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Sumak Kawsay
Comisión sobre Principios Constitucionales.

El Buen Vivir como principio ético-moral, se debe incorporar al texto de la nueva Constitución, proponen los Convencionales Constituyentes.

El Estado definirá planes y programas económicos, sociales y ambientales para la implementación del Buen Vivir. En el desarrollo de estos planes los diversos pueblos de Chile serán los protagonistas de su formulación y evaluación.

18 de enero de 2022

La iniciativa de norma constitucional propuesta por Alvin Saldaña, Ivanna Olivares, Paola Grandón, Lisette Vergara Riquelme, Loreto Vallejos Dávila, María Oyarzún Solís, Giovanna Roa Cadin, Cristóbal Andrade, Beatriz Sánchez, Bastián Labbé, Janis Meneses, María Elisa Quinteros, Gloria Alvarado, Elisa Giustinianovich, Manuela Royo y Cristina Dorador, busca incorporar el principio de buen vivir en el nuevo texto constitucional.

El Buen vivir es un principio que se ha identificado con el Sumak Kawsay (quechua), con el Suma Qamaña (aymara) y el küme mogen (pueblo mapuche), y significa en términos generales: vivir en plenitud a través de una relación equilibrada y armónica entre la humanidad y la Naturaleza.

Las Constituciones de Bolivia y Ecuador lo han reconocido, afirman los autores de la propuesta. La Constitución boliviana establece que el Estado asume y promueve como principios éticos-morales de la sociedad plural: vivir bien, vida armoniosa, vida buena, tierra sin mal y vida noble. Mientras que la ecuatoriana plantea al Buen Vivir como un modelo social de convivencia que permita fundar una nueva relación entre el Estado y la sociedad en armonía con la naturaleza. Junto a lo anterior, se plantean una serie de garantías constitucionales destinadas a alcanzar el Buen Vivir, y un régimen de desarrollo organizado, sostenible y dinámico de los sistemas económicos, políticos, socio-culturales y ambientales, que garantizan la realización de este modelo social.

Como fundamento de su propuesta, los convencionales aluden al proceso de imposición y colonización europea sobre el pensamiento y la cosmovisión de los pueblos originarios que, afirman, fue fundamental a la hora de instalar las bases de los estados nacionales y el capitalismo que comenzaba su expansión en el mundo en el siglo XIX.  El marco conceptual, ontológico y epistemológico que se impone, añaden, se funda en la separación de la humanidad y la naturaleza, imposibilitando la visión de los pueblos originarios quienes plantean que la naturaleza es parte integral del ciclo de la vida, y esta interconexión es requisito preliminar para alcanzar un estado de plenitud, tanto material como espiritual. 

De allí que el Buen Vivir, Sumak Kawsay y Suma Qamaña, es parte de un horizonte ético y valórico, milenario de los pueblos de América, Abya Yala, transmitido por diversas vías de generación en generación y que establece una relación indisoluble e interdependiente entre el universo, la naturaleza y la humanidad, donde se configura una base ética y moral favorable al medio ambiente, el desarrollo de la sociedad, que se hace posible a través de la armonía, el respeto y el equilibrio.

En la misma línea, el buen vivir implica la recuperación de saberes ancestrales y prácticas comunitarias donde ninguna puede vivir bien si existe otra que no se encuentre en iguales condiciones. Asimismo, no podría existir un vivir bien si como consecuencia de ello se destruye la madre tierra.

Para los pueblos ancestrales, el principio del Buen Vivir es el camino para afrontar formas hegemónicas de vida, que han ocasionado un desequilibrio insostenible de la naturaleza y una crisis climática que traerá consecuencias irreversibles si no se redefine la relación de la humanidad con la naturaleza, afirman los convencionales.

En base a tales consideraciones, los Convencionales Constituyentes que patrocinaron esta iniciativa ingresaron a la Comisión sobre Principios Constitucionales la siguiente norma:

“Artículo xx 

El Estado asume y promueve como principio ético-moral el Buen Vivir, fundamento de los pueblos originarios que habitan el territorio de Chile, denominado Sumak Kawsay por el pueblo Quechua, Suma Qamaña por el pueblo Aymara y Küme Mongen por el pueblo mapuche y por otras expresiones de los pueblos ancestrales. El Buen Vivir significa la valoración y respeto de todas las formas de vida de manera interdependiente y en equilibrio, reconociendo al ser humano como parte integral de la Naturaleza, requisito para alcanzar una vida plena tanto material como espiritual, sin que se produzca ningún tipo de dominación.

Artículo xx 

Para desarrollar el Buen Vivir el Estado asume una nueva forma de convivencia, en diversidad, armonía y respeto con la Naturaleza. Esta convivencia se sustenta en los valores de unidad, igualdad, inclusión, solidaridad, reciprocidad, respeto, complementariedad, colaboración, armonía, equilibrio, equidad de género, bienestar común, responsabilidad, justicia social, redistribución de los bienes sociales y del poder. 

Artículo xx: Principios del Buen vivir respecto del Estado 

El Estado definirá planes y programas económicos, sociales y ambientales para la implementación del Buen Vivir. En el desarrollo de estos planes los diversos pueblos de Chile serán los protagonistas de su formulación y evaluación, manteniendo el ejercicio de la soberanía, y de todas las potestades y responsabilidades consagradas como fundamentales para los individuos, las comunidades y la naturaleza.”

Vea texto de la iniciativa de norma Convencional Constituyente. 

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