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Mujeres destacadas en la lucha por la igualdad de derechos en España.

Hasta 1931 las españolas podían ser elegidas pero no tenían derecho al voto. La abogada, y activista feminista, Clara Campoamor acabó con esa discriminación.

4 de agosto de 2017

En una columna publicada hoy, la periodista española Yolanda Rodríguez señala que a lo largo de la historia, muchas mujeres se han destacado en la lucha por la igualdad de derechos, sobre todo desde mediados del siglo XIX, y durante todo el siglo XX, donde el movimiento reivindicativo de la mujer comenzó a tomar cada vez más fuerza.
La comunicadora destaca a cuatro mujeres representativas de la lucha por la igualdad y por los derechos de la mujer en España.

 

1. Clara Campoamor

Hasta 1931 las españolas podían ser elegidas pero no tenían derecho al voto. La abogada, y activista feminista, Clara Campoamor acabó con esa discriminación por primera vez en la historia. Consiguió que la Constitución republicana de 1931 reconociera el derecho al voto de todas las mujeres.
Para llegar a eso, la jurista Clara Campoamor, que se presentaba por el Partido Radical, una formación de centro progresista de la época, se debió enfrentar a buena parte de la Cámara de los Diputados y especialmente a otras dos mujeres: Victoria Kent, del Partido Repubicano Radical Socialista, y Margarita Nelken, del PSOE.
Éstas, pese a apoyar el voto femenino, consideraban que no era el momento oportuno para implantarlo porque a las mujeres españolas les faltaba madurez y responsabilidad social lo que podría poner en peligro la estabilidad de la República.
Temían la gran influencia que la Iglesia podía tener en ellas, porque un porcentaje muy elevado consultaría a su confesor antes de ir a votar, favoreciendo así a los partidos de derechas.
Aseguraba Campoamor en su discurso de defensa del sufragio femenino:” Yo, señores diputados, me siento ciudadano antes que mujer, y considero que sería un profundo error político dejar a la mujer al margen de ese derecho”.
El recién adquirido derecho se materializó dos años más tarde, en las elecciones de 1933, cuando las mujeres españolas pudieron acudir a las urnas. Sin embargo, fue interrumpido por 40 años de dictadura. Concretamente, la ilusión del voto femenino volvió a ser una realidad en las elecciones democráticas de 1977.

 

2. Concepción Arenal

Nació el 30 de enero de 1820 en Ferrol, La Coruña. A los 8 años perdió a su padre, un militar liberal que se opuso a la monarquía de Fernando VII que sufrió represión por sus ideas. A causa de sus estancias en prisión, cae enfermo y muere, lo que provoca que, poco después, que Concepción entre en una escuela para señoritas.
Sus inquietudes intelectuales le llevaron a comenzar Derecho en la Universidad Central de Madrid, para lo que tuvo que vestir con ropa de hombre, ya que el acceso a la Universidad estaba vedada a las mujeres. Pero su carrera profesional la desarrolló en el ámbito de la literatura. Escribió poesía, teatro, zarzuela y novela.
Concepción comienza a escribir, junto a su marido Fernando García Carrasco, hombre capaz de entender y aceptar la actitud combativa de su esposa ante las injusticias de su época, en el periódico La Iberia. Tras caer éste enfermo será ella quien escribirá los artículos con la firma de su marido.
En 1863, Concepción Arenal se convirtió también en la primera mujer que recibió el título de Visitadora de Cárceles de Mujeres, cargo que ostentó hasta 1865.
Fue con ella cuando nació el feminismo en España. Como los Krausistas, otorga a la educación e instrucción de la mujer un papel fundamental, pues Concepción dijo que la mujer no tiene otra carrera que el matrimonio, ya que los hombres aprenden un oficio y las mujeres no. Concepción considera a la mujer como ser humano marginado a quien hay que ayudar, respetar y estimular, educándola en la dignidad de condición de mujer y ser humano.

 

3. Emilia Pardo Bazán

Emilia Pardo Bazán fue una escritora gallega que nació el 16 de septiembre de 1851 en La Coruña. Era hija de los Condes de Pardo Bazán, título que heredó en 1890. Durante su juventud viajó por Europa, aprendiendo idiomas y leyendo a los autores de la época. Fue con 25 años cuando se dio a conocer como escritora con la publicación de Estudio Crítico de las obras del Padre Feijoo, aunque había escrito artículos de sus viajes por Europa en el diario El Imparcial.
En toda su obra se desprende un feminismo en el que clama que para poder elevar la posición de la mujer en la sociedad hay que educarla.
Quizás, su faceta más decididamente progresista fue su constante y activa preocupación por el tema de la promoción social y cultural de la mujer.
Como ella misma aseguró, su conciencia feminista despertó muy tempranamente, alentada por la ayuda comprensiva de su padre, que siempre impulsó sus inclinaciones.
Para ella, las naciones más progresistas son aquellas en las que la mujer tiene una mejor posición en la sociedad y que ha recibido mayor educación. Denuncia en su artículos la “doble moral” de la sociedad en la crítica a hechos de hombres y mujeres, en la que la mujer siempre sale mal parada.
Intentó dos veces su entrada en la Real Academia Española, pero ambas se le denegó porque “ahí no había sitio para señoras”. La última vez que lo intentó fue en 1912, nueve años antes de su muerte, en 1921.

 

4. Carmen de Burgos y Seguí

Nació en Almería en 1860 y fue periodista, escritora y activista de los derechos de la mujer española. Se casó a la edad de 16 años, pero su matrimonio fue una experiencia terrible para ella. Decidió abandonarlo todo y hacerse con el título de maestra, donde lo ejercería en una escuela de Guadalajara. A la vez, consiguió colaborar como articulista en distintos periódicos, de tal modo que, con el paso del tiempo, dejara la escuela para dedicarse al periodismo.
Fue una prolífica escritora de ensayos, novela y novela corta y una defensora del papel social de la mujer. En artículos, tertulias y conferencias mostró su inequívoca postura en favor del divorcio y del voto femenino. Esta faceta de  escritora y periodista le sirvió para dar voz al derecho de igualdad de la mujer, al derecho al trabajo, a la educación y al sufragio universal.
En 1931 se afilió al Partido Republicano Radical Socialista e intervino en actos y mítines defendiendo el derecho de igualdad de la mujer. Y llegó a ocupar la presidencia de la Liga Internacional de Mujeres Ibéricas e Hispanoamericanas.
El 9 de octubre de 1932, tras haber intervenido en una reunión del Círculo Radical Socialista, fallecía de un ataque al corazón.

 

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