El Centro de Estudios de Justicia de las Américas, CEJA, presenta oficialmente su Política de Igualdad de Género, primera iniciativa institucional de este tipo, que establece un compromiso y una hoja de ruta del organismo internacional para los próximos cuatro años en esta materia.
Con el diseño de la Política de Igualdad de Género, CEJA asegura que contribuirá a la promoción y construcción de sistemas de justicia que permitan un acceso en igualdad de condiciones a todas las personas; y que este se materialice sin diferenciaciones económicas, raciales, étnicas, ni de género.
En sus casi 20 años de trayectoria en la región, CEJA ha constatado que los sistemas judiciales no se comportan de igual modo para todos y todas. El acceso a la justicia de mujeres y hombres no se cumple de la misma manera, y de hecho, sus derechos no tienen la misma efectividad, porque no se reconocen, gozan o ejercen en la misma medida o intensidad. Y esta situación se produce por las diferencias de sexo/género en sus diversas manifestaciones.
A continuación, expone algunos ejemplos de la subsistencia de desigualdades formales: la normativa laboral boliviana equipara a la mujer con una persona menor de 18 años, prohibiéndoseles que trabajen durante la noche. En Chile, el régimen matrimonial establece que la mujer casada en sociedad conyugal no administra sus propios bienes, sino que lo hace el marido (salvo su patrimonio profesional). A pesar de que formalmente está reconocida la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, su vigencia se ve amagada por la violencia de género. Según datos de la ONU (2013), 1 de cada 2 mujeres (53%) ha sufrido violencia sexual o física en América Latina. Según la OMS (nov 2016), 1 de cada 3 mujeres (35%) ha sufrido violencia sexual o física en el mundo. Cada día en América Latina y el Caribe, mueren 12 mujeres por razón de feminicidio (CEPAL, estadísticas del 2016).
Específicamente, arguye el organismo, casi la totalidad de los países no presentan igualdad de género en las altas cortes de justicia. Explicó el Director Ejecutivo del organismo, Jaime Arellano, que para CEJA, “la administración de justicia como parte de la función pública de un Estado, debe necesariamente gestionar los conflictos de la población sin realizar diferencias arbitrarias o discriminaciones de ningún tipo, y promoviendo la equidad y la igualdad material de las personas”.
Es así que para lograr dicho cometido y dar efectivo cumplimiento a su misión y objetivos institucionales, se tomó la decisión de incorporar la perspectiva de género tanto en la cultura organizacional como en la actividad institucional de CEJA. “De lo contrario, si al momento de reformar o modernizar los sistemas de justicia, no se tienen en cuenta las diferencias que experimentan hombres y mujeres en ellos, la justicia podría estar mejorando parcialmente y sólo para un segmento de la sociedad”, dijo Arellano.
Al definir esta hoja de ruta, CEJA trabajará para que los estudios que el organismo realice den cuenta del impacto diferenciado que provocan los sistemas de justicia en mujeres y hombres; y que, en virtud de esos datos y análisis, se generen políticas y acciones que incorporen la perspectiva de género. Asimismo, que en la cooperación e intercambio de experiencias y buenas prácticas en la región, se potencien las que incorporan el enfoque de género, y puedan ser replicadas. Un tercer efecto que se espera con la Política de Igualdad de Género, es que los instrumentos que mejoran la información de justicia, reflejen y consideren los impactos en hombres y mujeres y las relaciones que se producen entre los mismos, así como el avance en el reconocimiento, goce y ejercicio de derechos y el acceso efectivo a la justicia de mujeres y de personas que ven afectados sus derechos por causa de su orientación sexual y/o identidad de género.
La Política de Igualdad diseña un horizonte de trabajo de cuatro años, en los la que finalidad es aumentar la Igualdad de Género en los Sistemas de Justicia de la región. Se espera que esto pueda materializarse por ejemplo, en un mejoramiento del desempeño con enfoque de género de los y las operadoras de justicia en el reconocimiento, garantía y protección de los derechos de mujeres y hombres en la región. Asimismo, junto con instalar la práctica interna de que los profesionales trabajen con perspectiva de género, CEJA se fortalezca como un organismo técnico de la OEA, que realiza sus actuaciones con perspectiva de género, en el desarrollo del acceso a la justicia en la región.
Para la ejecución de la política, explica el ortganismo, se adoptó una estrategia dual, que se articula a través del desarrollo de una política general de transversalización del enfoque de género (mainstreaming) y la promoción de acciones o discriminaciones positivas.
Como parte del mainstreaming, CEJA realizó durante el año 2017 un taller de sensibilización en materia de género a todo su staff, y otro taller de capacitación sobre cómo incorporar la perspectiva de género en los ámbitos de trabajo. Asimismo, tomó la decisión de exigir como requisitos para futuras consultorías, evitar el uso de lenguaje o imágenes sexistas y no utilizar estereotipos de género; además, que dichas consultorías prevean y expliciten impactos diferenciados entre hombres y mujeres; y de ser así, propongan medidas que podrían adoptarse para que ese impacto no afecte más a un género o a otro.
Respecto de las políticas específicas – que requieren de herramientas concretas y temporales para eliminar las discriminaciones- CEJA trabajará para aumentar el número de mujeres en aquellas áreas de CEJA donde hay brechas de género (por ejemplo, Consejo Directivo, integrado por siete miembros, seis hombres y una mujer); establecer como requisito que al menos un 40% de las consultorías y los cursos de capacitación, sean realizadas o impartidos por mujeres. Y que lo mismo se produzca con exposiciones en seminarios y eventos; finalmente, priorizar la realización de estudios específicos en materia de género y justicia.
Al diseñar la Política de Igualdad de Género, CEJA se alinea con la normativa regional e internacional en esta materia, como la Convención sobre los derechos políticos de la mujer de la ONU; la Convención sobre la eliminación de todas las formas de violencia contra la mujer (CEDAW); el Preámbulo de la Declaración Universal de DDHH de la ONU; los Principios de Yogyakarta; la Convención de Belem do Pará; y la Convención Interamericana contra toda forma de Discriminación e Intolerancia. Asimismo da cumplimiento a la recomendación hecha en el año 2002 de la Reunión de Ministros de Justicia u otros ministros, procuradores o Fiscales Generales de las Américas, REMJA, de incorporar la perspectiva de género en el desarrollo de los proyectos para apoyar los procesos de modernización de la justicia de la región; así como la exigencia transversal de hacer efectiva la Igualdad de Género en uno de los proyectos de mayor alcance que CEJA desarrolla actualmente: “Mejorando en el Acceso a la Justicia Civil en América Latina y el Caribe” de Global Affairs Canada.
La elaboración de la Política de Igualdad de Género la desarrolló un equipo de CEJA, coordinado por la investigadora Lorena Espinosa e integrado por Marco Fandiño, María Jesús Valenzuela y Constanza Gigena, con el apoyo de la consultora Macarena Bravo.
Vea Política de Igualdad de Género
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