Elon Musk ha interpuesto una demanda contra OpenAI y su CEO, Sam Altman, en estrados de un tribunal de California (Estados Unidos). Acusa que ha violado sus estatutos fundacionales de ser una compañía sin fines de lucro dedicada a abordar las amenazas de la inteligencia artificial generativa (AGI por sus siglas en inglés), al asociarse con Microsoft por $13 mil millones de dólares, y por mantener en secreto el código de sus nuevos productos de inteligencia artificial.
OpenAI, la empresa desarrolladora de ChatGPT, ha sido acusada de cambiar su enfoque original al formar Open LP en 2019, una entidad con fines de lucro dentro de su estructura. Este movimiento ha resultado en un dramático cambio de valoración de la empresa, pasando de ser considerada «inútil» a tener un valor de mercado de 90 mil millones de dólares en un corto período de tiempo.
La demanda también hace referencia a una crisis de liderazgo que tuvo lugar el año pasado, durante la cual Altman fue temporalmente expulsado de la empresa debido a preocupaciones sobre los riesgos asociados con la inteligencia artificial. Sin embargo, después de una intervención de Microsoft, Altman fue reincorporado a su posición, lo que fue interpretado como un triunfo para aquellos que buscan comercializar la inteligencia artificial.
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Musk, que cofundó OpenAI en 2015 y luego abandonó la compañía, solicita que se obligue a la demandada a poner su investigación y tecnología a disposición del público, para que no opere como un activo financiero de Microsoft.
El resultado de este litigio podría tener repercusiones significativas no solo para Open y su dirección, sino también para la forma en que se percibe y se maneja la inteligencia artificial en el ámbito empresarial. La disputa plantea preguntas importantes sobre la ética y la gobernanza en el desarrollo y la comercialización de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial generativa.
«OpenAI se ha transformado en una subsidiaria de facto de código cerrado de la empresa de tecnología más grande del mundo: Microsoft. Bajo su nueva Junta, no sólo está desarrollando sino que en realidad está refinando un AGI para maximizar las ganancias de Microsoft», señala la demanda.
“Es importante reflexionar sobre lo que ha ocurrido aquí: una startup sin fines de lucro ha recaudado decenas de millones de dólares en contribuciones con el propósito expreso de desarrollar tecnología AGI para beneficio público, y poco antes de lograr el hito para el que fue creada la empresa, esta se ha convertido en un socio cerrado y con fines de lucro de la corporación más grande del mundo, enriqueciendo así personalmente a los demandados. Si este modelo de negocio fuera válido, redefiniría radicalmente cómo se practica el capitalismo de riesgo en California y más allá”, concluye el libelo.