La Asamblea Nacional, cámara baja del Parlamento francés, aprobó la nueva ley de inmigración impulsada por el gobierno del presidente Emmanuel Macron y por los partidos políticos de derecha, consagrando así una política nacional en materia migratoria que promete ser mucho más estricta, según los especialistas. Previamente el texto había sido aprobado por el Senado.
Algunos puntos clave de la normativa aprobada son los siguientes:
1- Regularización de indocumentados a discreción: la legislación otorga a los prefectos la facultad para regularizar a trabajadores indocumentados en sectores con escasez de personal. Para ello, pueden otorgar un permiso de residencia de un año, siempre y cuando el solicitante haya residido en Francia durante al menos tres años y haya trabajado como empleado durante al menos 12 de los últimos 24 meses. Los trabajadores indocumentados podrán solicitar este permiso de residencia sin requerir la aprobación previa de su empleador.
2- Restringe los beneficios: la legislación establece una distinción entre los extranjeros que se encuentran «en situación de empleo» y aquellos que no, con consecuencias directas sobre las prestaciones sociales que pueden recibir y el tiempo de espera para acceder a ellas.
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En el caso de asignaciones familiares, los inmigrantes sin empleo deben aguardar un periodo de cinco años antes de ser elegibles, en comparación con los 30 meses exigidos para aquellos que están empleados. En cuanto a la ayuda para optar a una vivienda, el requisito de residencia se establece en cinco años para los extranjeros desempleados y en tres meses para aquellos con empleo. Sin perjuicio de lo anterior es importante destacar que estas restricciones no aplican a estudiantes extranjeros, refugiados ni titulares de permisos de residencia.
3- Posibilidad de revocar la ciudadanía francesa: prescribe la posibilidad de privar de su ciudadanía francesa a aquellos ciudadanos que poseen doble nacionalidad y sean condenados por homicidio intencional dirigido hacia cualquier persona en una «posición de autoridad pública», como militares, miembros de los cuerpos de seguridad, jueces y funcionarios públicos, entre otros. En cuanto al Ius solis, derecho a obtener la nacionalidad francesa por nacer en el país, desde ahora los nacidos en Francia de padres extranjeros ya no adquirirán automáticamente la nacionalidad francesa al alcanzar la mayoría de edad. En cambio, se les exigirá presentar una solicitud activa entre los 16 y 18 años para obtener la ciudadanía.
4- Establece cuotas migratorias: para finalizar, es menester señalar que estas cuotas deberán ser fijadas por el Parlamento, y su objetivo es limitar durante los próximos tres años el número de migrantes habitando en el país.
Vea texto del proyecto de ley.