Grandes Juristas

Hannah Arendt

Es considerada una de las escritoras y filósofas más influyentes del siglo XX. Defensora del pueblo judío durante la Segunda Guerra Mundial.

Por Fernanda Pavez Donati, Universidad de Chile

Hannah Arendt nació en la ciudad de Hannover en 1906 y murió en Nueva York en 1975. Fue escritora y teórica política alemana (posteriormente nacionalizada estadounidense) de religión judía y una de las filósofas más influyentes del siglo XX.

Vida y estudios

Nació en el seno de una familia judía, hecho que tendría una especial relevancia para sus obras debido a los acontecimientos históricos que ocurrieron en Europa unas épocas después.

A temprana edad Hannah junto a su familia deciden trasladarse a Konigsberg, Prusia, lugar de donde provenían sus antepasados. En 1913 fallece su padre Paul Arendt a causa de sífilis, dejando la educación de Hannah en manos de su madre Marta Cohn, quien se desenvolvía en círculos intelectuales de corrientes liberales y socialdemócratas. Esto permitió que Hannah pudiera estudiar, pues en ese mundo la educación de las niñas era algo que se daba por supuesto.

En 1923 tuvo que abandonar la escuela por problemas disciplinarios y se trasladó a la ciudad de Berlín, donde tomó clases de teología cristiana y estudió por primera vez la obra de Kierkegaard. En 1924 vuelve a Konigsberg y aprueba su examen de acceso a la universidad. Ese mismo año comenzó sus estudios en la Universidad de Marburgo (Hesse) donde fue alumna de importantes filósofos de la época tales como Nicolai Hartmann, Rudolf Bultmann y Martin Heidegger. Este último tendría especial relevancia en la vida de Hannah, pues mantuvieron una relación amorosa la cual fue secreta debido a la diferencia de edad entre ambos, además de que Heidegger estaba casado.

A comienzos de 1926 la autora no aguantó más la situación y decidió cambiarse de casa de estudios a la Universidad Albert Ludwig de Friburgo. Posteriormente estudió Filosofía en la Universidad de Heidelberg  y se doctoró en 1928 con la tesis “El concepto del amor en San Agustín” bajo la tutoría de Karl Jaspers, con quien forjaría una gran amistad.

En 1933 Hannah desarrollaba una carrera académica normal, con cátedra en la universidad. Sin embargo el nazismo destruyó sus planes, así lo expresa en sus cartas, donde señala que no tener bienes ni posiciones, contribuyó a la independencia de su pensamiento.

Judaísmo y vida política

A medida que Hannah avanza en sus estudios, comienza a interesarse cada vez más por cuestiones políticas. Es en este periodo que conoce a Kurt Blumenfeld, quien es promotor del movimiento sionista en Alemania. Hannah se interesa en esta corriente, comenzando su activismo a favor de los judíos.

Como parte de sus primeros trabajos, analizó la exclusión social de los judios en base al concepto de “paria” empleado por primera vez por Max Weber. Al respecto, opuso el término “parvenu” (advenedizo) inspirado en los escritos de Bernard Lazare. En 1932 publicó el artículo «Aufklärung und Judenfrage» («La Ilustración y la cuestión judía), en el que desarrolla sus ideas sobre la independencia del judaísmo.

Cuando las cosas comienzan a tensarse en Europa y la llegada de Hitler al poder era inminente, su amigo Karl Jaspers trató de convencerla de que debería considerarse alemana, sin embargo Hannah rechaza esto ya que siente un fuerte arraigo por sus orígenes judíos. Esto tuvo como consecuencia que se mantuvieran distantes durante el transcurso de la guerra.

En 1933 el marido de Hannah, Gunther Anders, emigra a París. Sin embargo, ella decide quedarse en Alemania realizando actividades políticas. Por recomendación de Kurt Blumenfeld trabajó para una organización sionista, donde estudió la persecución judía la cual estaba en su etapa inicial. En este contexto Hannah es detenida durante 8 días por la Gestapo.

Con el pasar de los días, ya era una fuerte defensora de que debía lucharse contra el régimen nacionalsocialista, postura contraria a muchos de los intelectuales de la época, varios de ellos judíos quienes subestimaban la dictadura y alababan a los dueños del poder.

