Cartas al Director

Un recordatorio sobre Urrutia Manzano y Pinochet tras el Golpe: una dupla llamada a hacer restituir el respeto el Estado de Derecho (¿?)

Prof. Diego Palomo Vélez

5 de septiembre de 2023


El mismo 11 de septiembre de 1973, el Presidente de la Corte Suprema, Enrique Urrutia Manzano, declaró: “El Presidente de la Corte Suprema, en conocimiento del propósito del nuevo gobierno de respetar y hacer cumplir las decisiones del Poder Judicial sin examen administrativo previo de su legalidad, como lo ordena el artículo 11 del Código Orgánico de Tribunales, manifiesta públicamente por ello su más íntima complacencia en nombre de la Administración de Justicia de Chile, y espera que el Poder Judicial cumpla con su deber, como lo ha hecho hasta ahora” .

El 13 de septiembre, el Pleno de la Corte Suprema, acordó: “Primero: Ratificar la declaración del Presidente del Tribunal dada conocer por los medios informativos del Gobierno, y que es del tenor siguiente: DECLARACIÓN: El Presidente de la Corte Suprema, en conocimiento del propósito del nuevo gobierno de respetar y hacer cumplir las decisiones del Poder Judicial sin examen administrativo previo de su legalidad, como lo ordena el artículo 11 del Código Orgánico de Tribunales, manifiesta públicamente por ello su más íntima complacencia en nombre de la Administración de Justicia de Chile, y espera que el Poder Judicial cumpla con su deber, como lo ha hecho hasta ahora. Santiago, 12 de septiembre de 1973. [Firmado] Enrique Urrutia Manzano. Segundo: Disponer que los Tribunales de Justicia de la Nación continúen cumpliendo sus labores ante la certeza de que la autoridad administrativa respectiva le prestará la garantía necesaria en el normal desempeño de sus funciones. Transcríbase al señor Ministro de Justicia y a las Cortes de Apelaciones del país.”

El 25 de septiembre se concreta la visita protocolar que la Junta de Gobierno realizó a la Corte Suprema, en la que Urrutia Manzano expresó: “Honorable Junta, señores Magistrados: La Corte Suprema, que tengo el honor de presidir, recibe con satisfacción y optimismo esta visita vuestra, y la aprecia en todo su valor histórico y jurídico; ella significa para nosotros, y asimismo para el país, una ratificación más de las primeras declaraciones que habéis prestado, en orden a que respetaréis el Poder Judicial, y que vuestro Gobierno cumplirá nuestras decisiones.”

Pinochet, como el Presidente de la Junta de Gobierno, declaró: “Señor Presidente de la Excelentísima Corte Suprema, señores Ministros: La Junta que tengo el honor de presidir ha requerido llegar hasta este solemne recinto para testimoniar el respeto que siente por el Poder Judicial, símbolo del Derecho y la Justicia chilena. El respaldo moral que este Excelentísimo Tribunal ha prestado a la Junta de Gobierno, nos ha dado nuevos bríos para proseguir en la inmensa y patriótica labor de recuperación nacional en la que estamos empeñados (…)”.

En el Decreto Ley N°1, señaló la Junta que “en el ejercicio de su misión, garantizará la plena eficacia de las resoluciones del poder judicial y respetará la Constitución y las leyes de la República, en la medida en que la actual situación del país lo permita para el mejor cumplimiento de los postulados que ella propone”.

En la inauguración del año judicial 1974, Urrutia Manzano afirma:

 “(…) En verdad, el Gobierno elegido en 1970, con sus desaciertos y constante violación de la ley de manera tan manifiesta, tanto en su letra como en su espíritu, había perdido ya la legitimidad obtenida con su elección por el Congreso Nacional y, por el contrario, legitimaba así, a su vez, los sucesos ocurridos en el recordado once de septiembre.

Y la Junta, en su primer acto, al constituirse, entre otras declaraciones, expresó: ‘Garantizará la plena eficacia de las atribuciones del Poder Judicial’, y en una visita oficial que le hiciera al que habla el día 12 de septiembre, un representante de ella y por su especial encargo, le reiteraba ‘la plena garantía del reconocimiento de las facultades de los Tribunales y el cumplimiento sine condictio e ipso facto de sus resoluciones’. Ante estas actitudes de la Junta que asumía el Poder Supremo y que daba término al caos que vivía la República y ante sus propósitos de cumplir nuestras resoluciones sin estudio previo, como lo ordena el artículo 11 del Código Orgánico de Tribunales, procedí a manifestar públicamente mi complacencia por tales declaraciones, y pedir a los Jueces siguieran cumpliendo con su deber como lo habían hecho hasta entonces, manifestación que fue hecha suya al día siguiente por esta Corte con el voto unánime de sus Ministros en ejercicio, y comisionó a su Presidente para que personalmente pusiera dicho acuerdo unánime en conocimiento de la Junta. Esta, en respuesta a lo anterior, visitó en cuerpo a esta Corte y su Presidente, Gral. Sr. Pinochet, al hacer uso de la palabra, expresó que ‘llegaban a este recinto solemne para testimoniar el respeto que siente –la Junta– por el Poder Judicial, símbolo del Derecho y de la Justicia chilena’.

Como expresé al comenzar esta exposición, nuestros Tribunales han funcionado normalmente y el Gobierno ha respetado ampliamente nuestras atribuciones, reafirmando así, cada día, sus primeros y repetidos propósitos.

Se puede sospechar sin mayor esfuerzo que llevó a Urrutia Manzano a tomar esta posición respecto al nuevo régimen.

Pero se tiene certeza del abandono que la Corte Suprema y el Poder Judicial hizo de el resguardo de los derechos humanos, dejando a su suerte a los que consideraron enemigos que debían ser exterminados.

Prof. Diego Palomo

Universidad de Talca

Facultad de Cs. Jurídicas y Sociales

 

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