Para muchos, invertir en propiedades es un negocio atractivo y seguro, por lo que participar de un negocio que está funcionando activamente, como son las franquicias inmobiliarias, puede resultar una buena alternativa para quienes quieren introducirse en el mundo del corretaje.
A juicio de Werner Kandora, docente de la Escuela de Derecho de Universidad de Las Américas, el franquiciante cuenta con trayectoria y prestigio en el mercado, lo que hace atractiva la modalidad de iniciar un nuevo negocio para el franquiciado. “Como este mercado es tan competitivo, resulta ventajoso obtener el respaldo de un actor de relevancia al iniciar un emprendimiento en el corretaje inmobiliario, pues se aprovechan las economías de escala y se generan las sinergias necesarias para optimizar el uso de los recursos”, comenta Kandora.
En cuanto a los requisitos que se deben cumplir para adquirir una franquicia inmobiliaria, la abogada del estudio jurídico Lagos & Asociados, Catalina Briceño A., indica que “jurídicamente, como institución, no cuenta con un marco legal determinado. En este sentido, dependerá del tipo de franquicia que se desee explotar para determinar los requisitos legales que debe cumplir”.
Sin embargo, la experta señala que existen elementos comunes a toda franquicia. Los principales son: celebración del contrato de franquicia, el pago de un fee (tasa de ingreso para adquirir el derecho a comercializar determinada marca), costos por concepto de publicidad, pagos de royalty en relación a los porcentajes de ventas, y la inscripción y regulación de registros de propiedad, marcas y temas tributarios.
Relación inversión-retorno
De acuerdo a lo señalado por Catalina Briceño, “la inversión en este tipo de franquicias, en el caso de arrendar un bien raíz en la Región Metropolitana, bordea entre los US 30.000 a los 40.000 –respecto de propiedades cuyos metros cuadrados fluctúen entre los 1.700 a 2.400 mt2–. En cuanto al retorno de las franquicias, en términos generales oscila entre el 8 a 15% de las ventas netas, de modo que la inversión se recupera alrededor de los dos años de funcionamiento, advierte la abogada de Lagos & Asociados.
Para Werner Kandora, el futuro de las franquicias dependerá del dinamismo que se produzca en el mercado inmobiliario, “dada su estructura y la posibilidad de ingreso de nuevos agentes económicos con cierta facilidad, en atención al monto de inversión relativamente moderado requerido para iniciar el proyecto. Si se suma a la estabilidad que otorga ser parte de una franquicia de prestigio el hecho de generarse más actividad de construcción y venta de inmuebles en la economía, es altamente probable que este mercado adquiera el dinamismo necesario que lo haga seductor para la participación de mayor número de interesados”, sostiene el académico de UDLA.