El Tribunal Superior de Australia desestimó un recurso interpuesto por la Iglesia Católica, mediante el cual buscaba evitar pagar una indemnización por el abuso sexual que un cardenal cometió contra un niño del coro. Esta decisión confirma una sentencia previa de la Corte Suprema de Apelaciones de Victoria, que estableció que las familias de las víctimas tienen derecho a ser indemnizadas por su condición de víctimas secundarias de abuso clerical.
El caso en cuestión, RWQ contra la Arquidiócesis Católica de Melbourne & Ors [2022] VSC 483, involucra a un padre que demandó a la Arquidiócesis por el daño emocional que sufrió al enterarse del presunto abuso sexual sufrido por su difunto hijo a manos de un cardenal.
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Tras un largo proceso judicial, la Corte Suprema de Victoria determinó en 2022 que el padre tenía derecho a buscar reparación por las lesiones sufridas como víctima secundaria del abuso cometido contra su hijo. La Iglesia apeló sin éxito esta decisión ante el Tribunal de Apelaciones de Victoria, pues el fallo de instancia fue confirmado el año pasado.
Posteriormente, la Iglesia presentó un recurso de apelación ante el Tribunal Superior, que fue rechazado. El Tribunal consideró que las posibilidades de éxito eran insuficientes para justificar la concesión de una autorización especial para apelar. Esta decisión ratifica la responsabilidad extendida a las víctimas secundarias de abuso sexual infantil.
El fallo establece un precedente importante, permitiendo que familiares, amigos y otros miembros relacionados con las víctimas puedan buscar compensación por los daños psicológicos derivados de este padecimiento.
“El tribunal más alto del país ha afirmado hoy que la iglesia puede ser considerada responsable de ese sufrimiento, y alentamos a las familias que quedaron devastadas por el abuso a buscar justicia por su cuenta. La Iglesia ha hecho esfuerzos considerables para explotar el sistema legal para librarse de estos procedimientos, y nos alegra ver que se cierra otra laguna», señaló la directora jurídica de la ONG Shine Lawyers.