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Escriben «Socio de un estudio de abogados internacional, el puesto mejor pagado con 230.000 euros anuales brutos más variable del 20%».

El sector legal se encuentra en plena transformación digital y reclama a muchos de estos juristas habilidades directivas y competencias digitales.

1 de octubre de 2018

En una reciente publicación del medio español Confilegal se da a conocer el artículo “Socio de un estudio de abogados internacional, el puesto mejor pagado con 230.000 euros anuales brutos más variable del 20%”.
Se sostiene que el mercado laboral ya nunca será como lo hemos conocido hasta ahora. Nuevas tendencias en relaciones laborales y formas de colaboración, el impacto de la tecnología y el entorno cambiante ponen de manifiesto la necesidad de conocer qué demanda el mercado en cada momento, tanto a nivel competencial como salarial, para poder atraer y retener el mejor talento en cada compañía, la verdadera clave del éxito empresarial en nuestros días.
Por ello, se añade, que Spring Professional, la firma del grupo Adecco especializada en consultoría de selección para mandos intermedios y directivos, ha elaborado la ‘I Guía Spring del mercado laboral’ en el que se analizan más de 520 posiciones procedentes de los 14 sectores económicos más relevantes del mercado de trabajo español –el presente se centra en el área Legal- y en el que se ofrecen datos relativos a la remuneración de estas posiciones.
El sector legal está inmerso en una profunda transformación. Se cita a Carlos Nieto, consultor de esta empresa: “Los clientes demandan colaboradores que presten servicios globales e innovadores, que ofrezcan no solo los servicios jurídicos tradicionales, sino además que dominen áreas como la ciberseguridad, la inteligencia artificial o el big data y que apliquen la tecnología más avanzada en el negocio, permitiendo aportar una visión global y un ahorro de costes y tiempo”.
A su parecer, “los requerimientos de los clientes han cambiado y con ello las necesidades de los bufetes en cuanto a la atracción y retención del talento”. Al requisito de la especialización en la abogacía y su experiencia en materias muy concretas, se añade el requerimiento de atraer perfiles muy dinámicos, orientados al cliente y con ciertos conocimientos en herramientas digitales, competencias que garantizan en un entorno cambiante la agilidad y rapidez en las respuestas a sus clientes.
Detectar aquellos perfiles con la combinación perfecta entre competencias técnicas y competencias “blandas”, se convierte en una de las prioridades estratégicas de los despachos.
Para ello, las firmas deben fortalecer su Employer Branding. “Se trata de potenciar la maca del despacho como empleador, algo que incrementa la imagen que tiene una compañía no sólo hacia sus clientes sino también hacia sus propios empleados y sobre todo, la imagen que perciben sus posibles candidatos”, indica Nieto.
Para este experto “la presencia de la empresa en redes sociales resulta fundamental para atraer nuevo talento. El departamento de Comunicación externa y los colaboradores actuales serán los responsables prioritarios de hacerlo posible. Contar su experiencia ayudará a captar la atención de potenciales candidatos a un proyecto retador”.

Se busca abogado que empatice con el cliente

Con respecto a este punto, Carlos Nieto asevera que “a raíz de los cambios tecnológicos y culturales de los despachos, las competencias blandas asumen mayor protagonismo. El tránsito progresivo de culturas tradicionales a más innovadoras ha provocado que se requieran perfiles con dotes sociales y de comunicación claramente desarrolladas”.
Además de ser un buen técnico, esas competencias que se buscan en un abogado tienen que ver con su capacidad de comunicación y empatía con el cliente. La habilidad para gestionar equipos multidisciplinares es “cada vez más transversal el trabajo de los abogados a nivel de despacho, la implicación en la firma y su resistencia al estrés, capacidad de análisis y visión estratégica”, destaca.
Otro dato que resalta tiene que ver con la llegada de los abogados más jóvenes, los millennials. “Cada vez más se les pide a los abogados que tengan habilidades digitales como para entender el desarrollo de herramientas tecnológicas”.
Al mismo tiempo, si el abogado posee una experiencia a partir de los cuatro o cinco años “el despacho que quiere ficharle también le pide cartera de clientes o la posibilidad de hacer negocio. En posiciones junior no se pide esto actualmente. Es la mejor tarjeta de visita para estos profesionales senior para poder seguir creciendo en el despacho”, aclara Carlos Nieto.

La remuneración de las oficinas de abogados

El texto asegura que los estudios de abogados internacionales son los que ofrecen los salarios más elevados del sector legal en España: hasta 230.000 euros para un socio con un variable del 20%.
“Es posible que sea una cuestión cultural y hablamos de facturaciones globales, con lo cual un despacho internacional suele actuar sobre un área geográfica mundial, con lo cual su margen salarial es más grande”, indica Nieto.
Dentro de los estudios de abogados internacionales también percibe una remuneración muy elevada la figura del asociado que puede llegar a cobrar 160.000 euros anuales brutos con un variable también de un 20%.
En lo que se refiere a los estudios nacionales, este informe de Spring Professional señala que también tienen salarios elevados aunque algo inferiores que sus competidores. Por ejemplo, los socios perciben hasta 200.000 euros de salario fijo con un porcentaje del 20% en comisiones y los asociados senior pueden alcanzar los 120.000 euros (+20% variable).
En el ámbito empresarial tanto los directores jurídicos como los expertos en Fiscalidad (Tax managers)  son los que alcanzan los mayores salarios: 100.000 euros anuales más el 20% en comisiones. “Ha crecido su responsabilidad en el seno de la empresa y eso se observa a nivel de retribución”.
Junto a ello, en la empresa también se advierte que se consolidan el Compliance officer y el delegado de Protección de Datos (DPO).
“La figura del Compliance officer se demanda mucho. Su retribución oscila desde 50.000 a 90.000 euros. Por su parte el DPO puede ganar algo más”, aclara nuestro interlocutor.
Sobre los puestos más demandados en los estudios, el experto subraya “que las áreas clásicas como corporate y fiscal siguen siendo muy demandadas. Todo lo que tiene que ver con el derecho de la empresa está muy cotizado”.  Al mismo tiempo, el perfil procesalista se ha situado en este escenario, debido sobre todo a las demandas masivas a nivel hipotecario. “Hay oferta notable de estos candidatos y baja su banda salarial”.
Junto a ellos emerge, tras la aprobación del Reglamento Europeo de Protección de Datos (RGPD), “la figura del abogado experto en protección de datos y privacidad, que es un puesto que todos los despachos quieren cubrir para luego poder dar ese servicio a sus clientes de forma continuada”.
En cuanto al escenario para los próximos años a nivel salarial, Nieto afirma que “estamos en un momento bueno porque la economía ha crecido y eso repercute en los salarios. Si la actividad económica sigue en esa senda se mantendrán este tipo de salarios más elevados. No podemos olvidar que estamos ante una actividad muy competitiva”.
Respecto a los factores que ayudan a un abogado a cambiar de estudio, Nieto señala que “cada profesional tiene sus razones. Hay aspectos económicos que ayudan a tomar esa decisión de cambio, al igual que las ganas que tiene el jurista de conciliar su vida profesional con la personal y también el crecimiento profesional; no en todos los despachos uno puede promocionarse a nivel profesional y puede estar tapado para crecer en la firma. Otro factor es el ambiente de trabajo”.

 

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