Cartas al Director

Hombres y mujeres.

Francisco Bartolucci Johnston

8 de septiembre de 2023


Hace algunos años, una amiga me dijo: “¿sabes? con el tiempo he aprendido que el príncipe azul no existe, sólo existen hombres”, a lo que respondí: “¿sabes? tienes razón, yo también con el tiempo aprendí que la princesa rosa no existe, sólo existen mujeres”. Y así, entre hombres y mujeres han transcurrido los siglos de la historia de la humanidad.

Pero resulta, que hace algunos años ha nacido una ideología que dice que no hay hombres ni mujeres, sólo seres, personas que pueden elegir ser hombres o mujeres, ambas realidades a la vez, o esto o lo otro, o simplemente nada. Esta tendencia la conocemos como “ideología de género” y sin base científica alguna niega la evidencia de la biología, la psicología y la sociología. En efecto, esta ideología postula: “tú no eres ni hombre ni mujer, esas son categorías culturales impuestas por una sociedad, patriarcal y machista, en verdad tu puedes ser lo que quieras: hombre, mujer, pájaro o animal, es tu derecho y todos deben aceptar la identidad que te autoimpones, porque si no están violando tus derechos”. Claro, el derecho de las personas a percibir la evidencia científica y la realidad resulta negado.

La tendencia de la “ideología de género” busca imponerse en nuestra sociedad bajo diversos subterfugios, entre los que destaca un feroz activismo identitario que obnubila la sociedad y un manejo del lenguaje que busca anular la capacidad de las personas de racionalizar. Así, quienes sostienen la recta doctrina de la existencia de sólo dos sexos – masculino y femenino – son estigmatizados como retrógrados, de extrema derecha, fascistas u homofóbicos para así “cancelar” su opinión fundada en evidencias científicas e imponer las ideas de la autopercepción.

Un punto trascendente, que en este artículo quiero destacar, es que la “ideología de género” proclama la legitimidad de toda forma de autopercepción identitaria incluida la pedofilia que afecta a los menores de edad en cuanto son víctimas de los abusos sexuales de adultos pervertidos que ahora resultan “blanqueados” bajo el artificioso argumento que deben ser reconocidos como parte de la diversidad sexual. Claro, el perjuicio a los niños y adolescentes nada importa para quienes proclaman tal ideología.

Otro punto que es indispensable resaltar es que la “ideología de género”, preconizada por los sectores de la izquierda radical, es la base doctrinaria para deconstruir nuestra sociedad, vaciándola de sus creencia y valores tradicionales para luego impregnarla de un absoluto relativismo que, entre otras negaciones absurdas, declara que no hay sexos, sólo un interminable número de géneros que emanan de la autopercepción de cada uno y, entonces, todo es legítimo y debe ser aceptado, bajo sanción, para quién se oponga, de ser marginado del orden social y su opinión cancelada.

Pero hombres y mujeres se resisten a ser vaciados de su propia naturaleza y si bien los príncipes azules y las princesas rozas mueren temprano, los primeros continúan buscándose, eligiéndose, comprometiéndose y por sobre todo amándose, según el orden natural de las cosas.

 

Francisco Bartolucci Johnston

Abogado y profesor de Derecho.

 

 

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