Patricio Fernández, quien desempeñaba el cargo de “coordinador presidencial de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado” ha renunciado a su cargo, renuncia que el Presidente aceptó de inmediato. El motivo: la molestia y reclamo del Partido Comunista por haber él opinado en un programa de radio: “Los historiadores y los politólogos podrán discutir por qué y cómo se llegó a eso” (golpe militar).
Claro, los sectores más radicales de la izquierda no aceptan que pueda haber un debate serio, argumentado y documentado acerca de las causas que motivaron el pronunciamiento militar del 11 de septiembre de 1973, por el contrario, quieren imponer una verdad oficial y única que cancele cualquier otra opinión.
Al respecto, estimo es importante que los chilenos tomemos debida nota del peligro que el actual Gobierno y alguno de los partidos que lo apoyan encierra para la manifestación del libre pensamiento. No es este el primer intento del Gobierno de imponer “verdades únicas”, lo hemos visto también en el empeño del Ministerio de Educación de fijar una política oficial y obligatoria en materia de educación sexual y afectiva para niños de educación básica, o en su perseverancia de regular las opiniones que se vierten por las redes sociales. Sólo queda decir: alerta chilenos.
Francisco Bartolucci Johnston