Noticias

imagen: peru21.pe
Curiosidad judicial.

Juez estadounidense utiliza emojis para expresar su opinión en un fallo.

Dado que tanto la experiencia común como los estudios gubernamentales sugieren que un texto puede enviarse o leerse en tan solo unos segundos, cobrarle a un cliente diez minutos por cada texto enviado parecería resultar en una sobrecarga flagrante. Al contar los cargos por mensajes de texto, que superan la alucinante cifra de 750,5 dólares, se genera otro emoji (cabeza explotando).

14 de febrero de 2024

Un juez de la Corte del Distrito Este de Nueva York (Estados Unidos) utilizó un “emoji” en su fallo para graficar su disconformidad con el planteamiento de una de las partes. El juez, al plantear reparos sobre la metodología de facturación de los honorarios propuestos, dio a entender que el abogado de la parte demandante «infló» las horas facturables utilizando una técnica de “redondeo”, mediante un emoji de “cabeza explotando”.

En el caso “DePietro v. Levitt”, las partes llegaron a un acuerdo en el marco de una demanda laboral colectiva. En este contexto, presentaron el acuerdo que suscribieron a la Corte para obtener la aprobación judicial de los términos alcanzados, incluidos los honorarios de los abogados asociados. No obstante, el juez rechazó el acuerdo al oponerse, principalmente, al mecanismo establecido para determinar los honorarios de la parte demandante, cuyo cálculo el juez consideró excesivo.

En su análisis de fondo, la Corte observa que “(…) incluso una revisión superficial del registro de tiempo proporcionado revela una curiosidad. En no menos de cinco ocasiones, el asociado asignado facturó al cliente por enviar un solo mensaje de texto. Cada una de estas instancias se cobra en “0,17 horas” o diez minutos, que es, presumiblemente, la unidad de medida más pequeña en el sistema de mantenimiento de registros de la empresa”.

Agrega que, “(…) por lo tanto, cada vez que el asociado enviaba un mensaje de texto al cliente o al abogado contrario, la empresa agregaba $51 a su factura. Si bien es posible que uno pueda perseverar con un texto durante diez minutos, redactando cuidadosamente el mensaje, aquí hay evidencia que socava tal propuesta, ya que algunos de esos mensajes de texto fueron entregados a esta Corte”.

Comprueba que “(…) cuando el asociado escribió, por ejemplo, “está bien, gracias. Te lo haré saber”, o “confirmado al 35%”, es difícil imaginar que tal composición haya consumido diez minutos. Incluso leer las respuestas del cliente, que en un caso consistía únicamente en un emoji que indicaba afirmación, no puede considerarse razonablemente como una tarea que consume mucho tiempo”.

La Corte concluye que, “(…) dado que tanto la experiencia común como los estudios gubernamentales sugieren que un texto puede enviarse o leerse en tan solo unos segundos, cobrarle a un cliente diez minutos por cada texto enviado parecería resultar en una sobrecarga flagrante. Al contar los cargos por mensajes de texto, que superan la alucinante cifra de 750,5 dólares, se genera otro emoji (cabeza explotando).Por lo tanto, en la medida en que sea pertinente, la verificación cruzada  resulta poco convincente, ya que los registros de facturación parecen distorsionar la realidad».

En mérito de lo expuesto, la Corte rechazó la propuesta de acuerdo transaccional, por lo que los abogados deberán presentar un acuerdo revisado que haga observancia de lo señalado en el fallo.

Vea sentencia Corte del Distrito Este de Nueva York 23-CV-3940(GRB)(AYS).

Te recomendamos leer:

Agregue su comentario

Agregue su Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *