Un tribunal sudafricano rechazó una demanda colectiva presentada contra la multinacional minera Anglo American South Africa (AASA). Los demandantes, un grupo de residentes de Kabwe (Zambia), buscaban representar a más de 140.000 personas, argumentando que AASA era responsable del envenenamiento generalizado por plomo en la zona.
La demanda se centraba en la operación de la mina Broken Hill de AASA, que operó desde 1925 hasta 1974. Los demandantes alegaron que la empresa no tomó las medidas necesarias para prevenir la liberación de plomo tóxico al medio ambiente, lo que resultó en generaciones de residentes afectados por envenenamiento por plomo.
Sin embargo, la jueza del caso dictaminó que los demandantes no presentaron pruebas suficientes para establecer un nexo causal entre las operaciones de AASA y el envenenamiento por plomo. Señaló que la afirmación era «completamente errónea» y advirtió sobre el peligroso precedente que podría sentarse al responsabilizar a las empresas por acciones tomadas décadas atrás, según los estándares actuales.
Anglo American acogió de buena manera el fallo, reafirmando su “compromiso con prácticas mineras responsables y expresando solidaridad con los residentes de Kabwe”. La empresa indicó que aún no había recibido formalmente la decisión y que su conocimiento del caso se basaba en informes mediáticos.
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A pesar de la decisión desfavorable, los representantes legales de los demandantes anunciaron su intención de apelar, calificando la sentencia como «fundamentalmente errónea» y reafirmando su determinación de buscar justicia para las víctimas del envenenamiento.
Este caso ha atraído la atención internacional sobre la problemática del envenenamiento por plomo en Kabwe, con niveles de este metal pesado en la sangre que superan los umbrales considerados «altos». La contaminación por plomo se encuentra principalmente en el suelo y el polvo, afectando especialmente a los niños que juegan en la zona, según los estudios presentados por los demandantes.
El litigio contra Anglo American se suma a una serie de litigios legales que la empresa ha enfrentado en años recientes debido a sus impactos ambientales y sociales de su actividad en África, resaltando la creciente atención a la responsabilidad corporativa en la industria minera.
“Los demandantes solicitan permiso para presentar una reclamación insostenible que sentaría un precedente grave. El precedente es que una empresa podría ser considerada responsable medio siglo después de que sus actividades hayan cesado, ante generaciones aún no nacidas, como resultado de haber sido puesta a prueba con conocimientos y estándares futuros desconocidos en ese momento. Dadas las circunstancias, es apropiado y necesario desestimar la solicitud”, señaló el texto del fallo.