Parlamento de Portugal aprueba despenalización del consumo de drogas sintéticas.
Elimina el criterio de cantidad para determinar la punibilidad del delito y realiza una diferenciación entre traficantes y consumidores, para ayudar a estos últimos a tratar sus problemas de adicción. Del mismo modo, hace equiparables las drogas sintéticas con las llamadas drogas tradicionales.