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Escriben: «Gestión positiva de conflictos. Análisis del comportamiento humano en los procesos de mediación y negociación a través de tres categorías básicas de procesos psicológicos: Percepción, emoción y comunicación».

El documento concluye que el conflicto, en una mirada positiva, a partir de su forma de gestión, es un factor de luz, oportunidad, cambio y empoderamiento.

4 de octubre de 2019

Recientemente, la autora brasileña Marisa Yule Cubel Brandão  publicó un análisis sobre comportamiento humano en los procesos de mediación y negociación a través de tres categorías básicas de procesos psicológicos: Percepción, emoción y comunicación.

En el documento, la autora comienza explicando que nuestros comportamientos ocurren a través de procesos psicológicos, entre ellos están la percepción, la emoción y la comunicación. Como enseña Fisher (2018), para tratar con problemas psicológicos, use técnicas psicológicas y para enfocarse en el laberinto de problemas humanos, piense en tres categorías básicas: percepción, emoción y comunicación. Los problemas a nivel personal caen en uno de ellos.

Enseguida, se reflexiona que cuando se habla de conflicto, lo que viene a la mente de la mayoría de las personas es problema, peligro y oscuridad. Pero el conflicto no es eso. El conflicto no es bueno ni malo. Es un fenómeno social. La gestión del conflicto es la que puede ser mala o buena. Por eso, en cada conflicto hay una mirada positiva, todo va a depender de la forma de la gestión del conflicto.

Luego, el trabajo expone que es posible verificar la gran importancia de comprender las tres categorías básicas de procesos mentales internos que enfocan el comportamiento humano: percepción, emociones y comunicación, para un manejo positivo de los conflictos y sus relaciones.

Posteriormente, el documento explica que la psicología cognitiva ya ha señalado que el conflicto es una oportunidad para que el ser humano identifique nuevas perspectivas y formas de pensar, para aumentar la capacidad de razonamiento y convivencia social, lo que conduce a comportamientos positivos y calificados, con la transformación de las relaciones interpersonales. 

A continuación, la autora indica que, el conflicto también fomenta la toma de decisiones creativas, el desarrollo de nuestras habilidades emocionales y racionales para enfrentar la adversidad, la dirección de la vida, el autoconocimiento y la búsqueda de soluciones. El conflicto fomenta el diálogo y su superación crea resiliencia.

Finalmente, el documento concluye que el conflicto, en una mirada positiva, a partir de su forma de gestión, es un factor de luz, oportunidad, cambio y empoderamiento. Es una oportunidad para la deconstrucción y reconstrucción sobre bases más sólidas y fértiles, para la transformación. Es el ímpetu para enfrentar, superar los obstáculos, la resistencia y el florecimiento humano.

 

 

Vea texto íntegro de la publicación.

 

        

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