Sepúlveda nació en Angol y era hija de un oficial militar.

De su escueta biografía se sabe que obtuvo la Licenciatura en Leyes, en junio de 1892, convirtiéndose así en la primera chilena en recibir ese grado universitario y en jurar como abogado.

Sin embargo, luego de este hito académico e histórico que fue incluso usado como precedente para que otros países, como Argentina y Bélgica, comenzaran a otorgar el título de abogado a mujeres en sus respectivos territorios fue toda una hazaña para la joven Matilde conseguir un trabajo.

En 1893 postuló al cargo de Notario Público y Secretaria del Juzgado de Letras de Ancud, no obstante, fue rechazada por “incompatibilidad moral proveniente de la diferencia de sexo”, toda vez que si de acuerdo al Código Civil, no podía ser testigo de un testamento solemne, menos podía desempeñarse como Ministro de Fe.

Matilde Throup resolvió impugnar estos argumentos y preparó su propia defensa. Tenía por cierto, la tenacidad suficiente luego haber cursado gran parte de sus estudios siendo ignorada por algunos de sus compañeros e incluso profesores que, según algunas anécdotas, en una ocasión prefirieron interrogarla respecto a si sabía cocinar un pescado en lugar de materias propias del derecho.

Apeló ante la Corte Suprema y, en un histórico fallo (Gaceta N° 3.735, 20 de Oct de 1893) acogió su defensa y reconoció la igualdad entre hombres y mujeres para acceder a cargos públicos.

Así, la abogada Throup tenía derecho a ser admitida al desempeño de todos los empleos y funciones públicas, pues era un derecho reconocido por la Constitución a todos los habitantes de la República, sin distinción de género.

Con este precedente, años más tarde participó de un concurso para el cargo de Oficial Civil de la Primera Circunscripción de Santiago y fue aceptada al examen sin dificultad. Poco tiempo después postuló al cargo de Notario Público de Santiago donde llegó a integrar la terna remitida al Gobierno.

Matilde falleció 1922 y, en su corta pero intensa vida profesional dejó un contundente legado, venciendo obstáculos para acceder a cargos públicos como abogada en los juzgados y notarías por cuanto las leyes vigentes lo prohibían.

Algo similar ocurrió con las primeras dos médicos, Eloísa Díaz y Ernestina Pérez, quienes dentro de su profesión pudieron acceder solo al ejercicio de algo que las mujeres venían haciendo desde tiempos inmemoriales, es decir, parteras, hoy conocida como especialidad médico obstetra.

En Chile, las mujeres fueron autorizadas para obtener títulos universitarios en 1877, mediante el Decreto Amunátegui.

 

 

República de Chile

Ministerio de Justicia, Culto e Instrucción Pública

Viña del Mar, 6 febrero de 1877

N° 547 Considerando:

1° Que conviene estimular a las mujeres a que hagan estudios serios y sólidos;

2° Que ellas pueden ejercer con ventaja algunas de las profesiones denominadas científicas;

3° Que importa facilitarles los medios de que puedan ganar la subsistencia por sí mismas;

Decreto:

Se declara que las mujeres deben ser admitidas a rendir exámenes válidos para obtener títulos profesionales con tal que ellas se sometan para ello a las mismas disposiciones a que están sujetos los hombres.

Comuníquese y publíquese»

Miguel Luis Amunátegui

 

Fuentes y fotografías:

Universidad de Chile:

«Trece Mujeres Bachilleres en Humanidades en el Siglo XIX: Pioneras o Entrometidas en la Universidad de Chile»

Archivo Nacional

 

 

 

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