Las propuestas socavarían la independencia judicial y podrían facilitar abusos.
Militares
Juez español anula condena de oficial de ejercitó que fue juzgado por un Consejo de Guerra en 1940.
Autoridad militar vulneró la libertad de religión de un grupo de militares que fueron obligados a concurrir a actividades religiosas contra su voluntad.
Ministro Álvaro Mesa procesa a tres militares y un carabinero (r) por homicidios calificados en Neltume, comuna de Panguipull en 1981.
A Sala del Senado reforma que permite a FF.AA resguardar infraestructura crítica.
El proyecto también permite facultar al Presidente para utilizar una atribución de manera extraordinaria para el resguardo de determinadas áreas de las zonas fronterizas del país, de manera temporal y especialmente limitada, y con atribuciones y deberes específicos.
Caravana de la Muerte: Corte de Santiago condena a 10 militares (r) por homicidios calificados en La Serena.
La Sexta Sala del tribunal de alzada modificó la sentencia de base, dictada por el ministro Mario Carroza, respecto a la participación que les cupo en los hechos, a los condenados Pedro Octavio Espinoza Bravo y Juan Viterbo Chiminellli Fullerton, quienes deberán cumplir 10 años y un día de presidio como coautores de los delitos.
Corte de Punta Arenas deja en libertad bajo fianza a militares (r) por secuestro y torturas a dirigente estudiantil.
El Tribunal de alzada ordenó la libertad de los procesados, quienes permanecen en sus respectivos domicilios bajo la custodia de efectivos de Carabineros, previo pago de fianza de $500.000.
Trastorno de ansiedad producto de un episodio de acoso sexual, es considerado una enfermedad profesional para efectos de solicitar la baja de las filas del Ejército.
Jueces de fondo estimaron que los hechos probados en instancia administrativa configuran la relación de causalidad exigida por las leyes de la seguridad social española.
Corte de Temuco ordena el reingreso en prisión preventiva de nueve integrantes de patrulla militar imputados por torturas.
Los militares obligaron a las víctimas a subir al camión castrense, ordenándoles a viva voz tenderse boca abajo, cargando con los pies los cuerpos de los jóvenes, a quienes trasladaron hasta un predio forestal, donde les ordenaron descender del camión y lanzarse al suelo. Posición en la cual los rociaron con un líquido, presumiblemente un acelerante, señalando uno de los soldados: “hay que quemarlos”.