Por Verónica Rodríguez Rowe para Diario Constitucional

“Debemos dejar atrás esa vieja política que se centra en descalificaciones personales y no en un debate con argumentos. Soy parte de una nueva generación en política, que defiende con convicción sus ideas, pero nunca dejando de lado el diálogo y los acuerdos.”

Este mensaje en su cuenta de Twitter refleja por completo a la abogada Constanza Hube Portus (soltera, 35 años) candidata constituyente de la UDI por el distrito 11 (Las Condes, La Reina, Lo Barnechea, Peñalolén y Vitacura). Es joven, forma parte de la nueva generación de políticos y sus palabras transmiten vocación pública. Es que su experiencia no es menor… ha trabajado en fundaciones, centros de estudio, en el Congreso, el Gobierno y en el sector privado, por lo que, dice, será un real aporte en la redacción de la nueva Carta Magna.

¿Cuál es una de sus principales visiones con respecto al proceso Constituyente?

Estamos frente a un proceso histórico que establecerá el rayado de cancha, las reglas generales del juego. Es esencial que tengamos una Constitución que limite y estructure correctamente el poder, y que resguarde derechos fundamentales. Sin embargo, soy de la idea que, especialmente quienes somos candidatos, debemos ajustar las expectativas a la realidad. La Constitución no se hará cargo de todas las demandas ciudadanas de un día para otro, por lo tanto, el Presidente no puede renunciar a gobernar, ni el congreso a legislar.

¿Qué tan cierto es que la redacción de una nueva Constitución será “de cero”?

La nueva Constitución no partirá de cero. ¿Por qué? Porque la propia Constitución no solo establece límites de forma -como por ejemplo el quorum de 2/3 lo que, además, fue parte del acuerdo de noviembre de 2019- sino que, también, límites de fondo como son el carácter de República Democrática de Chile, el respeto a los tratados internacionales, y a las sentencias judiciales firmes y ejecutoriadas. Por otro lado, tampoco podemos desconocer que nuestra larga tradición constitucional ha ido imprimiendo un sello en nuestra identidad republicana.

¿Cómo se puede asegurar que la ciudadanía se mantenga conectada con el proceso constituyente?

Me parece importante distinguir entre participación y transparencia… Ambos temas, se tendrán que abordar en el Reglamento de la Convención. Estoy convencida que deben buscarse fórmulas que conjuguen, por un lado, la transparencia del proceso y la búsqueda de espacios de participación de la ciudadanía en él, y por el otro, tener espacios que aseguren una deliberación política honesta y la capacidad de llegar a acuerdos exentos de presiones externas.

Entonces… ¿De qué manera concibe usted el rol de la sociedad en este proceso?

Creo que el rol de la sociedad civil será el de aportar con ideas, propuestas y visiones para este proceso. Pero no olvidemos que su principal forma de participación es mediante el voto: en el plebiscito de entrada, en la elección de constituyentes que representen sus ideas, y, por supuesto, mediante su última palabra en el plebiscito de salida.

¿Qué aspectos puntuales aportará como miembro de la Convención Constituyente? 

Chile necesita una Constitución que entregue reglas claras y que de seguridad. Una Constitución que ponga en el centro a la persona humana, en la que el Estado esté al servicio de la persona y que promueva la libertad. Llevo más de 10 años siendo profesora de Derecho constitucional, lo que, sumado a mi trayectoria profesional como abogada tanto en el sector público como privado, me permitirá aportar con una mirada académica y profesional al debate. Espero poder poner esa experiencia y conocimientos al servicio del país. Busco promover y defender mis ideas con la convicción y valentía que los tiempos exigen, pero, también, con la apertura al diálogo que debe caracterizar a quienes formamos parte de nuevas generaciones que vienen a renovar la forma de hacer política.

A usted le preocupa el sistema de Gobierno ¿Qué propone al respecto y por qué?

Actualmente, nos encontramos en una parálisis institucional: con el presidente por un lado y el congreso por otro, sin capacidad de llegar a acuerdos. Propongo “parlamentarizar el presidencialismo” incorporando mecanismos de cooperación entre el Presidente y el Congreso en el proceso legislativo, cambiar el sistema de elecciones conjuntas entre ambos, y modificar el sistema electoral, pasando a uno que fomente la conformación de pactos y mayorías, asegurando así mayor gobernabilidad.