Exilio y emigración a Estados Unidos

Emigró a Francia en 1933 donde trabaja nuevamente en una organización sionista. En el ámbito intelectual, continúa investigando sobre el antisemitismo y realizando conferencias para distintas organizaciones.

En 1937 se le retira la nacionalidad alemana y fue apátrida hasta el año 1951 donde se le otorga la ciudadanía estadounidense. En 1940 las autoridades francesas llaman a la mayoría de los extranjeros alemanes para ser deportados. Hannah, pasó una semana en un velódromo en París y luego fue trasladada al campo de internamiento de Gurs. Tras pasar 5 semanas allí consigue huir junto a otros pocos alemanes.

En mayo de 1941 llega junto a su madre y su segundo marido Heinrich Blucher, a Nueva York. Desde ese mismo año trabajó como redactora en la revista judeo-alemana Aufbau, donde escribió con regularidad una columna llamada “This means you”. En sus escritos reivindicaba el judaísmo y desarrollaba la idea de un ejército judío propio el cual luchara codo a codo al lado de los aliados, planteamiento que no prosperó y que es anterior a los asesinatos en masa en los campos de exterminio.

A pesar de que Hannah se definía como sionista, fue teniendo una visión cada vez más crítica de esta concepción, ya que para ella la libertad y la justicia eran principios básicos en la política, algo que es incompatible con la idea del pueblo elegido. En la misma línea, publica el ensayo “We Refugees” en el cual discute la situación de los refugiados y apátridas, quienes son ilegales y no cuentan con derechos.

Viajes a Alemania y consecuencias del régimen nazi

En el ensayo “Besuch in Deutschland. Die Nachwirkungen des Naziregimes”, escribe de forma detallada sobre la situación alemana postguerra. En su escrito esgrime que Alemania ha destruido el tejido moral del mundo occidental en un corto periodo, realizando crímenes que eran impensados hasta ese entonces. También evidenció la indiferencia de la población alemana, donde se silenció todo el dolor generado en los campos de concentración y exterminio. Por el contrario, rondaban historias sobre el sufrimiento de los alemanes debido a la guerra.

Formas de dominio total

Después de la Segunda Guerra Mundial, Hannah comenzó un extenso estudio sobre el nacionalsocialismo. Su libro está formado por tres partes: Antisemitismo, Imperialismo y Totalitarismo. Respecto a los primeros dos temas pudo basarse en gran medida sobre material histórico existente, pero para el último debió trabajar en base a la documentación que tenía recolectada por su cuenta.

En 1951 aparece la edición estadounidense con el título “The Origins of Totalitarianism”, cuatro años más tarde la versión alemana, la cual es distinta a la original y posee el título “Elemente und Ursprünge totaler Herrschaft”. En 1996 sale la tercera edición donde se repasa y amplía la obra.

En este trabajo, Hannah plantea una tesis controvertida: los movimientos totalitarios se apoderan de todas las cosmovisiones e ideologías y las convierten, a través del terror, en nuevas formas de estado. En la opinión de la autora, hasta el año 1966 solo han logrado esto en nazismo y el estalinismo.

Destaca nuevas cualidades del totalitarismo frente a las dictaduras habituales, entre ellas menciona que el totalitarismo se extiende a todas las áreas de la vida humana, no solo a nivel político, por otra parte, el centro está en un movimiento de masas que incluye una inversión completa del sistema jurídico y la aspiración a un dominio mundial.

Las descripciones empleadas por Hannah sirvieron para desarrollar diversas teorías sobre el totalitarismo.

Actividad política en Estados Unidos

Trató en diversas ocasiones la discriminación de los negros, la llamada “cuestión negra” cuya solución consideraba necesaria para la existencia de la República. Además, condenó la Guerra de Vietnam bajo su análisis titulado “Lying in Politics”.

El proceso de Eichmann

En 1961, entre los meses de abril y junio, Hannah asistió como reportera de la revista The New Yorker al proceso contra Adolf Eichmann en Jerusalén. Esta experiencia inspiró el libro más conocido y discutido de la autora: “Eichmann en Jerusalén, un informe sobre la banalidad del mal”.

Adolf Eichmann había sido detenido en Argentina en 1960 y trasladado a Jerusalén. Hannah emplea la frase “banalidad del mal” explicando que Eichmann nunca habría asesinado a un superior y que esto no lo hacía tonto, sino simplemente irreflexivo. Por otro lado, señalaba que esto lo habría predestinado a ser uno de los mayores criminales de la época. Cuestión que sería precisamente lo banal, ya que no se le puede encontrar profundidades demoníacas, por mucha voluntad que se le ponga.

