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Moción de senadores.

Proyecto de ley establece el 7 de febrero como el Día de la Amistad Chileno-Peruana.

Esta fecha corresponde a la efeméride del Combate de Abtao, sector ubicado en la actual región de Los Lagos, acción naval en que las Armadas de Chile y Perú aunaron sus esfuerzos en aras de preservar su soberanía y sus derechos en el Pacífico. En dicha ocasión (1866) unieron sus esfuerzos y voluntades los héroes navales Arturo Prat Chacón y Miguel Grau Seminario, que posteriormente, por circunstancias de la historia, debieron enfrentarse en la Guerra del Pacífico.

7 de noviembre de 2023

La iniciativa legal, patrocinada por los Senadores Francisco Chahuán, Rojo Edwards, José Miguel Insulza, Iván Moreira y Jaime Quintana, busca establecer el 7 de febrero como el Día de la Amistad Chileno-Peruana.

Refieren que en la reunión entre los Presidentes de Chile y Perú celebrada en Santiago de Chile el 29 de noviembre de 2022 estos acordaron establecer el día 7 de febrero de cada año como el Día de la Amistad Chileno-Peruana, en lo que se conoce como la Declaración de Santiago.

Tuvieron presente que esta fecha corresponde a la efeméride del Combate de Abtao, sector ubicado en la actual región de Los Lagos, acción naval en que las Armadas de Chile y Perú aunaron sus esfuerzos en aras de preservar su soberanía y sus derechos en el Pacífico.

Indican que la fecha escogida adquiere una especial relevancia y simbolismo, debido a que en dicha ocasión (1866) unieron sus esfuerzos y voluntades los héroes navales Arturo Prat Chacón y Miguel Grau Seminario, que posteriormente, por circunstancias de la historia, debieron enfrentarse en la Guerra del Pacífico.

Traen a colación que días antes del Combate Naval de Papudo, el gobierno peruano fue depuesto por los revolucionarios y Mariano Prado asumió la Presidencia. El nuevo gobierno acordó el envío de su escuadra para unirse a la chilena en Chiloé. Antes de iniciar operaciones ofensivas contra la flota española, que pretendía recuperar los territorios antes conquistados, las fuerzas peruanas esperarían el arribo de los nuevos blindados a la isla, los que correspondían al Huáscar e Independencia.

Agregan que el 3 de diciembre de 1865, iniciaron la travesía las fragatas peruanas Apurímac y Amazonas y 44 días después las corbetas Unión y América. Entretanto, el recién ascendido capitán de navío Juan Williams Rebolledo, de la Armada de Chile, con la corbeta Esmeralda, la goleta Covadonga y el vapor Maipú, habían organizado el apostadero naval de Abtao, cerca de la isla de Chiloé. Este lugar de reunión de la flota aliada se dispuso en dos ensenadas colindantes a la isla, ubicada en la ribera norte del canal de Chacao.

Un día después (4 de febrero), agregan, las corbetas peruanas Unión y América, muy escasas en carbón y víveres, se presentaron para el servicio en Abtao. Al día siguiente, el capitán de navío Juan Williams Rebolledo decidió ir con la Esmeralda a Ancud para procurar los elementos logísticos requeridos por las corbetas peruanas, dejando al mando al jefe de la división peruana, Manuel Villar.

Señalan que el 7 de febrero, el vigía del apostadero anunció a las 6.30 horas un buque a la vista que se creyó podría ser la corbeta Esmeralda. Sin embargo, una hora y media después se identifica, sin lugar a dudas, a las fragatas enemigas con una navegación muy lenta y precavida. Recién a las 15.00 horas quedaron los contendientes a la vista.

En ese contexto, destacan que el tiempo disponible desde el avistamiento inicial fue suficiente y muy bien aprovechado para preparar la fuerza aliada para el combate. Se calentaron máquinas y anclaron las 4 naves en línea de fila estrecha, unidas con espías, de manera de cubrir con sus cañones los dos accesos a la ensenada.

Estiman que el duelo artillero se prolongó por casi dos horas, intercambiando entre adversarios unos 2.000 tiros, sin resultados decisivos. Esto, porque las naves españolas no se animaron a acortar la distancia, implicando para ellos el riesgo serio de varar por desconocimiento de la hidrografía de Abtao. Ante ello, optaron por retirarse hacia Valparaíso, sin haber podido dar cumplimiento a la misión asignada.

Manifiestan que fue así como se fraguó la amistad peruana ese 7 de diciembre de 1865, por lo que los presidentes de ambos países, en ese acuerdo, tuvieron también en consideración la vinculación estratégica que Chile y Perú han alcanzado en los últimos años, logrando fortalecer un sólido acercamiento, sustentado en valores compartidos, como la democracia, libertad, respeto a los derechos humanos, protección del medio ambiente y el desarrollo inclusivo, concertando a través de dichos principios una agenda de futuro en beneficio de ambos pueblos.

También declararon que la cultura es un espacio clave para el acercamiento entre los pueblos y para la construcción de una relación más integral entre ambos países, aprovechando los vínculos culturales existentes y proyectándolos hacia el futuro, en materias como la coproducción artística y cultural, en áreas e industrias creativas, música, las artes escénicas, el diseño y el patrimonio inmaterial.

El proyecto de ley, de artículo único, establece lo siguiente:

“Artículo único: “Establézcase el 7 de febrero de cada año como el Día de la Amistad Chileno-Peruana.”.

El proyecto de ley se encuentra en primer trámite constitucional en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.

 

Vea moción y siga la tramitación del Boletín Nº16373-10.

 

 

 

 

 

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