Cartas al Director

¿Qué es una Constitución?

Prof. Dr. Lautaro Ríos

2 de mayo de 2022


Con este mismo propósito,  hace  un  tiempo  atrás,  el Diario Constitucional publicó una carta –con idéntico título– en que intentaba describir los requisitos de una Nueva CARTA  FUNDAMENTAL.

Esta idea del Poder Constituyente,  no  sólo denuncia el desgaste de la actual Carta Fundamental pues, de otro modo, no se vería la necesidad de cambiarla,  sino también implica la oportunidad de corregir  sus vacíos e insuficiencias, como asimismo adecuarla a los nuevos requerimientos que se advierten y que resulta imperativo atender.

La carta referida  terminaba expresando el deseo de que el pueblo chileno “logre en el futuro convertirse en una nación unida en el propósito de desvanecer las diferencias que nos separan y de pensar a Chile como una gran familia deseosa de compartir sus logros entre sus miembros,  dando a todos los chilenos la oportunidad de su más plena y efectiva realización”.

La lectura reciente de este último párrafo despertó en mi memoria de estudioso del pueblo romano,  el  recuerdo de la “Terra Patrum”, es decir, de la tierra de nuestros padres,  que  impulsaba  a quienes debían cambiar de alojamiento, debido al agotamiento de la tierra por desconocer la agricultura,  a  trasladar los restos de sus antepasados que debían permanecer junto a ellos.

Esta idea,  así  como  la  de  Chile transformado  en  una gran familia que ayuda a todos sus miembros,  sin  discriminarlos,  me reveló  el  absurdo –por no decir la estupidez– de quienes viven  en Chile sembrando  las  diferencias  que  nos  dividen  y  abusando de ellas, en lugar  de  apostar por  el cuidado y la  ayuda  al  prójimo,  como  la única  manera  de transformar  a  Chile  en  una  gran  nación  unida y próspera  que  sirva  de ejemplo  al  resto  del  Continente  Latinoamericano.

Hace  algunos  años  atrás,  siendo Profesor  de Derecho Constitucional  en la  Universidad  de  Valparaíso,  se  celebró  el  Primer  Centenario de la Sede  Porteña  de  esta  Universidad.  Concurrieron  varias  Universidades chilenas  y  de América Latina.   Allí,  en  un  Pleno  al que  me invitaron,  expuse mi Tesis  consistente en que la única manera  de convertir  a nuestro Sub-Continente Latinoamericano en una potencia mundial,   superando a los Estados Unidos de Norteamérica, consistía  en  unirlo  en  una  sola  gran  Nación,  que  compartiera  todos  sus recursos  naturales y tecnológicos  y  que  sería capaz  de  superar  a la gran nación del Norte,  lo  que  demostré  con  un listado de los recursos  de nuestro  subcontinente de habla latina –incluyendo a Centro América  y  México–   los  que  superan  los  recursos  de la gran nación del Norte,  buena  parte  de  los  cuales  nos  pertenecen  a nosotros  pero son explotados  por  ellos.

Publicados los Estudios  del  Centenario,  recibí  solicitudes  de  datos y  felicitaciones de varios países de habla latina.  Pero cuando consulté  al Ministro  del  Interior de Chile,   me  contestó  que  esto  era  imposible porque  exigía un cambio de toda  la organización y  los programas  de  los Ministerios  y  no había  recursos para  atender  sueños  imposibles.  La   burocracia  chilena siempre  fue  paralizante.

Quiero  terminar  esta  intervención  con  dos  reflexiones con  las que  inicio  esta  conversación,  a  saber:

1ª:  ¿Es  acaso  imposible que la Nueva  Constitución consiga no sólo atender nuestros actuales requerimientos  sino también poner enérgico  fin  al  empeño de quienes siempre  han  tratado de separarnos  para  así  poder  explotar  en su  exclusivo beneficio la  debilidad de los más  necesitados de  ayuda?

2ª  ¿Resulta  acaso  una  quimera lograr  que  la  Nueva  Constitución sea  un  instrumento  educativo  que consiga  transformar  a  Chile  en  una  gran  familia  en  que  todos intentemos  ayudar  a nuestros  hermanos  más  necesitados haciendo desaparecer  definitivamente el afán  de  algunos  de  explotar  siempre  la  debilidad de  los  más  desprovistos de recursos?

Quiero  pedir humildemente  a mis lectores que mediten  sus respuestas, pudiendo añadir  las  observaciones  que  les  parezcan  apropiadas.

 

Prof. Dr. Lautaro Ríos Álvarez

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  1. Chile, una larga y angosta faja de tierra, con una diversidad cultural de norte a sur, con la gran dificultad que siempre ha conllevado eso. Un pueblo que cree ser muy solidario y unido, porque cuando hay un terremoto se recibe mucha ayuda…. Pero en lo cotidiano, este país se ha convertido en un lugar muy inseguro, en que desconfías hasta de tu vecino, y te rascas con tus propias uñas.
    Es decir, ya en Chile, entre hermanos chilenos es difícil, por lo que realmente pensar en extrapolar esta idea a Latinoamérica?? ….. tal vez cambiando todo el paradigma de la educación y en unas 3 generaciones más…