Debido a las atrocidades cometidas por el régimen nazi, para Hannah no era fácilmente clasificable el tipo de crímenes que se cometieron, pues no existían ejemplos anteriores.

Otra arista en este acontecimiento es el reproche contra Hannah por haber visto el papel de los consejos judiciales de forma demasiado crítica. Eichmann había exigido cooperación a los judíos, quienes se la habrían brindado en “una medida sorprendente”. Así por ejemplo, las listas de transporte en el campo de concentración de Theresienstsdt fueron realizadas por el consejo judío.

Hannah Arendt y su relación con el Derecho

Durante el régimen nazi en Alemania a muchos judíos se les retiró la nacionalidad, incluida Hannah Arendt. Esto trajo como consecuencia que estas personas (ahora apátridas) no pudieran ejercer sus derechos mínimos. Es en este contexto donde Hannah reflexiona y defiende la idea de que todas las personas tienen derecho a tener derechos, sin importar su condición ideológica o política.

Esta idea ha ido evolucionando hasta convertirse en el reconocimiento de que todas las personas tienen derechos humanos, los cuales se tienen solo por la condición de ser persona y que deben ser reconocidos, respetados y garantizados.

Legado

– Desde 1993 trabaja la asociación «Instituto Hannah Arendt para el estudio del totalitarismo» (Hannah-Arendt-Institut für Totalitarismusforschung e.V., HAIT) en Dresde. El Instituto tiene por objetivo estudiar «las dictaduras totalitarias por derecho propio». El Instituto además realiza jornadas sobre Hannah Arendt y promueve publicaciones póstumas.

– Desde 1995 se entrega el Premio Hannah Arendt al pensamiento político, financiado por la ciudad de Brema y la Fundación Heinrich Böll.

– En Zúrich, donde Arendt leyó su ponencia Freiheit und Politik («Libertad y política») en 1958, se realizaron de 1996 a 2000 de forma anual las Jornadas de Hannah Arendt, que se ocupaban de su pensamiento político, cada año desde un nuevo punto de vista. Desde 1998 se realizan también en Hanóver todos los veranos eventos similares, cuyos resultados se publican.

– En la Universidad Carl von Ossietzky de Oldenburgo, Antonia Grunenberg fundó en 1999 el Centro Hannah Arendt. Posee originales o copias de la mayoría de los documentos legados por Hannah Arendt. Además, editan los Hannah Arendt Studien, en forma de colección de libros. A esto hay que añadir las jornadas y otros eventos sobre las obras de Hannah Arendt y en general sobre la vida intelectual del siglo XX. La Sociedad Hannah Arendt húngara, que funciona desde 1997, se dirige sobre todo a los pedagogos y se ocupa, entre otras cosas, de formular una nueva definición de los Derechos Humanos apoyándose en la tesis de Arendt de que el asesinato masivo e industrial solo fue posible porque los Derechos Humanos no tuvieron fundamentación filosófica, ni habían fraguado de forma política, sino que simplemente fueron proclamados. Wolfgang Heuer edita en Berlín el Hannah-Arendt-Newsletter con colaboraciones en alemán, inglés y a veces en francés, en la que se han publicado trabajos inéditos de Arendt.

– Aproximadamente desde el cambio de siglo se puede hablar de una auténtica explosión del pensamiento de Arendt en Alemania. En Hanóver, Marburgo y Heidelberg se han colocado placas conmemorativas en sus lugares de residencia. Se ha dado su nombre a algunas escuelas, calles y plazas. Se realizan actos públicos, simposios y exposiciones en su honor. En conmemoración del 30º aniversario de su muerte en 2005 y, poco después, en conmemoración de su 100º cumpleaños se editaron innumerables artículos y libros. En las universidades y otros centros de investigación, se interesaron por Hannah Arendt, aparte de filósofos, politólogos y otros estudiosos de las ciencias sociales, también historiadores y filólogos.

– El asteroide 100027 Hannaharendt recibió su nombre (1990) en honor a la autora.

– El Instituto de Formación Cultural y Política que Elisa Carrió fundó en mayo de 2004 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires lleva el nombre de Hannah Arendt.